Mis vivencias (Capitulo III) / José Luís Llera


Por Jose Luis Llera Gil

     Después de mis dos capítulos anteriores bajo el titulo DAME LA GASPIA JULIN, continúo narrando mis vivencias en aquellos años posteriores a la guerra civil,   ya de cierta mejoría, aun cuando como en la actualidad…

…las familias soportaban unas momentos económicos destacados  y otras desfavorables.

    Como ya anticipaba en mi artículo anterior,  el día 1º de abril de 1953, sin cumplir los quince años, entré a trabajar en calidad de botones en la oficina de la Feria de Muestras, que estaba en aquel entonces en la calle D.Jaime I, 18, y  donde tuve oportunidad de conocer a varias personas que marcaron mi vida profesional para siempre.

   La calidad humana de mis padres fueron suficiente motivo para que el Director General de la Feria, D.Alberto Manuel Campos, considerara acertada la decisión de que comenzara a abrir la puerta de la Oficina a las visitas, doblar cartas y notas informativas, llevarlas a empresas, y a correos, permitiendome además conocer bien las calles de Zaragoza, mi ciudad, así como  quién era de la misma o de alguna población cercana.

    Era una Ciudad de menos de 200.000  habitantes y  se vivía maravillosamente bien. Yo  iba andando todos los días desde la avenida de Valencia, donde vivía, a la calle D. Jaime donde trabajaba.

    Ello me permitió conocer además  a  tres personas a las cuales Zaragoza debe el reconocimiento que nunca recibieron: D. Antonio Blasco del Cacho, Presidente de la Feria de Muestras y de la Cámara de Comercio, D. José Valenzuela  La Rosa, Secretario General  de ambas Instituciones y D. Alberto Manuel Campos  Lafuente, Director General de la Feria. Mi primer trabajo diario consistía en abrirles la puerta cuando venían a sus despachos, recogerles las  prendas de abrigo, hacer copias a multicopista , y junto a los compañeros que tenía en la Feria, José Manuel, Eduardo y Dª María de No, desarrollar las funciones más sencillas, como ir  a correos, meter cartas en sobres y franquearlas, etc. Creo que desde esos  tiempos y hasta el  comienzo del año 2000 he franqueado bastante más de un millón de cartas.

    Recuerdo también a funcionarios de la Cámara de Comercio de aquel entonces que, lógicamente, han ido desapareciendo: D. Aurelio Acín, Vicesecretario, D. Angel Colás, que poseía una magnífica voz, y trabajaba por las tardes en el cuatro de actores de Radio Zaragoza y en el  cual me introdujo,  D. Julio Ostalé destacado árbitro de Futbol, juntamente con dos mecanografas,  etc.

   Esta amplia y primera época en las oficinas de la Feria de Muestras, en las que pasábamos medio año en la Calle D. Jaime y otro medio año en el Recinto Ferial  del número 2 del Paseo de Isabel la Católica, llevó también parejo mis habituales labores altruistas en el Colegio de los Salesianos. Ya dejé de ostentar la Presidencia del Circulo Domingo Savio, de jugar al ajedrez con D. Mariano Laborda y  algunas otras opciones como las de ayudar a misa los domingos,  e importante , cultivar mi afición al teatro  que  me hizo llegar a  ostentar   la Vocalía correspondiente de la Asociación de Antiguos Alumnos, a la edad de 16 años, siendo el primer ex alumno de Zaragoza que pasó a ocupar este cargo y a esta edad,  junto con D. José  Lafuente, D. Federico Sarvisé, D. Mauricio Sanchez, D. Rafael León, D.Mariano Laborda, entre otros.

    Los domingos asistíamos todos a Misa en la capilla del Colegio y luego pasábamos al comedor de los salesianos donde desayunábamos café con leche y fruta. Estaba de cocinera la señora Basilia.

   Cómo es fácil suponer, seguí con mis funciones de teatro, tanto en el vetusto teatro como al aire libre, los domingos del verano, gozando de un reconocimiento extraordinario por parte de los alumnos y oratorianos que aun hoy perdura. Compartí tablas con el coadjutor Rigoberto Alos,  gran aficionado y el exalumno Fernando Laguna, ambos ya fallecidos.

    Hice, con gran éxito alguna representación en el Hogar Pignatelli, antes de ser remozado lógicamente para sede de la DGA, en la Hermandad del Trabajo, donde representé EL ULTIMO MONO (o el chico de la tienda) de Pedro Muñoz Seca, así como  en distintos Colegios, y conocì también a varias chiquitas de nuestros años del Colegio de Las Paulas, situado muy próximo al de los Salesianos, en la Calle de la Milagrosa, a  Antonio Royo, padre e hijo, magnificos joteros, que tenían una finca grandiosa y llamados cariñosamente “ Los patateros”  en el llamado Cº del Seminario, por el que íbamos a bañarnos a la llamada Fuente de San Hilario, y otra también muy reconocida en la que asesinaron al Cardernal Soldevilla, y que se dice que desde entonces Zaragoza no tiene ningun Sacerdote de ésta categoria. Entonces todo eran campos y se estaba construyendo el enlace de carreteras, actualmente Via de la Hispanidad.

    Siendo muy joven escribí varios artículos en la Revista JOVENES, entre ellos los dedicados al naufragio del barco ANDREA DORIA, a Juanito (el suizo) que a los 80 años fué en bicicleta a su país, y sobre el jugador  de fútbol Reija, en su época de internacional.

    También en mis primeros años de trabajo en la Feria. comencé a hacer cine con compañeros de afición magníficos todos,  como  José Antoio Duce, J.Antonio Páramo, Quintana, Manrique, Calvo, Campos, etc. Obtuvimos un trofeo en Madrid por la pelicula “ Melodía, sueño y yo” . Poco después fallecía Manuel Rotellar, escritor, critico y actor lo que supuso una gran pérdida.  Peliculas como El Rey, dirigida por José Luis Pomaró ny El Lápiz, fueron modélicas en su realización.

    Cómo es fácil apreciar fueron unas épocas magníficas de cultivar aficiones y ser útil a los demás. Ayudaba sin duda mucho a los salesianos, pintaba  decorados de teatro, acompañaba a mi gran amigo coadjutor  Pep Mentuy (ya fallecido) en algunas de las labores de la huerta que poseían en  la fuente de la Junquera,  y conoci también a D. Carlos Klutz, sacerdote salesiano alemán.

    Tambien jugué alguna temporada al futbol, con jugadores que posteriormente salieron del Colegio y fueron destacados como Moreno, Aldea, Vaquero, Herrera, Romeo, etc.  que pertenecieron al Real Zaragoza, Gijón, Andorra y a la  selección juvenil aragonesa. Puedo decir que culminaron unos años  muy extraordinarios en los que en cierta ocasión estuve atendiendo  a TVE que vino a Zaragoza  en el mes de octubre a retransmitir actosde las Fiestas del Pilar  y el contenido de  la Feria de 1959 momento en el que conocí a  Matías Prats, lógicamente  padre, que ponía la voz a esta retransmisión.

    Podría ser más extenso  contando mis vivencias en  aquellos años de la postguerra,  pero ya está bien de cansar a mis lectores y de abusar  del actual número de EL POLLO URBANO. Con estas he llegado a los 19 años, magnífica edad; es decir el año 1957.

     No obstante quiero finalmente citar  en este capitulo  a la Ciudad de Valencia que sufrió unas gravísimas inundaciones dicho año en las que se produjeron daños materiales muy cuantiosos e importantes y un elevado número de fallecidos. Al término de la cena del expositor, pocos días después de este triste hecho,  tomó la palabra en ella  D, Antonio Blasco del Cacho, Presidente de la Feria, quien con su verbo fácil y emocionado hizo referencia al mismo y anunció que la Feria iba a hacer un donativo importante a este respecto. He de decir que me emocionó. Fue largamente aplaudido y felicitado al término de su intervención. Recuerdo que durante unos años después,  en cada carta que se enviaba por correo, se pegaba aparte de la tarifa vigente un sello donativo para paliar los efectos  que habían originado las inundaciones en esa Ciudad.

     Muchas gracias amable lector por su atención. (Fin del Capítulo III de mis vivencias)

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