Por Manuel Medrano
El 5 de febrero se inauguró la muestra de esculturas de Enrique M. Ballarín titulada “Sueños de piedra” en la sala de exposiciones de la Agrupación Artística Aragonesa (c/ Lagasca nº 23, de Zaragoza), que se pudo visitar hasta el 27 de febrero, de lunes a viernes de 19 a 21 horas.
Nos ofrece Enrique en esta ocasión 24 creaciones en las que trabaja con múltiples tipos de piedra tales como el alabastro blanco y la piedra negra de Calatorao, piedra roja, mármol negro, gris, beige o multicolor, arenisca de Uncastillo, etc., añadiendo peanas de travertino, alabastro, granito, madera, etc., combinando muy bien los materiales.
Y, nuevamente, nos presenta varias piezas de gran belleza en mármol azul. Obras todas ellas delicadas, expresivas, con títulos perfectamente adecuados, breves y claros.
El propio Enrique nos dice que “Al tallar la piedra persigo volúmenes rotundos, espacios vacíos y plenos, aristas cortantes y sinuosas curvas; intento que las asimetrías y proporciones se concreten en bellas formas abstractas con reminiscencias clásicas y expresionistas.
Con el contraste de materiales y los distintos tratamientos de superficies, pretendo extraer algo de la casi infinita gama de brillos, luces y sombras, texturas y matices que en su entraña milenaria guarda la piedra.”
Durante la presentación, que gustó mucho, el autor comenzó por agradecer el apoyo constante que recibe de su esposa, y explicó después con brevedad y acierto lo que para él significa la creación artística. Por su interés para descubrir la relación entre Enrique y la materia prima escultórica, transcribiré aquí el texto que figura en la tarjeta de la muestra, que estimo de gran interés: “Escultura: Soy un sueño de piedra herida, creada para inspirar un amor mudo, misterioso y eterno como la materia”. Por cierto que hubo una asistencia muy notable y entusiasta al acto inaugural.
Ya habíamos podido contemplar exposiciones anteriores de Enrique M. Ballarín (pulse aquí y aquí), y decidimos no perdernos esta nueva ocasión de disfrutar de su obra, lo que les aconsejo también a ustedes vivamente.
