Por Manuel Medrano
Hasta el 30 de mayo se pudo disfrutar de las pinturas de Ricardo Lamenca en la Sala CAI Barbasán (c/ Don Jaime I nº 33, de Zaragoza),de lunes a sábado de 19 a 21 horas.
Ricardo es pintor de notable mérito, que más allá del mero “buen oficio” que le atribuyó algún crítico ensoberbecido, realiza excelentes composiciones, representa con maestría la anatomía humana y el retrato y está muy influido por los estilos clásicos de plasmar gestualmente las pasiones (por el helenismo, diría yo, como inicio de esta corriente, y su posterior manifestación en el barroco).
Me agradan también las combinaciones cromáticas que emplea, acordes con el tema del cuadro, y tanto el contenido como los colores muestran con frecuencia la influencia de lo clásico tanto en lo tratado como, en otras ocasiones, en motivos parciales que se incluyen en la escena. Sin que falte un cierto “apocaliptismo estético” en su estilo.
He podido ver en otras ocasiones obras de Ricardo en colectivas (pulse aquí, aquí y aquí), generalmente organizadas por la Asociación de Artistas Figurativos Aragoneses (ADAFA), así que no me sorprenden los magníficos cuadros de esta muestra. Ricardo Lamenca es lecerano, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona (además de haberse formado en otros centros de enseñanza artística con anterioridad), lleva cosechando premios y distinciones desde 1967 y exponiendo en individuales y colectivas desde hace más de 40 años. Aunque no es su único ámbito, podríamos calificarlo como un “artista del nordeste peninsular”, ya que casi todas sus actividades expositivas han tenido lugar en Aragón y Cataluña.
Os aconsejo visitar la exposición de este artista zaragozano, y no me queda sino dejar claro que él es el autor de las fotografías que incluyo a continuación.
