Por Cristina Beltrán
Así es ella, haciendo gala de su nombre. Una de nuestras actuales colaboradoras en la sección “nosotras” de El Pollo Urbano, donde sus artículos son ampliamente seguidos por nuestros lectores
Vino al mundo a través de una familia trabajadora y socialista en la calle Pignatelli. La política la lleva en las venas porque dice que desde nos levantamos hasta que nos acostamos hacemos política, claro, otra cosa es que la gente lo mire con otro ángulo y piense que todos los políticos sean iguales, que para nada, ¡por favor!, le gusta opinar y colabora en política de vez en cuando, desde dentro y para la gente.
Esmeralda si tuviera que ponerle un color diría que es verde azulada, de saturación fuerte y visualmente serena, devora libros, se empapa de sucesos históricos y sociales como adicta ávida de su dosis. Su estructura aparentemente introvertida, no es tal, escucha y rearma en su cerebro para meditar una respuesta acorde, sensata o como corresponda.
Su nombre, posiblemente de origen persa significa piedra verde. Para los alquimistas, es la piedra de Venus. La superstición, ha atribuido a esta piedra virtudes milagrosas, entre otras la de romperse cuando el mal llega a tal estado de violencia que no puede vencerle; Finalmente, el polvo de la esmeralda curaba las mordeduras de los animales venenosos. Hay que ver lo que nos puede afectar el nombre que nos imponen al nacer, porque sí, encaja con su perfil personal.
Quedamos una mañana de lluvia cuando el invierno va terminando y no sabes que ponerte, paseamos tranquilas entrando en algún café a charrar y hacerle algunas preguntas a modo de entrevista que redondeen lo que de ella quiero saber.
Esmeralda, dime :
P- ¿ A qué años empezaste a trabajar?
R-A los veintiuno, en el Casino Montesblancos, de croupier desde 1981 a 1996. Mientras trabajaba allí me saqué dos años de Sociología.
Las croupier son designadas en una mesa de juego para la conducción, por ejemplo, tirar la bola en la ruleta, servir cartas en el blackjac, alcanzar los dados para dárselos a los clientes, además del cobro y pago de apuestas, en general, una cupier en cada juego, se atiene exclusivamente a las reglas de cada casa de apuesta, en realidad su trabajo es mecánico, sin capacidad de iniciativa o interés en el resultado del juego. Requieren capacidad de efectuar operaciones aritméticas de forma rápida y mental para evitar retrasar el juego, habilidad de concentración para llevar el control de las apuestas y lo que cada jugador estaría recibiendo en caso de ganar. Vigilancia del casino contra el juego sucio, contadores de cartas, etc… es cierto que dentro del casino hay empleados cuya función específica es ésa, pero los croupiers son siempre los primeros en detectar anomalías y mantener el ojo vigilante sobre sus jugadores, sobre todo requiere una presentación impecable y modales de altos estándares.
Las anécdotas serían incontables en ese trabajo de ofrecer al visitante un juego de suerte y azar, en el que siempre gana la banca, un juego de cuerda floja económica y arriesgado divertimento. Por suerte, nuestra amiga es discreta. Aprendió la profesión mayormente nocturna, pero la dejó .
-¿Y luego?
–Comercial de alimentación (me conozco toda la hostelería y el pequeño comercio de Zaragoza), desde 1999 hasta 2020.
-¿Sé que eres una gran lectora,qué lecturas son tus favoritas?
-Tengo una magnífica colección de novela policíaca, entre los que destacan, el norteamericano Michael Connellly y los suecos Sjö wall y Wahlöö, maestros de todos los nórdicos que han venido después. Estoy leyendo “Una violencia indómita. El siglo XX europeo” de mi historiador de referencia, Julian Casanova.
Estar en mundos diferentes a los que la lectura evoca la abstraen de la pandemia tanto como de aquellas estupideces que se ven y oyen sin parar, el facebook y twuitter son para estar en contacto con sus seguidoras, colecciona me gustas por doquier y pese a que algunas la preferirían calladica, algo que no va a ocurrir, es única en frases ingeniosas en las redes, aunque la conocía en persona mi descubrimiento de ella en estos medios fué lo que me llevó a solicitar su colaboración en nuestra sección, todo un descubrimiento, una a veces no puede sospechar lo que pueden dar se sí sus amigas y conocidas en las redes, la oportunidad de ampliar puntos de vista, divagar y disertar sobre asuntos sociales crea expertas, Esmeralda es una de ellas.
Opina que la estructura mental del siglo pasado no sirve para este, hay que cambiar el chip, las costumbres y el proceso de actuación en casi todos los campos, hoy las noticias van muy rápidas, la respuesta debe afrontarse de otros modos, a frases más cortas e incisivas, incluso ambiguas si se precisa contestar sin mojarse demasiado. Largo, muy largo, se le está haciendo el S.XX, ella mira hacia el ahora y al futuro, pero hay gente, la mayoría de las que nos rodean,(entre las que probablemente me incluya) que siguen con los hábitos y forma de actuar del S. XX y esto no puede ser. Otorgar sin callar, reforzar opiniones comparando relatos, no olvidar, el olvido hace estragos, bien lo sabe, puede que por ello escriba sobre personas que han sido casi olvidadas en su segundo plano para cambiar el mundo, con sus actos y sus vidas, como son los casos de María Domínguez Remón, Aurelia Navarro, Hedwig Eva María Kiesler, Lyuvdmila Mikhailovna Pavlichenko, Emiliy Davison, Celeste Ceiro, o María Guerrero, elegidas en sus brillantes escritos de corte canalla con sesgos incisivos y fundamentales para entender el panorama que les tocó vivir. El rescate de ellas es básico para nosotras y para el general de la gente que se precie en entender los porqués.
-Sé que no eres activista de género, sin embargo rondas los ambientes y te mojas en tu vida social y personal ¿Cuando te casaste?
–Me casé en 2011.
Y lo hizo con Paloma , forman una pareja que no esconde su amor grande y respetuoso hacia afuera y hacia adentro. En lo cotidiano las amistades importan mucho y la gente que no va a los bares no es de fiar, así que los vermutes en fin de semana son necesarios para pulsar el panorama y arreglar el mundo, con su pareja, entre amigas de toda la vida, con la confianza que nos otorga el conocimiento del paso del tiempo.
–¿Y ahora qué?
–Prejubilada.
–Dime algunas fechas que te hayan marcado la existencia…
-Soy una Leo del baby boom, con lo cual, la Edad de Oro, tanto del Pop Español, como en todo lo demás me tocó de cerca, con sus miserias, sus ausencias y sus enormes alegrías. Todo lo que ocurrió en los 80 y 90 lo recuerdo, aunque sin nostalgias. Fechas, 1988, cuando se fué mi padre, un hombre al que adoraba. 2006, cuando murió mi madre, que aunque tenía la enfermedad que te lo arrebata todo, me despedí definitivamente de ella y tienes que aprender a llevar la orfandad.
Ahí está, Esmeralda Royo Cerezuela. Una Mujer Curiosa y profundamente progresista, no se la pierdan.
