Le Freak: El artista antes conocido como Maruglang.

163MaruglandP
Por José Luis Lomillos

                                               La época en que conocí a Maruglang, durante nuestra adolescencia, este desplegaba su potencial artístico tocando la batería con agujas de hacer punto y botes de suavizante, también tejía bufandas Op-art y hacía papiroflexia.

   Yo por mi parte merendaba por tercera vez (ya lo había hecho dos veces en mi casa…) y daba buena cuenta de la bodega de su padre. Mientras tanto su perro pasaba horas y horas dando vueltas intentando morderse el rabo. Con el tiempo Maruglang conoció la informática ayudado de los primeros Mac, desarrollando grandes habilidades en la edición de video y el diseño gráfico. A la vez, de la mano de “su Pepa” descubría la fotografía y los líquidos de revelado.

 

        Pasados unos creativos y vertiginosos años de juventud un fuerte cierzo se lo llevó volando por el valle hasta golpear contra unos peñascos en medio del Mare Nostrum… y se quedó a vivir allá, alimentando su colesterol con queso y sobrasada.

       Una fallida migración de sus archivos infográficos, al nuevo sistema Mac Os X provocó que el trabajo de muchos años se auto-inmolara perdiéndose para siempre en el cementerio de los Ciberpunks, resultando casi una labor de arqueología recuperar algunas imágenes.

 

       Cuando le pregunto por Skype qué es lo que recuerda de aquellos años Maruglang argumenta de la siguiente manera:                           

      “Iba siempre en gabardina con un tío alto y guapo. De repente, con la naturalidad del que ha hecho eso a menudo,  ella vacunó a mi perro loco, un habitual de aquellas plácidas noches. Y una cosa llevó a la otra: al cuarto oscuro.

      Usando las palabras de Oliver Sacks, fue Pepa quien me introdujo en la fotografía, mostrándome la magia de cómo surgía una imagen mientras revelaba carretes de fotos en su cuarto oscuro iluminado en rojo. Nunca me cansaba de aquel prodigio, de ver los primeros atisbos de una imagen — ¿estaba realmente ahí, o era una ilusión? — cómo se volvía más clara… más detallada, más definida, cobraba realidad, mientras inclinaba la película a un lado y a otro en la bandeja del líquido de revelado, hasta que por fin, perfectamente revelada, aparecía un diminuto y perfecto facsímil de la escena.

   Si la fotografía era una metáfora de la percepción, la memoria y la identidad, también era un modelo a escala, un microcosmos de la ciencia puesta en práctica, y de una ciencia especialmente querida, pues reunía la química, la óptica y la percepción en una sola e indivisible unidad. Tomar una foto, enviada para que la revelaran y sacaran una copia era algo emocionante, desde luego, pero de un modo limitado. Ella quería comprender, dominar todo el proceso, y manipularlo a su manera.

    A mí lo que me jode es que por muy poco casi inventamos lo de hacerse fotos de los pies, de comida o a uno mismo. Eso es lo que me jode…!  Y por eso decidí dedicarme a la música, así que 10 años después: Maruglang.

    Qué casualidad que otro perro chiflado no pudiese reprimir su melódico aullido cada vez que sonaba uno de los temas del disco.”

      Acabo de decidir después de hablar con Maruglang que la próxima vez que coja una cámara pondré el carrete, la tarjeta de memoria o lo que sea…

      Puedes también escuchar música electrónica y ver pequeños clips de Maruglang  en: https://myspace.com/maruglang                  

       Si quieres aparecer en Le Freak puedes mandar tu propuesta a la siguiente dirección: joseluislomillos.wix@gmail.com

Artículos relacionados :