Por Cristina Beltrán
DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Para hablar del 25 de noviembre en este diciembre de 2021 he recogido reivindicaciones de organizaciones feministas que han proclamado a los cuatro vientos sus voces a través de comunicados y manifiestos.
Para saber el origen de la conmemoración del día nos retrotraeremos hasta hace 61 años, cuando ese 25 de noviembre las hermanas Mirabal, fueron secuestradas, torturadas y asesinadas por rebelarse contra la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Por esto hoy gritamos al mundo entero: Patricia, Minerva y María Teresa: ¡Presentes! ¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos!. En su memoria, el 25 de noviembre se ha establecido como una fecha internacional de lucha contra las violencias hacia las mujeres.
Da vergüenza el proceder de algunos partidos para no consensuar un comunicado conjunto en algunas Instituciones y ayuntamientos, no se han puesto de acuerdo para poner en evidencia a los maltratadores, no quieren enfrentarse con la contundencia necesaria ante las violencias que sufren las mujeres, por segundo año consecutivo ha ocurrido en el ayuntamiento de Zaragoza y en otros en los que está representado VOX apoyando al PP, un claro exponente del retroceso que estamos sufriendo en políticas de igualdad, una pena constatada en todos los espacios europeos y mundiales en los que la derecha mas rancia ha ganado posiciones.
Las organizaciones atrevidas y valientes proclaman en sus comunicados:
Gritamos para que retumbe en todos los confines del mundo: Basta ya de tanta Violencia Machista; En lo que llevamos de año, en España, decenas de mujeres han sido asesinadas a manos de los “hijos sanos del patriarcado”; mujeres y niñas han sido violadas, abusadas y acosadas sexualmente. Queremos que se señale a todos los agresores, tanto por parte de las Administraciones Públicas como por los Medios de Comunicación y que la sociedad se entere:¡Que no nos morimos, nos asesinan!
Mientras tanto, las Administraciones Públicas siguen sin dotar presupuestariamente el completo desarrollo de las leyes que se aprobaron para erradicar la violencia machista. ¡No es suficiente con exigir un Pacto de Estado si se queda en papel mojado! Los medios de comunicación, reproducen sin crítica las violencias estructurales machistas que instrumentalizan nuestros cuerpos al servicio del machismo, queriéndonos hacer víctimas, sumisas y cómplices del patriarcado. Pero nosotras, nos rebelamos, hablamos, escribimos nuestros propios discursos, elegimos nuestras imágenes, ensalzamos nuestra lucha y desarrollamos proyectos autónomos de nuestros recursos personales y comunitarios.
El sistema nos necesita a las mujeres como objetos reproductores de mano de obra precaria para poder seguir enriqueciéndose a nuestra costa. Por eso, la Ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, no permite ejercer el derecho al Aborto, Libre, Seguro, Público y Gratuito que exigimos para todas las mujeres, incluidas las menores de edad. Denunciamos la violencia institucional en los propios juzgados de violencia de género hacia las mujeres y sus hijas e hijos, castigando a las que denuncian.
Defendemos una subversión feminista de la economía, una coeducación feminista transversal y unos modelos educativos en todas las áreas de la vida que no reproduzcan o invisibilicen las violencias machistas, que se destine el dinero de nuestros impuestos a erradicar la violencia y a señalar a quien la ejerce, incluidas las diferentes iglesias e instituciones públicas. Nos declaramos insumisas, rebeldes y subversivas.¡Reaccionemos! ¡Ante sus violencias, nuestra autodefensa! ¡viva la lucha feminista!
Manifiesto de la coordinadora feminista de Zaragoza para este 25 de noviembre
“La violencia que sufren las mujeres es un problema estructural.
Lo nuevo es que el mensaje fascista que tiene a las mujeres como principal enemigo, está calando y vemos que la violencia machista aparece cada vez a edades más tempranas y los jóvenes la ven menos, creciendo hasta un 20% los que piensan que la violencia de género es un “invento ideológico”, aumentando la distancia con la percepción de las chicas que consideran que es un problema social muy grave.
Para acabar con esta lacra las feministas llevamos siglos luchando por la abolición del género, terminar con la imposición de lo femenino y lo masculino como instrumento del patriarcado para mantener la desigualdad entre los sexos y la opresión de las mujeres por el hecho de serlo.
Igual que perseguimos la abolición de la prostitución sabiendo que más del noventa por ciento se integra por víctimas de trata, osea, mujeres y niñas secuestradas para ser violadas sistemáticamente por puteros para lucro de sus proxenetas, porque donde se ha legalizado estos datos han aumentado, porque el libre consentimiento, tan alabado por el neoliberalismo cuando se trata de vender nuestros cuerpos, no es compatible con la pobreza, porque es la mayor expresión de violencia masiva contra las mujeres, pero los prostíbulos siguen funcionando con total impunidad, aquí, en Zaragoza, igual que en el resto de España, primera consumidora de Europa y tercera del mundo. Uno de los negocios criminales más lucrativos junto con una pornografía brutal que fomenta la cultura de la violación y que es con la que juventud y menores se acercan al sexo, y aumentan las violaciones grupales y mientras nosotras gritamos que sólo SI es SI y conseguimos que lo refleje la ley, ellos inventan nuevas drogas, nuevas formas de anular nuestra voluntad.
Resulta alarmante el último balance presentado por el Ministerio del Interior que constata que mientras el resto de delitos ha descendido con respecto al año de pandemia en Aragón, los delitos contra la libertad e indemnidad sexual han ascendido un 45% en general y un 136% las violaciones, aumentando también a nivel Nacional, contabilizando 12.638 casos en total.
También patriarcado y capital están detrás de la explotación reproductiva de las mujeres, abogando por la legalización de los vientres de alquiler, convertirnos en vasijas y vender nuestras criaturas, de hecho ya permiten inscribir en el registro bebés comprados a mujeres pobres de otros países.
La violencia institucional sanitaria, obstétrica, de los servicios sociales, policial o judicial, continúa con profesionales sin formación feminista, que no cree ni respeta a las mujeres. El Salud nos medicaliza, siendo España el primer país del mundo en consumo de ansiolíticos y tomando las mujeres el doble que los hombres, monitoriza nuestros partos, hace episiotomías innecesarias o nos envía a abortar a clínicas privadas. Y la judicatura sigue dictando sentencias misoginas sin ninguna responsabilidad y mantiene la aplicación del síndrome de alienación parental, que arranca a menores de madres que las protegen y los cuidan, para entregárselos a padres abusadores y maltratadores, sabiendo que ningún maltratador puede ser un buen padre, y sigue la violencia vicaria, destrozando la vida de las madres a través de lo que más quieren.
El número oficial de mujeres víctimas de violencia de género no deja de crecer y sin embargo, la cifra de mujeres asesinadas por hombres es mucho más alta, pero el Estado se niega a contabilizarla, la invisibilización de esos crímenes forma parte de la violencia estructural que queremos denunciar, el terrorismo machista tiene que ser contado y enfrentado.
Vemos como crecen los delitos de odio, pero no contemplan la violencia machista, insultarnos llamándonos feminazis o negando la violencia contra las mujeres o agredirnos, no es comparable para el Estado con las agresiones a otras personas, nosotras no somos un colectivo, somos la mitad de la población y estamos HARTAS.”
Hasta aquí llega el manifiesto leído por una mujer representando a todos los colectivos que agrupa la coordinadora en las escaleras de la Diputación Provincial de Zaragoza, a las 19h. Del pasado jueves.
Otros datos aportados por colectivos feministas:
En el Estado Español, desde el 2010 hasta hoy, han sido asesinadas 1.256 mujeres por el hecho de serlo. Pero los feminicidios son la punta del iceberg de las violencias machistas: desde el 2016 hasta agosto del 2020 se han registrado 197 agresiones sexuales múltiples, en su totalidad cometidas por hombres, la mayoría hacia mujeres menores de 30 años y una de cada tres, hacia menores de edad. Una violencia que no se sufre tan solo en las calles o en el ocio nocturno: de hecho, la mitad de estas agresiones se sufren en el ámbito privado. De todos estos casos tan solo entre el 10% y el 20% se denuncian, evidenciando la falta de confianza en un sistema cómplice y reproductor de esta violencia, tal como se denunció masivamente con el caso de “La Manada”.
Los gobiernos son responsables. Basta de discursos vacíos, exigimos más recursos.
Tres años después de la sentencia indignante a los violadores de “La Manada”, y como consecuencia directa de las masivas movilizaciones de rechazo, llega al Congreso de Diputados el proyecto de Ley conocido como “Solo si es sí” -con el rechazo del PP y VOX- poniendo en el centro el consentimiento sin el cual cualquier acto es reconocido como agresión sexual. Pero no basta con leyes y declaraciones de voluntades. Menos todavía si estas después se contraponen con, por ejemplo, la asignación al Tribunal Constitucional de una jueza -Concepción Espejel- conocida por considerar inconstitucional la ley del aborto. El último proyecto de presupuestos del Estado va en un sentido opuesto al qué necesitamos: mientras Ministerios como Defensa se llevan un 8%, el de Igualdad tan solo el 1%. Tenemos que ser contundentes en denunciar a los gobiernos que se autoproclaman feministas pero continúan gobernando para la gran patronal y financiando a la Iglesia Católica. El crecimiento de discursos, actos y delitos de odio no tan solo se fomentan directamente desde organizaciones de ultraderecha como VOX, también se alimentan de la falta de políticas reales de estos gobiernos que se autodenominan progresistas para hacer frente a las violencias. Necesitamos más prevención, un aumento urgente y exponencial de presupuesto y unos servicios públicos de calidad y universales para todas.
Ante esta situación, es clave la lucha y la organización independiente del movimiento feminista y el desarrollo de la autodefensa como herramienta de resistencia, prevención y empoderamiento.
Patriarcado y capital: alianza criminal.
Los sindicatos ugt y ccoo en un trabajo conjunto aportan los datos de estudios realizados por entidades como Adecco, la Delegación del Gobierno para la violencia de género o las Conclusiones del Proyecto WEGO! de la UE (2016-2018).
El empleo es esencial e imprescindible para combatir la violencia de género. Es necesario mejorar y lograr la Inserción laboral y el empleo de calidad para las víctimas de violencia de género.
El informe Adecco destaca cómo la independencia económica es un elemento crucial: el 82,5% de las mujeres que han sufrido violencia son poco independientes económicamente,frente al 17,5% que tienen un gran nivel de independencia económica. El 40,9% tienen trabajo mientras que el 59,1% están desempleadas. Sólo el 13,3% de las mujeres viven en una casa que es de su propiedad y el 14,8% comparten la propiedad con su pareja. El 73,7% tienen hijos a su cargo. El 53% de las mujeres sufren distintos tipos de abuso, no tienen acceso a los ingresos de la familia o no pueden disponer libremente del dinero o declaran que sus gastos son controlados. Algunas no saben cuánto dinero entra en la casa y a otras no se les permite buscar trabajo. El informe señala también que el 71% de las víctimas destaca el desempleo y las situaciones de precariedad como los principales frenos para denunciar.
Según el Informe de la Fundación Adecco sobre violencia de género, publicado en 2019, con datos de 2018, basado en una muestra de encuestas a víctimas de violencia de género, pone de manifiesto que, pese a que no existe un perfil sociodemográfico de mujer víctima, ya que nos encontramos con un problema social que se da por igual en todos los estratos económicos y socioculturales, un 65,8% de las encuestadas manifiesta encontrarse en situación de desempleo en el momento que comienza a sufrir violencia de género. Solo el 34,2% tenía un empleo en ese instante. 6 de cada 10 mujeres víctimas cree que de haber tenido un puesto de trabajo en el momento en que se produjo la situación de violencia, todo habría sido diferente.
La pandemia ha tenido un efecto de agravamiento de la violencia de género durante 2020, especialmente durante el periodo de confinamiento. La exposición al riesgo de violencia machista se incrementó a la vez que las dificultades para denunciar o protegerse.
-Como muestran los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género durante el periodo de los 98 días de confinamiento se recibieron un 57,9% más de peticiones de ayuda que en mismo período del año anterior; el número de llamadas al 016 también aumentó un 41,4%; se incrementó en un 457,9% el número de consultas por correo electrónico, y el nuevo apoyo psicológico por whatsapp atendió 2.580 consultas de contenido verificado.
-2020 se cerró con 47 mujeres asesinadas por su pareja o expareja, de las que sólo siete habían denunciado, es decir, menos del 15%. De esos siete casos, en cuatro los juzgados no habían acordado medidas protectoras o se había procedido al archivo, al haberse acogido la víctima a su derecho a no declarar; en otros dos casos hubo quebrantamiento de la medida o pena de alejamiento; y en el último caso la sentencia ya estaba cumplida. Con los crímenes quedaron huérfanos 28 menores y otros tres fueron asesinados.
-En violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja, sólo denuncian el 21,7% de las víctimas, pese a que se confirma la tendencia del lento incremento en el número de denuncias cada año con excepción de 2020 por el confinamiento. (Datos Macroencuesta 2019 de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género).
-La dependencia económica de la víctima en relación con el agresor dificulta la salida de las situaciones de violencia. (Conclusiones Proyecto WEGO! de la UE (2016-2018).
-El 71% de las víctimas destaca el desempleo y las situaciones de precariedad como los principales frenos para denunciar (Conclusiones Proyecto WEGO! de la UE (2016-2018). Las formas de canalizar la violencia de género se incrementan con el uso de las nuevas tecnologías. (El 23% de las mujeres manifestó haber sufrido acoso o abuso en línea al menos una vez en su vida y una de cada diez había sido víctima de violencia en línea) (El 20% de las mujeres jóvenes de la Unión Europea han sufrido acoso sexual cibernético y el 14% acoso cibernético según el Estudio sobre Cyber violencia y discurso de odio online contra las mujeres, publicado en 2018).
-En cuanto al acoso sexual y el acoso por razón de sexo, que se produce en todos los ámbitos, incluido el laboral, el 90% de las víctimas son mujeres y en Europa un tercio del acoso sexual contra las mujeres se produce en el trabajo (Informe de Violencia de genero contra las mujeres de 2014 de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE).
-En España, el 98,2% de las mujeres que han sufrido acoso sexual lo experimentaron por parte de un agresor hombre, y de éstas, el 17,3% tuvo lugar en el entorno laboral (Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, publicada por la Delegación del Gobierno contra la violencia de Género en este mismo año 2020). no contamos con datos oficiales sobre acoso sexual y acoso por razón de sexo en el trabajo, pero sabemos que se trata de un problema muy extendido e invisibilizado. Se denuncian sólo el 8% de los casos de mobbing (en el que se engloban todas las formas de acoso en el trabajo y no de forma específica el acoso sexual y el acoso por razón de sexo que sufren de forma abrumadoramente mayoritariamente las mujeres), mientras que la media europea es del 14,9%. (Informe “La violencia y el acoso laboral en Europa 2015, de la Fundación Eurofound (Fundación Europea para la mejora de las Condiciones de Vida y el Trabajo)).
-El estudio publicado por el Parlamento Europeo en 2018 sobre Cyber violencia y discurso de odio online contra las mujeres, señala que” las mujeres también están amenazadas de forma abrupta por la violencia en el mundo digital” y que, “el 20% de las mujeres jóvenes de la Unión Europea han sufrido acoso sexual cibernético (cyber sexual harassment) y el 14% de las mujeres han sufrido acoso cibernético (cyber stalking) desde la edad de 15 años. El discurso de odio ilegal online que apunta a la identidad de género es, hasta el día de hoy, equivalente al 3.1% de los informes en plataformas de Internet”.
-La investigación muestra que las mujeres están siendo específicamente atacadas por la violencia cibernética y que las mujeres jóvenes están particularmente amenazadas por el acoso sexual y el acoso sexista.
-En el ámbito laboral, el ciber acoso sexual y por razón de sexo se extiende con rapidez. Para combatirlo contamos con un instrumento importante en la negociación de planes de igualdad para la implantación de protocolos frente al acoso sexual y el acoso por razón de sexo en los que se debe incluir el acoso cibernético de género.
POR ESTA REALIDAD, POR ESTAS ABRUMADORAS CIFRAS COMPROBADAS EN INFORMES, ESTADÍSTICAS Y ESTUDIOS ES IMPRESCINDIBLE PONERSE DEL LADO DEL FEMINISMO, DE LA IGUALDAD Y DEL TRABAJO DE TODOS SEXOS Y GÉNEROS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.