La política aragolesa está en un Tío Vivo que no cesa


Por Al Caponi.

    Cuando todo parecía que estaba arreglado para una buena temporada,  llega el camarada Casado y se dedica a meter la cuchara en Zarabola, descoyuntando al bueno de Azconetti que ya selas prometía felices y acariciaba las perdices en forma de 80 millones…

…que, en buena Ley, Lambano le ha metido, tal vez por el  ano como anillo de despedida a ese amor político intenso  que soñaban eterno y durable, al menos durante dos legislaturas.

    Está claro que Teodorakis está metiendo la pata y no solo en la gusanera. No contento con revolver el mejor pichón que tiene el PP en la capital del reino, ahora, se dedica a zancochar en Zarabola, privando a los dos amantes ejemplares de una luna miel que creían cuasi eterna pues con pajaritos como el antenero Danielito que va a durar menos que un pito en la puerta de un colegio y al que le hacen aguas hasta los pañales de los angelitos de  bronce de las fuentes de la Plaza del Pilar (por ciert, ¿quién se las ha llevado a sucasas?), cardos borriqueros como Cuberowsky , Santiveri como habitante alelado de la portería de la 13 Rue del Percebe o el bailarín podemita  Rivaressi, y, en definitiva,  con el Par y la Cha sofriéndose en el perolo del rancho cincovilles que con maestría genial ha preparado Lambano Lambani en el Pignatelli, podía haber celebrado sus bodas de oro en Teruel el año que hubieran querido.

   Pero si el torpe Teodorakis, el Genovino, sigue empeñado en joder la marrana y obligar (¿en base a qué criterio políco?) a Azconetti en luchar por la DGA  y romper  la entente Psoe-PP en lo institucional, se puede dar la paradoja de que su partido tenga en Aragol un alto y eficaz secretario general y agua en las manos para gestionar semejante gilipollada matritense. El alcalde de la quinta ciudad de España es mucho. Más que ser un Torcuato en Génova. Y a lo que se ve, Azconetti estaba rozando el lleno porque los zarabolianos no son tontos y aunque en su equipo hay zaborros dignos de estar nadando en el Canal Imperial con una bola de hierro atada a un pie, bien es cierto que su amplio aprendizaje en la oposición le ha hecho un cuajo formidable y podría dejar detrás en el tiempo a muchos de los eternos socialistas que la ciudad sufrió en su momento.

   Pero, en fin, allá ellos. Con su pan se lo coman mientras al Pollo le den su bien ganado alpiste (que, por cierto, habrá que revisar esa  ración, porque el director no nos sube la nómina desde el 39).

     Feliz año 22 y aquí estaremos para desgüevarnos unos de otros cocmo  Dios y la Omicrón se desgüeva de nosotros

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