Marcos Callau entrevista a Joaquín Ferrer Millán


Por Marcos Callau

     Joaquín Ferrer Millán expone en el Palacio de Montemuzo su universo de fósiles, mares y tierras hasta el 7 de mayo, una muestra titulada «Horizontes de papel» donde podemos encontrar tres salas con tres ambientes distintos.

    La exposición recorre más de viente años de trabajo de este artista aragonés que lleva más de cincuenta años creando su obra. Juan Luis Borra y yo nos desplazamos hasta el palacio de Montemuzo para grabar la siguiente entrevista.

Marcos Callau: Lo primero, Joaquín, gracias por recibirnos en la sala de exposiciones y enhorabuena por esta exposición. ¿Cómo surge ese título de «Horizontes de papel»?

Joaquín Ferrer Millán: El título surgió porque llevaba mucho tiempo preparando esta exposición sobre papel y al final decidí crear una sala central, esta sala número dos, con una fusión que recuerda a las pinturas que yo hacía a principios de los años ochenta y lo que hago actualmente. En los años ochenta hacía unos paisajes, estructurados ya de la misma manera, con margenes, pero solamente con un tipo de trama. En esta sala hay una fusión de lo que hacía antes con lo que vengo haciendo ahora. Fusionando las dos formas de trabajar las tramas y las líneas es cuando surgieron estos paisajes. Entonces decidí titularlo «Horizontes de papel». Este material de la sala central está realizado específicamente para esta exposición. En los otros dos espacios podemos encontrar una selección variada en cuanto a formato, color y forma, de veinte años de trabajo.

¿Se pueden diferenciar tres ambientes en esta exposición?

J.F.M Sí, hay tres ambientes. La primera sala es la de los mayores formatos. Hay tres ejemplos de cuadros grises que los hice también pensando en esta exposición y el resto es algo más uniforme. La segunda sala, la central, están como he dicho los horizontes y esta tercera, que incluso se iluminó de manera distinta, más tenue, más intimista, están los tamaños más pequeños.

 En esta tercera sala donde estamos grabando la entrevista que, efectivamente es más tenue, personalemtne veo mucha influencia del mar. Creo ver figuras marinas. No sé si es una apreciación mía o es intencionado.

     No es intencionado pero, a lo largo de los años, muchas personas me han dicho que yo pinto el mar. Para mí es algo extraño. Admito que me gustan especialmente los colores azules. Pero las formas, que dicen que parecen amebas o formaciones de vida marina, yo creo que está sugerido por la mirada del que visita la exposición. A mí siempre me ha gustado que el espectador vea una obra mía y le haga pensar en algo distinto que yo no puedo ni imaginar. Encuentran significados que yo no veo.

Yo incluso he visto un nautilus, moluscos…

     Sí, bueno, ahí en esa obra he colocado un fósil marino sobre un fondo de turquesas. Ese es el más claro. Pero el mar no está en todos. Es decir, si el espectador lo ve, pues lo será para él. Pero no para mí. Siendo de Zaragoza, conozco el mar, me gusta, pero no lo vivo con tanta intensidad como para pensar que toda mi obra gira en torno a ello.

 ¿Puede pintar el mar un artista de interior como uno de costa?

    No lo sé. Por supuesto todos los pintores de costa están mediatizados por vivir junto al mar. Para nosotros, de interior, a lo mejor es más una ilusión de que el mar llegue a Zaragoza, que nos falta poco… (risas)

 Sin embargo, en la sala central veo muchas tierras.

    Es inevitable. A lo mejor que no haya tanto azul elimina ese aire marino. Yo pinto siempre a través de una ventana muy amplia. Veo el horizonte y me influye mucho. Desde la habitación donde trabajo, levanto la vista y veo la sierra de Guara. También desde otro estudio donde trabajo tengo un gran ventanal donde se ve un horizonte plano. Todo esto me ha influido mucho.

 ¿Cuál es tu día a día como pintor?

   Yo pinto de día. Soy bastante estricto en mis horarios. Pinto por la mañana y pinto por la tarde. Generalmente lo hago así. Es un trabajo muy intenso que requiere mucha concentración y precisión. Entonces, cuando llevo ya dos horas y media o tres, lo tengo que dejar. Además trabajo de pie, sobre un tablero y la posición es siempre la misma, algo encorvado y prácticamente sin movilidad; al final, cuando han pasado esas tres horas he de dejarlo porque, si no, estropearía lo que he realizado hasta ese momento.

 En la exposición hay algunas vitrinas con artilugios que utilizas para realizar tus obras.

   Sí, he querido exponer en vitrinas los instrumentos que siempre he utilizado y utlilizo en la actualidad para pintar. Lo he hecho porque las personas no se pueden creer que todo está realizado manualmente, línea a línea. Hay personas que me han preguntado si utilizo otros métodos más actuales y sobretodo más tecnológicos. A mí me parecen métodos alucinantes pero yo no utilizo para nada la tecnología, ni siquiera en mi día día. Es todo artesano. Decidí exponerlo en vitrinas para que los visitantes de la exposición vean los instrumentos que foramn parte de mi trabajo: tiralíneas, reglas… Hace cincuenta años, cuando empezaba, utilizaba mucho la tinta. La tinta china y utilizaba el rotring. Después probé el acrílico y dejé el resto. Solo utilizo acrílico. Las líneas y las tramas son acrílico. Los fondos, son acuarelas. Cuando trabajo sobre lienzo, los fondos son de óleo. Sobre el lienzo, realizo primero el fondo. Cuando el óleo está seco, comienzo a dibujar las tramas y las líneas. Aquí, en el papel, el proceso es el inverso. Primero dibujo las líneas y las tramas y luego pongo la acuarela. Tiene una explicación muy práctica. Yo tengo que pintar sobre algo estable y duro. Entonces, debo apoyar las manos. Si pintara antes el fondo de acuarela, me mancharía las manos y me llevaría mucha pintura. También tiene su emoción hacerlo así porque, después de haber realizado el trabajo del dibujo, al aplicar la acuarela, el resultado puede ser muy inesperado. Estas obras tienen dos visiones. Una, es la visión desde la lejanía que no tiene nada que ver con la visión desde cerca, cuando adviertes cómo están realizadas las tramas. Tengo tres maneras de realizar las tramas que se ven muy claramente en la serie de los horizontes.

 Es un trabajo muy minucioso…

    El papel me limita muchísimo. En los lienzos sí que puedo hacer grandes formatos pero en papel, es diferente. Como tengo que dibujar, como he dicho anteriormente, sobre una superficie rígida, lo primero que debo hacer es tensar el papel. Lo consigo adheriéndolo a un tablero. Entonces, como está pegado, hay distancias a las que no llego. En cambio, en lienzo, como trabajo con el lienzo suelto, sin bastidor, me da mayor libertad de movimiento. Una vez acabada la obra es cuando monto el lienzo en el bastidor.

 La obra que hay expuesta en el Ragtime, sobre la batería, ¿es lienzo?

   Sí, es lienzo. Además pusimos un cristal para protegerlo. Durante muchos años tuve, en el mismo lugar, otra obra. Era la época en que se fumaba tanto dentro de los bares. Entonces la obra sufrió bastante sin cristal. Ahora, aunque ya no se fuma, le pusimos ese cristal para que sobreviva más tiempo.

 Empleas para tu obra una técnica que ya ha caído en desuso…

    Totalmente. He expuesto el tiralíneas intencionadamente, por esta razón. Las generaciones que, actualmente, no llegan a los cuarenta años, por ejemplo, desconocen qué es un tiralíneas. Yo recuerdo que, en el colegio, nos obligaban a realizar dibujo técnico y empleábamos el tiralíneas con asiduidad. Yo comencé así. Comencé con el dibujo técnico. De ahí pasé a la abstracción geométrica y a todo lo que estoy haciendo actualmente. Los avances técnicos no me han ifluido en nada.

 ¿Cuál es tu paleta de colores preferida?

 El que más me seduce es el azul. Pero intento utilizar toda la gama de colores. El que me resulta más complicado es el verde y todas sus gamas. Lo más parecido al verde que utilizo es el azul turquesa.

 ¿Estas figuras que podemos encontrar en tu obra proceden de los sueños?

 Muchas de ellas, lógicamente, proceden de mi imaginación. Otras proceden de la naturaleza, de realidades distorsionadas o de realidades fabricadas que yo distorsiono para asimiliarlas a la naturaleza.

 Actualmente ¿en qué estás trabajando?

 Ahora sigo trabajando el dibujo sobre papel porque paso mucho tiempo en esta exposición. Pero vamos, hoy también he pintado. Esta colección seguirá durante mucho tiempo. Pero me interesa mucho ir cambiando de soportes. Intercambio los soportes porque cada soporte transmite algo distinto.

Acrílico, acuarela… ¿Qué más materiales utilizas? ¿Has utilizado alguna vez rotuladores?

  En esta exposición solo hay acrílico y acuarela. En lienzo, ya he comentado, utilizo óleos y acrílicos. Al principio utilicé rotulador pero no me gustó el resultado. La pintura da una textura y una calidad muy diferente.

 ¿Cómo ha cambiado el tema del arte en una ciudad en Zaragoza, en los últimos cincuenta años?

    Yo creo que ahora las cosas son más difíciles que entonces. Antes tenías más oportunidades de exponer. Por ejemplo, se hacía un salón de artistas aragoneses en la Lonja. Yo expuse ahí varias veces. Ahora esto es impensable. En 1977 hice la primera exposición individual. Así que, dentro de poco, hará también cincuenta años de mi primera exposición individual. En aquella primera exposición todo era abstracción geométrica sobre papel. A partir de entonces, comencé a incorporar nuevas técnicas como fue el acrílico. También comencé a realizar obra muy cinética, más geométrica, muy matemática que me mantuvo un tiempo muy agarrotado, hasta que conseguí liberarme de esa línea. Pero es obra a la que le tengo mucho cariño. Pero, referente a lo que has preguntado, creo que ahora es más difícil exponer en Zaragoza. Tiene una explicaicón muy sencilla. Cada vez hay menos salas. Y cada vez las exposiciones se alargan mucho más en el tiempo. Entonces para pintores, escultores, es muy complicado acceder a las pocas salas que hay. Antes, en cualquier sala, se hacían ocho exposiciones a lo largo del año. Ahora se hacen cuatro. Además, hay muchas otras cosas que antes no se exponían. Con todo mi respeto pero ahora hay muchas salas dedicadas, por ejemplo, a la fotografía, a las nuevas tecnologías y esta afluencia de nuevas expresiones artísticas nos limita mucho a los pintores y a los escultores.

 ¿Qué influencias detectas en tu estilo?

   A mí siempre me han comparado con Sempere, a quien conocí en persona. Sus paisajes me influyeron mucho y me han servido de base para conformar esta fusión de horizontes que se pueden ver aquí.

 ¿Alguna vez has abordado otro estilo?

   No. No porque, además, tengo la suerte de que lo que yo hago no lo hace nadie. Es algo muy personal. Cuando ves un cuadro mío no hace falta mirar la firma para saber que es mío. He tenido compañeros que pintan y han pintado muy bien y me gustan mucho. Yo me he decantado por este estilo que me permite ser diferente y desmarcarme del resto.

 ¿Cuál es el mayor formato que has realizado?

   Una vez entregué una obra que medía 1,95 de altura y 4 de largo.

Juan Luis Borra ¿Qué opinas de la pintura que se está realizando ahora?

   Es díficil que algo me llame la atención. Yo siempre he dicho que en la pintura, el primer impacto, es el que te hace llegar y profundizar en ella. Y hay pocas cosas que me impacten. Existe también mucha uniformidad, mucha igualdad, un teritorio plano. Hay artistas que hacen un figurativo fantástico, dominan la técnica; pero quizá falta personalidad, falta alma. Yo siempre me he decantado por la abstracción. Algunos pintores que me han gustado siempre son, por ejemplo, el grupo Paso (Millares, Saura, Pablo Serrano, Francés…), Farreras me seduce mucho. El movimiento de Cuenca también me impactó, con ese museo que creó Fernando Zobel.

¿El espectador actual ha cambiado su mirada sobre el arte?

  Yo creo que ahora todo, absolutamente todo, se ve a través de la pantalla del móvil. Hace poco, unos chavales jóvenes decían que habían visto la exposición de Pradilla en la Lonja y se referían a que la habían visto a través de sus teléfonos móviles. Pero, ¡por favor!. Es que esto no es así. No puede ser así. Y es lo que está pasando. ¿Esto está en internet? Pues voy a verlo a través de una pantalla y ya me ahorro el tiempo de ir a la sala de exposiciones. A mí esto me sorprende.

 ¿Qué opinas de la evolución del dibujo técnico?

   Bueno, yo creo que la tecnología proporciona algunos aspectos maravillosos como que, una casa que no está construida, ya la puedas ver como si lo estuviera. Las infografías son una ventaja. Pero qué duda cabe que se pierde todo ese trabajo técnico y todo ese conociemiento. A mí me gusta mucho palpar una realidad real, no virtual. Ahora, por ejemplo, ha habido una buena noticia. Y es que en el Museo Pablo Serrano van a disponer una sala especial para poder tocar las esculturas. Es algo que a mí siempre me ha gustado hacer y a veces, incluso, me han echado la bronca. Así que ya era hora de que hicieran una sala de este tipo.

Gracias Joaquín por recibirnos en tu exposición y te deseamos muchos visitantes.

Fotografías: Juan Luis Borras y M.C.

*Joaquín Ferrer Millán expone «Horizonte de papel» en el Palacio de Montemuzo de Zaragoza hasta el 7 de mayo. Los días 22 y 23 de abril participó en ARTERIA, la Feria de Arte Contemporáneo de Monzón (Huesca), en el stand de Ateneo Jaqués donde también hubo obra de Val Ortego, Juan Luis Borra y Yil.

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