La Casa Encendida: Priority Innfield

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Por Aitana Enciso 

  En Marzo me escapé a Madrid un fin de semana y pude ver Priority Innfield, una muestra de los artistas norteamericanos Lizzie Fitch y Ryan Trecartin. Ambos, que viven en Los Ángeles, concibieron esta serie de cuatro películas, todas de 2013, dentro de instalaciones escultóricas para la 55 Bienal de Venecia.   El resultado son tres salas pobladas por distintas escenografías construidas por ellos.   Una es una piscina (real) en la que se encuentra la pantalla y donde podemos sentarnos. Otra es un círculo de sillas. Otra una especie de dormitorio vacío, una escalera y tres pantallas que envuelven al espectador, y  con sudaderas con la palabra “Witness” (testigo)  tiradas por el suelo. Son alusivas a las proyecciones, y remiten a espacios suburbanos (unas gradas de piscina, una especie de acampada en un jardín)

    Las proyecciones no te pueden dejar indiferente. Son cuatro películasJunior War, donde vemos metraje de una fiesta de finales de los 90 en medio de la naturaleza, Center Jenny, situada en una universidad distópica del futuro donde los alumnos (todos llamados Jenny) deben estudiar a sus antiguos moradores, Item Falls, rodada en Los Feliz, California, donde los personajes se quedan atrapados en una especie de casting perpetuo, y Comma Boat.

   Pese a tratar temas distintos, comparten que están rodadas con cámara en mano, multicámara y ángulos aberrantes, pobladas (excepto Junior War, donde los chicos que salen son más “normalitos”) por seres disfrazados y caracterizados cuidadosamente, y una de ellas tiene animación 3D.

    La idea de Fitch y Trecartin es explorar el impacto de la tecnología en la comunicación, el lenguaje y la construcción de la identidad hasta extremos insospechados.

   Y lo consiguen, con un resultado esquizoide, difícil de ver, llamativo, y que al final, especialmente en Item Falls, resulta divertido, porque, concretamente en esta película, es muy difícil tomarte en serio una banda de personajes vociferantes y disfrazados al estilo de las bacanales romanas, rodados en escenarios normales y corrientes hablando rápidamente a cámara sin ningún tipo de sentido.

  Con la de temas que hay en el mundo, creo que Fitch y Trecartin proponen este pequeño monstruito, a medio camino entre la snuff movie, la performance grabada, y el videojuego,  con ganas de llamar la atención también sobre la banalidad de gran parte de la vida y del universo lúdico juvenil.

   Tan brutal resulta esta propuesta,  que otros  referentes estadounidenses de cultura pop y joven pretendidamente indies y rompedores, pero mucho más mainstream, como la peli Spring Breakers de Harmony Korine, la serie Girls o el fotógrafo nocturno angelino TheCobraSnake palidecen y resultan manidos y nada remarcables.

   Así, las cuatro pelis de Fitch y Trecartin se convierten en un buen referente para contribuir a entender  lo que años de ficción estadounidense sobre cultura suburbana, universitaria y juvenil no nos han dejado ver:  que por mucho que se haya extendido por todo el mundo, “lo joven y cool” que vende EEUU no deja de ser sino otra cultura que debemos situar en su contexto, y que no es ningún ejemplo a imitar y al que aspirar.

Ficha:
Priority Innfield
Lizzie Fitch y Ryan Trecartin

La Casa Encendida
Hasta el 24 de Abril

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