Pactar / Christian G. Toledo

 


Por Christian G. Toledo

   En estas horas en las que se debate sobre el futuro de nuestras pensiones, me pregunto si no sería demasiado pedir que aquellos que se han sentado a tan noble mesa alargaran la reunión.

   Que alguien les lleve más café y pastas, que sigan en sus puestos, que aguanten el tipo para abordar otros temas que preocupan al ciudadano tanto o más que su retiro.

   Que alguien junte otra mesa, y otra más. Que alguien traiga más sillas, que acudan todos los que deben estar.

    De nada sirve establecer una edad de jubilación u otra, cuando los problemas que nos han llevado a este debate siguen sin estar resueltos. La incorporación de los jóvenes al mercado laboral, la natalidad, la conciliación de vida laboral y familiar, el fomento de la investigación, la mejora del sistema educativo, la igualdad de salarios.

    Y ya que están sentados, que aprovechen para pactar todo lo demás. Que tenemos mucho trabajo atrasado.

    Me pregunto por qué hablamos de pactos cada diez o quince años. ¿Tan difícil es ampliar la agenda, seguir sentado, abrir el debate a otros frentes que nos impiden crecer como estado?

   Hablamos de pacto como de un milagro, cuando debería ser la moneda de curso legal en las democracias modernas.

    Pactar es salir de la trinchera ideológica y tratar de comprender al otro. Es ceder para avanzar. Es crear una base sólida en la que reconocernos, un camino que recorrer juntos, con más autoestima, con más seguridad, con más optimismo.

     Quizá pactando más y destruyendo menos consigamos algo más que salvar nuestras pensiones.

    Que nuestros hijos trabajen en una sociedad más justa.

     Se me ocurre.

Artículos relacionados :