Por Titina Putina
Recientemente hablamos en estas páginas del ingenioso tubo de escape que se le puso a la segadora BCS del ISSIPU en Hinojosa del Campo. Pues bien, este verano pasado, mientras se procedía a la siega de varias fincas donde actúa el Instituto, se partió el tubo del mismo ya que, inocentemente se había creído que la soldadura al silenciador aguantaría un tubo de “fontanería” de gran grosor y por lo tanto peso.
Y no fue así, por lo cual hubo que disponer de otro tubo más ligero y se optó por un tubo de cobre (también “fontanero”) pero que, naturalmente exigía soldadura de acetileno por lo que hubo de realizar la operación en Soria, capital, en los talleres de un fontanero amigo
Una vez soldado, se pinto y se procedió a su instalación para luego, posteriormente, realizar una prueba de campo en una de las fincas del ISSIPU que necesitaban una buena siega. Esta vez, el éxito fue completo. ¡Enhorabuena a los técnicos que han hecho posible esta mejora singular en la motosegadora BCS!
El tubo de escape de un vehículo dotado de un motor de explosión sirve para evacuar los gases de combustión desde el motor hacia el exterior del vehículo.
Está constituido generalmente por un colector de escape que recoge los gases de escape en salida de los cilindros prolongado por un dispositivo de evacuación. Un mismo motor puede disponer de varios tubos de escape.
El tubo de escape sirve, en particular, para reducir el ruido y la contaminación.
-A través de un sistema que permite reducir el ruido: «el silenciador».
-Mediante un sistema que permite reducir las emisiones contaminantes, porcatálisis y por filtración, gracias al filtro de partículas y al catalizador.
El tubo de escape participa en el funcionamiento del motor:
Si es demasiado libre, el motor aumenta su potencia (el cilindro se vacía mejor después de cada explosión), pero se calienta aún más y consume más. Si está demasiado obstruido, el motor denota falta de potencia.
