Por Eugenio Mateo
La convocatoria de la exposición de Pilar Moré fue un rotundo éxito. Para ver las obras más recientes de la artista se congregaron tantas personas que en algún momento se produjo una saturación en la escalera de acceso a la sala por el creciente número de los que llegaban en pleno acto de presentación.
Podemos llamar fiesta del arte a lo que vivimos; por un lado las palabras de Desireé Orús, que no dudó en participar en el montaje de las obras y glosar el trabajo de Pilar; por otro la presencia del Director Gral. de Cultura del Gobierno de la DGA, D. Humberto Vadillo, que quiso apoyar la trayectoria de Pilar Moré y de paso reconoció la labor de nuestro Espacio Nazca en la tarea de promoción artística en la ciudad; por otro el recital de la violonchelista caspolina Dolos Miravete, que acaparó la atención y la emoción de los asistentes; por último, la propia energía y vitalidad de la expositora, que estuvo atenta a los invitados y amigos que la arroparon.
En los numerosos corros que se formaban, todos coincidían en darnos las gracias por la magnífica muestra y para nosotros es un honor tener a Pilar Moré como invitada, además de un lujo. Destacamos la colaboración de Pilar y su esposo, José Luis Gracia, que no tuvieron reparos en aplicar toda su atención a los preparativos.
La tarde estaba llena de eventos culturales y es una pena que las coincidencias en ocasiones penalicen los actos, aunque como comenté en broma durante la presentación, nos habían dicho que en la Lonja había menos gente, aunque tal hecho de ser cierto se debería a las grandes diferencias de espacio/volumen entre las dos salas expositivas.
Lo cierto es que no podemos citar a los asistentes sin caer en la descortesía de olvidarnos de muchos, en todo caso permítanme la referencia a Antonio González, director del CDAN, Fundación Beulas, de Huesca A todos ellos muchas gracias y les animamos a seguir visitándonos. La programación aspira al interés de los aficionados y tenemos claro nuestros planteamientos.
El marido de Desirée, Manolo, ejerció de gerente del ambigú, en el que no faltaron unas estupendas tortillas, junto con embutidos, encurtidos y varios, vino incluido, lógicamente. Para redondear, asistió mi nietecita Olivia, a la que su mamá quiso traer para empezar con el aprendizaje de la pintura.
Pilar Moré es poco dada a hablar de si misma y sin embargo no duda en definirse como una inconformista en su labor creativa, que viene desarrollando desde hace más de cincuenta años. La pintura, para la artista, supone una búsqueda permanente del uso del color como máxima expresión que evoluciona en la forma y el lenguaje, fruto de una profunda sensibilidad y capaz de imaginar el paisaje que conforma el color como mancha, de sorprender con sus collages y de trasmitir la sensación presentida más allá de la abstracción.
Sus obras son todas de este año 2014, por tanto nada más reciente para medir el grado de su estado anímico. Comprobamos que sigue fiel a su intimidad cromática, manejando azules, rojos y blancos como sólo ella sabe. Pareciera que inventa su paleta y es cierto que los colores nos remiten a su personalidad, atesorada por horas de estudio ante la tela. Posee la concreción de los genios, reconocibles a simple vista por la construcción precisa de una trayectoria polimórfica. Como dijo Desireé Orús en su presentación, Pilar Moré es una artista conceptual porque dota a los objetos de una razón que se ancla en sus principios vitales. Sus esculturas sobre pared, a medio camino entre la instalación y el collage son vínculos de materiales simples a los que dota de mensajes encriptados que nos llaman la atención con mensajes directos desde la razón de su iconografía.
Inconformista es el que no se resigna al orden establecido. Pilar Moré, que guarda ese sentimiento, privilegio de la juventud eterna que administra, no se conforma a un arte estático y conservador, va más allá en la práctica de sus modelos éticos y estéticos y rompe, en cada muestra que presenta, con sus propios moldes sin perder la esencia de una técnica que la sitúa entre los grandes creadores plásticos de nuestra tierra.
Una exposición que no debemos perdernos. Pilar Moré en estado puro, como la joven que volvió de París dispuesta a hacer tabla rasa con lo habitual en el arte. El Espacio de Arte Nazca se honra con acoger esta colección de obras que nos traslada a escenarios donde todo es posible.
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