Por Max Alonso
Hablo de Felícitas Rebaque, la novelista autora de REQUIEN POR MI MANO AUSENTE, que me cupo el placer de presentarla en el Casino de Astorga, en la noche del 23 de septiembre.
Una novela mágica y sorprendente, que parece no tener fin, porque en ella nacen unos personajes prodigios en torno al protagonista, el pianista Lawrence Patterson, el acordeonista polaco Airon Kaminsky, el catalán cafetinero Ricat, el representante Michael y la puta y princesa Lizza, que emergerá sobre las otras mujeres del protagonista Katrina y Francesca.
Brillan con luz propia, cuando son personajes que no existen, con la excepción del periodista Didier Dubois, de los de antes, y la profesora Claire. Personajes arquetipos que componen el bello canto a la amistad, en lo que es un thriller y novela negra, con reminiscencias de Dasshiel Hammett, y en la que se contienen las bellas páginas de una novela de amor, que recuerda sobriamente a la Bella del Señorde AlbertCohen, entreespías, asesinatos, policías y hasta las maldades de las cloacas de los Estados, del polonio y los asesinatos, que asolan a seres inofensivos en el empeño de vivir sus vidas.
Digo esto a partir de la soberbia novela que ha escrito Felícitas Rebaque, una autora castellana, por el nacimiento y leonesa por el afincamiento, que va recorriendo etapas por su vida de escritora. Desde La Libélula y la novela Violeta mara… mara… maravilla. El latido del agua y ahora da el salto a una obra más compleja al más elevado entre los adultos, como es la novela negra.
A la vez que es un canto a la amistad y al amor, lo es a la búsqueda de la felicidad, por lo más importante que tiene la novela sobre el afán de superación para alcanzar la excelencia, desde lo imposible, que propugna como gran maestra la profesora Claire del artista latente, que la protagoniza, el concertista norteamericano Patterson, malogrado por un accidente en la mano, la mayor desgracia que le puede ocurrir a un pianista.
Le provoca el cataclismo para una vida profesional, que no será nada más que el motivo para que arranque el hombre, que es el artista. Novela densa, pero que a la vez llama la atención por su fluidez, en la que sobresalen sus personajes, que, maravilla de la literatura, nacen y parecen palpitar en la vida humana. Encerrados en el Montmartre parisino y junto al Sena, que desde Zola sus aguas reflejan las alegrías y las penas de todos los parisinos. En este caso abocados a sobrevivir en los mundos imaginados por la autora como corresponde a la ficción. Por eso cabe plantearse ¿Será posible ir a París y encontrarse con Patterson, Kaminsky, Ricat o Lizza? ¿O hay que ir a Boston, la ciudad de origen de Patterson, a la que este regresa para nacer de nuevo, porque solo se renace en la propia tierra?
Toda una propuesta y un desafío de Felicitas Rebaque, la autora de una novela ya imperecedera, que parece traer a sus personajes, nacidos de un pianista y un acordeonista que una noche viera en un cafetín parisino. De la realidad a la ficción, con camino de retorno. Toda una novedad de la novela de Felícitas, creadora de un mundo personal que vive y palpita en una fantasía definitiva del mundo de los valores, de la amistad y el amor y sobre ellos la excelencia, del ayer y de siempre, que tan vívidos están en el concepto de felicidad de Felícitas.
Publicado en: https://astorgaredaccion.com/