Cinemagrafías: El horizonte incierto

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Por Manuel Lorenzo
Texto: Martín Ballonga

   Dos personas mayores, ella y él, sentadas en un banco cualquiera de la inmortal. Nos explican un poco a todos el recuerdo de la infancia, la añoranza de un tiempo en el que el futuro estaba lleno de promesas y el mundo parecía estable.

    La vida, a veces, era un horizonte incierto e inquietante, pero también una excitante aventura. Tenían, ella y él, una párvula confianza en desentrañar los secretos de la vida y el mundo con la ayuda de las personas queridas que les protegían de toda acechanza.

    Es la inevitable melancolía de las vidas con más pasado que futuro. Miran, ahora, el presente en ese tranvía que ven pasar tranquilamente sentados en un banco cualquiera de la inmortal. Ella y él recuerdan cuando, de niños, les gustaba coger el tranvía. Y añoran aquel antiguo tranvía de la infancia: esa cuerda que, sobre las ventanas, servía para solicitar la parada; esas puertas de aire comprimido delanteras por las que se bajaba y traseras por las que se subía; ese orificio por el que se echaba arena sobre la vía para frenar mejor; ese cartel de completo o ese mostrador desde el que se cobraba. Fuera, la pértiga del trolley que tantas pillerías sufría destacaba junto al inolvidable verde y plata. El nuevo tranvía, como el que ven pasar desde el banco nuestros protagonistas, ya no tiene esas divertidas añoranzas. Ni el conductor, tan modernamente asentado, conduce ya de pie. Ni existen ya aquellos listones de madera (de roble o de nogal) en el suelo. Pero ella y él, sentados en cualquier banco de esta ciudad inmortal, recuerdan el viejo tranvía de sus infancias. Al fin y al cabo, la pareja del banco tiene una conversación a la que ninguno quiere poner fin. Es lo que suele suceder cuando alguien viaja a un tiempo donde lo vivido y lo escuchado se confunden. El tranvía, hoy, para qué engañarnos, es mucho más cómodo y rápido que el del siglo pasado. Es el que ven pasar nuestros protagonistas desde ese banco de la inmortal. Sin embargo, siempre habrá cosas que tienen mayor raigambre en la memoria. Anhelamos lo que no tenemos. Definitivamente, eran otros tiempos. Porque la realidad va hallando su modo de acomodarse. Aunque sea a través de un banco y un tranvía de última generación. Ella y él, o él y ella, lo saben. Y no les importa. Tan mayores.

La página del artista: www.manuelorenzo.com

 

Las cinemagrafias (o cinemagraphs como son conocidos originalmente en inglés) son fotografías en las que ocurre una acción de movimiento menor y repetida.

  Se producen tomando una serie de fotografías o grabaciones de vídeo y utilizando un software de edición de imágenes, componiendo las fotografías o fotogramas de vídeo en un archivo GIF animado de tal manera que el movimiento en parte del sujeto expuesto (por ejemplo, pierna colgando de una persona) se percibe como un movimiento repetitivo o continuo.

   El término “cinemagraph” fue acuñado por los fotógrafos de EE.UU. Kevin Burg y Jamie Beck, quienes utilizaron la técnica para dar vida a sus fotografías de moda y noticias empezando en principios de 2011

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