Entramado de ciudados


Por Cristina Beltrán

    Este pasado mes de marzo, las mujeres hemos hecho un esfuerzo colectivo para que nos vean en las calles y en los medios de comunicación, en la agenda política y en lo que nos rodea más próximo.

    Al parecer, cansa mucho estar hablando de “Cosas” de mujeres, evidentemente esto de la reivindicación es un fastidio para quienes no ven las dificultades que impregnan nuestro día a día, para quienes se esconden detrás del “ahora ya no hay tanta diferencia” por esto hay que seguir poniendo en valor cada detalle de lo obvio que vamos haciendo “todos los días” y no me sirve, el “mujer no seas tan así….”

   Algunas, somos como taladradoras, cada día…pon la mesa, limpia la mesa, pero termina de dejarla limpia. La comida estaba buenísima, pero por favor, termina de dejar todo recogido, limpia la encimera. No sé qué hay para cenar, pero puedes hacer lo que te apetezca o lo hacemos juntos. La ropa, la limpieza, la compra; los cuidados y la preparación de eventos familiares, ¿a que quema ? esto tan obvio es una constante dentro de la casa, fuera ni os cuento, ¿no os parece que podríamos dar por hecho estas cuestiones y hacerlo sin tener que repetirlo cada día? .

   A estos menesteres y otros a los que se la da más alto rango, suelen etiquetarse como igualdad, feminismos, mujeres, género….  dependiendo de esta perspectiva llegará con mayor o menor potencia a un perfil de personas o a otras. A mí me interesa mucho que las personas en riesgo de exclusión tomen conciencia de lo importante de esta cuestión, sean hombres o mujeres porque el saber lleva a fortalecerse individualmente para ser más fuertes el trabajo en equipo es indispensable.

      Dio comienzo en febrero un ciclo llamado ¿Qué hace una mujer como tú en un sitio como éste?  Lo preparan desde Podemos en Zaragoza y tratan de dar visibilidad a las mujeres en áreas tradicionalmente copadas por hombres, las ponentes, por supuesto, nada tienen que ver con esta organización política; que se lleva a cabo los últimos martes de mes en un espacio cedido por la Casa de la Mujer del Ayuntamiento de Zaragoza, en la primera sesión: “Mujeres Con – ciencia”, las tres científicas hablaron de sus trabajos, A algunas de ellas, les han otorgado el premio Aragonés de las ciencias, en la sesión de marzo: “Mujeres Jugando – Mujeres Peleando” pudimos escuchar a tres campeonas aragonesas que me dejaron alucinada con su palmarés y su alegría.

     Quedan dos sesiones más, a las que no voy a faltar “Hablando de Jefas” el 24 de abril y “ Mujeres armadas” el 29 de mayo. Al finalizar los debates ocupan el escenario Huguette Sidoine haciendo Danza de Bhuto y Javier Gavín con su música curativa, éstos nos relajan y elevan a un estado de calma y serenidad para rematar en un animado momento para las despedidas.

    Es una suerte educarse saboreando la escucha de mujeres que ocupan ámbitos tan diferentes a los que una frecuenta.  Conquistan la vida con proyectos originales y narran vivencias únicas por el hecho de ser mujeres, son heroínas, parece inverosímil que todavía no tengan el mismo tratamiento y altura de respeto que sus compañeros hombres. Alucinante resulta percibir las ganas de participar y la satisfacción con la que exponen sus experiencias, la humildad y gratitud por ser consideradas como ponentes.

    ¿Sabemos lo que nos estamos perdiendo? Es un desperdicio no tenerlas en cuenta en los medios de comunicación y en sus profesiones porque realmente valen la pena, por ahí tenemos una vía de escape de talentos que bien podrían ampliar horizontes infantiles y engrandecernos a todas. Una penica, tanto talento menospreciado, aunque ellas viven felices y volverían a repetir, es la sociedad la que pierde estos potenciales de mujeres tan valiosas.

    Pensionistas y otros colectivos se han puesto en pie de guerra porque ya es hora de que el gobierno tome nota y aumente la cuantía de sus pensiones, un amigo mío dice que les subirán un poco y seguirán votando a los mismos.

     Yo soy más inocente, quiero cavilar que no, que mirarán donde ponen sus votos; viudas, abuelas que cuidan nietos, mujeres mayores con pagas miserables, después de una larga vida laboral compatibilizando cuidados familiares. No pueden olvidar que les ha llegado su turno,  las calles hay que ocuparlas para reivindicar sus derechos y no van a conformarse con las migajas que les echen

   Nuestra gente está demandando ser escuchada, habrá que hacer efectivas sus demandas. No es suficiente con votar de vez en cuando y dejar que la clase política haga con nuestro voto lo que quiera, tendremos que recordarles nuestras demandas para obligarles a ponerlas en nivel prioritario. Mientras tanto hay que ir preparando el camino. Un sendero lleno de oportunidades que no debemos desaprovechar.