Ramón Roca entrevista a Fernando Samper (Forestalia)


Por Ramón Roca entrevista a Fernando Samper (Forestalia): “Hemos recibido muchas y muy buenas ofertas, pero no vamos a vender”

      El presidente y fundador de Forestalia asegura a El Periódico de la Energía que no ha sido una aventura fácil la de las renovables, pero de la que no se arrepiente porque tiene «muchas cosas por hacer y por decir»

    No es un habitual del papel salmón aunque merecería un mayor protagonismo. Tampoco le gusta salir mucho en los medios, pero cuando lo hace, lo hace de verdad. Les hablo de Fernando Samper, presidente y fundador de Forestalia, la empresa aragonesa de renovables con la que ha logrado cambiar el negocio en todo el país.

    Derribó la puerta del sector diciendo “aquí estoy yo” y con una nueva manera de ver las renovables, sin subvenciones, a lo que no estaba acostumbrado el sector energético. Ahora se ha aliado con grandes fondos de inversión y con empresas reputadas del sector.

   No le importa que lo llamen carnicero, no reniega de su pasado, porque es a lo que se ha dedicado en buena parte de su vida, pero quiere quedarse en las renovables, tiene ganas y muchas cosas que decir.

    Como les decía, es Fernando Samper, con el que El Periódico de la Energía ha podido charlar un rato en su Aragón, en el Maestrazgo, la región que tiene entre ceja y ceja ayudar para que no sea olvidada.

¿Por qué decidió meterse en el mundo de las energías renovables?

-Porque las conocía del año 2000, en el que nosotros éramos gestores de autorizaciones administrativas. Una autorización que en aquel momento estaba primada por el Gobierno de esta nación, en un territorio como está claro y demostrado que tiene viento y sol. Empezamos gestionando licencias para las grandes multinacionales que empezaban a instalarse en España. Todo esto nos llevó a conocer el territorio, a obtener la experiencia suficiente y vimos que éramos realmente capaces de conocer en profundidad el negocio de las renovables. Un negocio con un business plan relativamente sencillo. Conocíamos el recurso, la inversión, una parte importante de los ingresos… Vimos que era un negocio bastante fácil comparativamente a los negocios a los que estamos acostumbrados. Yo vengo del sector de la carne de porcino, donde recoger un euro, es mucho más complicado, mucho más difícil y dónde hacer un plan de negocio a 10 años es imposible. No conoces a qué precio vas a poder vender ni a qué precio vas a poder comprar. Por eso, el tema de las renovables teniendo recursos, teniendo territorio y teniendo un precio que en aquel momento lo podías más o menos conocer, era relativamente más sencillo de lo que estábamos acostumbrados.

Pero es un sector en el que hay grandes actores y ustedes entraron derribando la puerta…

-Nosotros entramos porque creíamos en un negocio industrial y estábamos seguros que se podía hacer de forma diferente. Realmente no pensábamos que íbamos a llegar hasta donde hemos llegado, ni hacer lo que hemos hecho; pero sí que apostamos por una forma diferente de hacerlo. Apostamos por un modelo mucho más industrial, donde el volumen permite abaratar los costes. Supimos identificar el recurso y nos presentamos a las subastas de 2016 armados del conocimiento en la gestión de autorizaciones y licencias. Eso nos permitió entrar en un sector que en aquel momento no pensábamos, ni mucho menos, que fuera a ser el negocio que está siendo hoy.

En el crecimiento de las renovables, el desarrollo tecnológico ha sido un factor clave. Unas tecnologías que avanzan de manera extraordinaria en capacidad de generación y en precio. Me explico: generamos más energía con máquinas que nos cuesta menos. Por lo tanto, la suma de los dos factores nos hace más competitivos. Si a estos aspectos le sumas el territorio, el sol y el viento, el círculo es virtuoso. Es muy importante tener en cuenta que vivimos sobre Aragón, una de las zonas privilegiadas en estos dos recursos y en territorio para construir parques eólicos y huertos fotovoltaicos. 

Y no podemos olvidar que, en la actual coyuntura internacional, quien controla la energía a nivel mundial será el que controle el mundo. Lo estamos viendo en Ucrania. Vemos todos los días que los bombardeos se dirigen a los centros de generación o a los centros de distribución de energía. Es evidente que quién controle la energía, ganará la guerra. Así de sencillo. Y en mi opinión, Europa será la gran perdedora de todo lo que está sucediendo. Tenemos que hacer nuestros deberes y Europa tiene que ser independiente energéticamente. Y España, si sabemos jugar nuestras cartas, será indiscutiblemente el principal protagonista estratégico en la generación de energía. Y Aragón será una comunidad líder en un sector estratégico como es el energético. Ser productor de energía a precio competitivo es un gran reclamo para la instalación de nuevas empresas, de nuevas inversiones, puestos de trabajo… ¡riqueza!

Si sumamos los dos recursos, de las 8.870 horas vamos a utilizar más de 4.000 con energías renovables que nos van a hacer mucho más competitivos. Creo en este sector, vengo de otro sector mucho más duro, y creo que este tiene unas posibilidades enormes.

Entiendo que llegar hasta aquí no ha sido fácil…

-Ni fácil ni repetible. Hoy no se puede entrar. Las barreras de entrada son muy fuertes. Yo diría que las puertas están cerradas. Nosotros aprovechamos una puerta que se abría en 2016 y entramos con todo lo que teníamos y renunciando a las subvenciones, lo que supuso un cambio radical en la forma de entender la manera de hacer este negocio y, todo hay que decirlo, el empecinamiento típico de los aragoneses también jugó su papel. Por otro lado, todo lo que hemos generado, todo lo que hemos conseguido, todo está completamente reinvertido. Las renovables requieren hoy una ingente cantidad de recursos, porque, no lo olvidemos, estamos en un sector que es clave. Repito: el que gestione la energía, dominará el mundo.

Aspiramos a que todos nuestros parques sean de nuestra propiedad al ciento por ciento. Pero tenemos la dimensión económica que tenemos y disponemos de los recursos que disponemos. Ahora bien, el objetivo es aumentar la capacidad de MW en propiedad de Forestalia

Ustedes han conseguido alcanzar grandes alianzas con grandes protagonistas y grandes actores del sector, General Electric, Repsol, Engie…con varias empresas y fondos

-Por mucho que creamos que somos grandes negociadores, lo que realmente nos hace atractivos, y capaces de negociar acuerdos, es el valor de nuestro negocio.

Siempre estamos abiertos a negociar con empresas de todo tipo, sean pequeñas, medianas o grandes. Lo importante es el valor que podemos generar las dos partes gracias a las alianzas de interés estratégico. Negociar con valor siempre es mucho más sencillo. Pienso que los actores se han dado cuenta de que ese valor es real, existe. Hoy Forestalia es una empresa muy valorada en todos los terrenos. Ahora, todo el mundo cree en las renovables, pero no porque seamos más ecologistas, que también lo somos, sino porque realmente es una energía muy competitiva. No hay ningún sector con futuro que no sea competitivo, no hay ninguno.

¿Le han dado ganas de tirar la toalla? 

-No. Somos tozudos como buenos aragoneses y constantes muy constantes en aquello en lo que creemos.

O de vender la compañía y decir hasta aquí he llegado…

-Hemos recibido muchas ofertas, más de las que se pueden pensar. Y ofertas muy importantes. Y no, no vamos a vender. Y no lo vamos a hacer por dos razones: porque no sabría que hacer al día siguiente y porque creo que es un sector en el que tenemos muchas cosas por hacer y por decir.

Y ¿hasta dónde?

-Pues hasta donde nos lleguen las fuerzas. Disfrutamos y queremos seguir disfrutando en el camino. El camino es lo importante, el destino no vale nada.

Hasta ahora han llevado un modelo de negocio que era más conseguir todas las tramitaciones, digamos, hasta el ready to build y vender a terceros y no ser encargados de desarrollar el parque o de gestionarlo a posteriori para vender la energía. ¿Se les ha pasado por la cabeza dar ese paso?

-Nosotros somos como cualquier otra empresa y queremos crecer. Y lo que estamos haciendo es fortalecer nuestros puntos fuertes, en lo que somos mejores. Una vez fortalecidos nuestros puntos fuertes, el objetivo es seguir creciendo. ¿Esto qué quiere decir? Aspiramos a que todos nuestros parques sean de nuestra propiedad al ciento por ciento. Pero tenemos la dimensión económica que tenemos y disponemos de los recursos que disponemos. Ahora bien, el objetivo es aumentar la capacidad de MW en propiedad de Forestalia. Pero siempre desde el desarrollo del modelo que hemos articulado, acompañado de los mejores socios como con los que hemos creado este modelo. Forestalia es una compañía con más de 300 personas y el año que viene pasaremos a ser más de 600.  No solamente estamos en promoción de proyectos renovables, sino que estamos también en autoconsumo. Creemos en este sector y desarrollaremos todas las líneas de negocio que sean posibles.

 ¿Qué papel va a jugar el hidrógeno en su estrategia de futuro?

-El hidrógeno llegará, pero más tarde. Todo lo que lleve ruedas será eléctrico. El hidrógeno se utilizará para la navegación, para la aviación… Será una apuesta y España tiene muchas posibilidades de estar en posición ganadora. Por eso estamos muy atentos, pero no vamos a dar un paso antes que otro. Primero, generaremos energía a precios competitivos, que buena falta le hace al país hace para ganar en competitividad. 

Hay dos aspectos que preocupan al sector de las renovables. Por un lado, las trabas administrativas de las administraciones y, por otro, toda la ofensiva ecologista o del mundo rural, que crítica la forma en que se hacen los grandes proyectos de renovables. ¿Qué tiene que decir al respecto?

-Es bueno aportar datos para los debates. En el proyecto para desarrollo de las renovables en la zona del Maestrazgo, por ejemplo, llevamos trabajando más de 5 años. Todo es complicado: los puntos de evacuación, las tramitaciones, los acuerdos, llevan su tiempo. Los números indican que Aragón tiene, más o menos, 7.000 MW de eólica y fotovoltaica. Instalar 5 o 6 veces nos acercaría a unos 40.000 MW. Aragón ocupa un territorio de unos 4,5 millones de hectáreas. Si usamos esos 40.000 MW sólo en fotovoltaica, o sea, dos hectáreas por megavatio, estaríamos hablando de ocupar unas 80.000 hectáreas, un porcentaje significativamente pequeño comparado con la superficie total de la Comunidad Autónoma. 

-Soy consciente y puedo entender que hay personas a las que les molesta el impacto de la generación eólica en el paisaje. Un aerogenerador no se puede meter en una cueva, se tiene que poner dónde haya viento y, por lo tanto, puede ser molesto, pero hay que convivir con él. Otra gran ventaja de lo que estamos haciendo en renovables es, que dentro de 30 o 40 años, si hay una tecnología mejor, podemos desmontar los aerogeneradores. No tiene un coste muy grande y se pueden reciclar.

Tampoco existe problema con los puntos de evacuación de la energía que se genere con este proyecto. Toda la energía tiene su punto de evacuación en Morella, a 35 km de las zonas de producción de energía. 

Nosotros negociamos con todo el mundo, lo sabemos hacer y lo vamos a hacer para seguir generando valor. Tenemos vocación de permanencia en este negocio y, por lo tanto, aspiramos a ser cada día más competitivos.

Usted innovó apostando por renovables sin subvenciones. Y ahora, en la zona del Maestrazgo donde van a instalar los parques, ha vuelto a innovar con un acuerdo único en España que permitirá a los vecinos de 40 localidades recibir de forma gratuita el servicio eléctrico. ¿Cómo se le ocurre a usted hacer una cosa así? 

-Es muy sencillo: queremos compartir con los territorios los recursos que vamos a generar con las inversiones en renovables.  Nuestro objetivo es generar riqueza para todos y, en ese sentido, hemos entendido el mensaje de la población. Vamos a seguir con ellos, fortaleciendo nuestra relación y nuestro entendimiento para que los proyectos se hagan realidad. 

También aquí es importante recurrir a los datos. Estas zonas del territorio están sufriendo una despoblación galopante. Muchos aragoneses, durante décadas, se han visto obligados a desplazarse hacia la Comunidad Valencia, Cataluña o el País Vasco. Una de las mejores formas de revertir el fenómeno de la despoblación, del vaciamiento, es convertir el territorio en una fuente de energías renovables y competitivas. Dentro de muy poco empezaremos a hablar del autoconsumo, pero no a nivel residencial, sino a nivel industrial, que es algo que tarde o temprano se pondrá encima de la mesa. El desafío es: ¿seremos capaces de consumir esa energía?. 

Bueno, ahora, recientemente, han aprobado a Red Eléctrica un proyecto de una nueva línea para poder llevar electricidad hasta la industria castellonense.

-Sí, pero cuesta mucho.

Ustedes lo han vivido en su propia carne, con el proyecto de tender la red para llevar nueva electricidad a Cataluña y al País Vasco…

-Son cosas diferentes. Forestalia no puede estar en transporte porque es un ámbito que compete totalmente a Red Eléctrica. Por tanto, ni queremos ni podemos competir. Utilizamos para nuestros parques de generación líneas de evacuación autorizadas hacia buenas zonas de consumo. Esas líneas también nos permiten generar más energía y más riqueza… 

Pero quieren llevarla hasta Cataluña…

-Sí. Pero es que hacer 35 km o 120 km de línea no es algo relevante, por lo menos para nosotros. Si hacemos 40 km, multiplicarlo por 3 o por cuatro, es igual, lo importante es que generemos riqueza 

Forestalia es Aragón, Aragón es Forestalia, pero ¿hay visos de ver a Forestalia fuera de las fronteras españolas?

-No es algo que tengamos sobre la mesa en este momento. Tenemos mucho trabajo y nos concentramos en él. No sería acertado dejar de hacer lo que tenemos que hacer. Por lo tanto, hagamos el trabajo que tenemos, que ahora vamos desbordados, y de aquí a unos años tendremos una Forestalia preparada para ir a cualquier otro sitio.

¿Alguna alianza en puertas que nos pueda anunciar?

-Todos los días hacemos alianzas. Hemos sido capaces de firmar acuerdos con fondos como Mirova, con Repsol, con BP, con Engie, con CIP, con Bruc, de Juan Béjar. Nosotros negociamos con todo el mundo, lo sabemos hacer y lo vamos a hacer para seguir generando valor. Tenemos vocación de permanencia en este negocio y, por lo tanto, aspiramos a ser cada día más competitivos.

FOTOS: Daniel Santamaría.

Publicado en: https://elperiodicodelaenergia.com/fernando-samper-forestalia-hemos-recibido-muchas-y-muy-buenas-ofertas-pero-no-vamos-a-vender/

Artículos relacionados :