Sánchez entrevista a Alberto París, socio fundador de Syder


Por Dionisio Sánchez

    Durante años, el sector eléctrico en España funcionó como un oligopolio en el que el precio de la electricidad dependía de pocas compañías eléctricas en España.

     El país estaba dividido en diversas áreas geográficas, cuyo suministro de electricidad se adjudicó en exclusiva a cinco grandes empresas. Cada una de estas eléctricas gestionaba las 4 fases del suministro de energía de su ámbito de actuación, dejando a los consumidores sin posibilidades de escoger su propia compañía eléctrica.

   En 1997, con el objetivo de fomentar la competencia en el sector de la energía eléctrica y mejorar el conocimiento que los usuarios tenían del mismo, se aprobó la primera ley de liberalización del sector eléctrico nacional. La normativa prohibía que una misma compañía opere en más de una de las fases del proceso de suministro y transfiera la gestión del transporte a distintas redes eléctricas en España.

     Para comenzar con esta entrevista necesitamos saber que es Syder. Brevemente ¿nos lo puedes explicar?

-Naturalmente. SCV (Syder Comercializadora Verde,S.L.) es una comercializadora eléctrica reconocida por el Ministerio de Industria en 2010 durante el proceso de liberalización definitiva del mercado eléctrico.

  Ahora vamos a entrar en materia para ir navegando por este proceloso mar  por donde navega tu empresa.   En la historia del sector eléctrico se fueron fusionando  E.R.Z, Iberduero, F.E.C.S.A, Fenosa, etc. en grandes grupos como ENDESA, IBERDROLA, GAS NATURAL y otras, que actuaban como monopolio en grandes regiones de España, ¿podemos decir pues que ya no hay monopolios regionales?

 – Todavía no se ha llegado a la liberalización total y aún quedan tics en el funcionamiento del mercado. A mediados de la década de los 2000 empezó la liberalización, tímidamente, hasta que al final de la década comenzaron a aparecer muchas empresas que comercializaban la energía. Y han seguido creándose muchas más. Se ha liberalizado una parte de la factura eléctrica y se puede vender la energía acordando libremente el precio con los consumidores. Al precio acordado hay que sumarle el resto de costes regulados. Es cierto que ya no tienen el monopolio absoluto, pero su estatus les permite aún, mantener alrededor del 85 % del mercado de comercialización. Es en el sector de la empresa donde más mercado han perdido. Donde sí están actuando en régimen de cuasi monopolio es en la actividad de distribución, en la que los territorios están repartidos entre las grandes compañías.

    Comercialización, distribución…La gente a duras penas distingue las funciones de las diferentes empresas que participan en el mercado. ¿Puede explicar quiénes son y cuáles son sus funciones?

   -Es verdad que hay mucha confusión en todo lo relacionado con este sector. Los principales actores que actúan en el mercado son los generadores de la energía, los propietarios de las redes de transporte (R.E. E.) y de distribución (Endesa, Iberdrola …), los responsables de regular y gestionar el sistema (R.E.E. y O.M.I.E.), las administraciones públicas que aplican los impuestos, las comercializadoras que venden la energía y los que consumen esa energía que reciben la correspondiente factura.

Bueno, vemos que entre la generación de energía y el pagano, es decir el consumidor, hay una buena red de  intermediarios. En este esquema global, ¿qué función cumple una comercializadora eléctrica, por ejemplo la suya?

  -La característica esencial de esta actividad es que se vende un bien que circula por los cables a 300.000 km/sg. Por ello, el funcionamiento de todo el sistema se basa en las previsiones que se hacen antes del consumo de la energía, registro de ese consumo real en los contadores, factura posterior de cada servicio registrado en los diferentes contadores y exigencia a todos de garantías previas a todos los agentes para que cumplan con sus obligaciones.

   La comercializadora pacta un precio con sus clientes en el que deben quedar recogidos, además de la energía que le llegará a su punto de consumo, todos los costes del sistema y que la comercializadora paga por adelantado y que son facturados al cliente después según lo acordado en el contrato. Es decir, por las redes llega la anergia de forma instantánea en el momento de su demanda y con posterioridad llegará el cargo económico. Aunque el contrato se tiene entre el consumidor y la comercializadora, ésta no es responsable de la calidad del suministro. Sí que lo es de la transparencia en la factura, de la honestidad en respetar los costes y en atender puntualmente las reclamaciones que puedan darse dirigiendo al cliente en la dirección correcta para resolverlas.

    Hay muchas comercializadoras y elegir una buena, que las hay, requiere entender algo del sector para que “ser engañado”, sea más difícil.

Independientemente de que las facturas eléctricas son un jeroglífico indescifrable para el común de los mortales puedes decirnos  en que parte del importe total de la factura puede actuar la comercializadora?

   -En términos generales en una factura sólo el treinta o el treinta y cinco por ciento de la misma está liberalizado y es objeto de la gestión de la comercializadora. Y de ese porcentaje, la energía, los kilowatios que es el producto que vende la comercializadora, representa el noventa por ciento. Así pues, en esta actividad el margen en cada factura es bajo. Aun así, se pueden conseguir ahorros, sobre todo entre los que nunca se han cambiado de compañía. Las empresas que vayan  ofreciendo ahorros exagerados, seguramente no está siendo claras.

Los usuarios somos miedosos ante el inmenso poder que imaginamos tienen las grandes empresas eléctricas . De esta manera ,¿queda aún gente que tiene reparos en cambiarse de la comercializadora de siempre por miedo a quedarse sin luz, por ejemplo?

    Desgraciadamente queda gente que piensa eso. Han transcurrido más de quince años desde las primeras contrataciones liberalizadas y todavía queda gente así. Las grandes distribuidoras, las herederas del monopolio, han creado sus filiales de generación y de comercialización. Así pues, si un consumidor contrata a la comercializadora del grupo de la compañía distribuidora de la zona, estará confiando toda la factura en manos del mismo grupo. Si contrata la comercialización a una empresa independiente, tendrá más elementos para comparar el precio de la energía. Los que nunca han cambiado de compañía y que siguen con la de “siempre”, son, en general,  quienes más ahorro pueden conseguir con el cambio. Es una práctica demasiado frecuente, difícil de demostrar pero irregular, que los comerciales de las grandes digan, ” ojo,  si contratas a una pequeña, te puedes quedar sin luz”.

Pero esta actitud es un poco mafiosa, ¿no?

 -Bueno, no voy  adjetivar. Lo que sí puedo afirmar es que “quedarse sin luz” es imposible. La energía llegará siempre, aunque quiebre la comercializadora. Sólo se puede quedar un consumidor sin luz en el caso de que no pague. Como en cualquier otro sector, si no pagas no puedes acceder al producto. Excepto en el caso de consumos esenciales o en los acogidos a protección que, aun en el caso de impago, tampoco se puede cortar el suministro. Así que lo saludable es comparar precios y es higiénico no contratar la comercialización con la empresa a la que pertenece la distribuidora de la zona.

Yo siempre tengo la sensación de que me engañan en la factura. ¿Qué consejos puedes dar a nuestros lectores  para la contratación de la factura? ¿Qué tipos de contrato existen?

-No hay que tenerle miedo a analizar la factura de la luz. Cuando uno se ha cambiado de compañía alguna vez, puede ver que no todas las facturas son igual de transparentes. En algunas se entienden muchas cosas y en otras nada. No todas las compañías son iguales. Aun así, los consumidores domésticos y las empresas se han beneficiado de la libre competencia del mercado. La parte correspondiente al coste del kilowatio en el mercado ha sujetado el coste total de la factura. Son los costes regulados y los impuestos los que han subido para mantener la calidad de las redes.

   Para elegir una buena comercializadora es fácil indagar en su pasado analizando si ha tenido alguna incidencia con la CNMC, con impagos u otros conflictos, analizarlos y descartar aquellas que puedan generar sospecha.

  Hay dos tipos de contrato, a precio fijo o indexado al mercado. En el mercado diario u OMIE, se pueden ver los precios que se negocian con un día de antelación. A las doce de cada día se negocian los precios que tendrá la energía en las veinticuatro horas del día siguiente. Se supone que, si este es un mercado libre bien organizado, ese es el precio correcto de la energía. Ni más, ni menos. Basados en este precio y mediante una fórmula que incorpora los costes regulados se obtendría el precio indexado de la energía. A lo largo de todo el periodo de facturación, que suele ser un mes, arrojará el coste de la factura a la que la comercializadora incorpora un margen por la gestión. Este sería el precio indexado. El contrato a precio fijo es aquel que se contrate con la comercializadora y que se basa en la estimación futura que haga del precio medio del mercado durante la vigencia del contrato. Es entendible que la comercializadora se cubrirá respecto del mercado y propondrá un precio por encima de su estimación del mercado. Mi consejo es contratar indexado al mercado. Y ese, es el mismo consejo que da el estado. De hecho, hay una tarifa que protege al pequeño consumidor, el Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC), que es precisamente un precio indexado al mercado y que las comercializadoras de referencia, que coinciden en general con las distribuidoras, están obligadas a aceptar.

   Así pues, los consejos son:

– ajustar la potencia contratada

-no contratar servicios mezclados en el que entren con la luz bonos de gasolina, gas, servicios premiun, etc.

-contratar indexado al mercado

-elegir una comercializadora transparente y ágil.

    Y aunque se contrate a través de intermediarios, hay que mantener una comunicación directa con la comercializadora.

Syder es una compañía aragonesa pero ¿actúa fuera de Aragón?

-Sí, aunque somos la compañía que más energía eléctrica comercializa con sede en Aragón, aproximadamente el ochenta y cinco por ciento de nuestros clientes están en el resto de la península. Esto es posible porque la captación de los clientes se realiza a través de canales que están radicados en todo el territorio. Con ellos mantenemos una relación mercantil que se basa en una alianza de honestidad y claridad con nuestros clientes, en la que no sólo el precio sea la única variable a tener en cuenta. Nuestros sistemas informáticos son propios y podemos adaptarlos a las necesidades tanto de nuestros clientes como de nuestros canales. La venta en otros territorios es posible porque la energía llega allí donde se consume y el acuerdo económico del contrato se gestiona con nuestros sistemas informáticos mediante los cuales podemos prestar todos los servicios y cumplir con nuestras obligaciones desde Zaragoza.

¿Por qué en el nombre de la empresa llevan incorporado lo de “comercializadora Verde”? ¿Acaso es que solo comercializan  energía Verde?

-El comienzo de las actividades en el campo de la energía se remonta a una iniciativa que nació en el año 2005 con una idea que era innovadora. Pretendíamos  instalar generación eólica con generadores de repowering (generadores de segunda mano reparados) asociados al consumo de los industriales de Aragón. Fue demasiado pronto y nadie nos entendía. Ni las administraciones ni los empresarios. Aun así, llegamos a pre estudiar más de 200 Mw en numerosos proyectos de menos de un Mw. Fuimos pioneros, pero a los pioneros muchas veces, los indios se los comen. Es verdad que ni los socios ni el técnico que estaba al frente, teníamos capacidad. Pero de aquella ruina nació la comercializadora bajo el nombre de Syder Comercializadora Verde que pretendía comercializar la energía propia de fuentes renovables. Hoy el autoconsumo está de moda, pero en aquel tiempo era difícil de implantar.

   Es posible comercializar energía verde mediante un mecanismo ideado para fomentar la demanda de este tipo de energía. Es algo complicado de entender, pero creemos que es una buena herramienta para acelerar la transición energética. Igual que la comercializadora no elige los kilowatios que vende, sino que pone precio al conjunto de kilowatios todos ellos procedentes de la red donde se mezclan lo generado por plantas de energía renovable y no renovable, Syder reserva garantías que se crean por la energía generada de fuentes renovables. Esto está organizado en un mercado donde se pueden comprar y vender las garantías de origen renovable. Esto supone un coste importante para Syder pero creemos firmemente en este sistema, al que se van sumando cada vez más comercializadoras y más demandantes. La CNMC al final de cada año estudia la mezcla de energía que cada comercializadora compra y como nosotros compramos garantías de origen en una cantidad superior a la que vendemos, estamos catalogados como comercializadora 100 % renovable. En nuestros planes, además de seguir comprando garantías de origen, está tener nuestras plantas de generación propia que nos permita acceder a una parte de nuestras necesidades sin depender del mercado diario al 100 %

Finalmente, Alberto, ¿cómo ves  el futuro de Syder?

-Hemos cumplido ya diez años desde nuestro nacimiento recorriendo un camino muy difícil, en el que estuvimos al borde de desaparecer. Hace ya unos siete años se incorporó el núcleo del equipo de la actual Syder, al que se han sumado otros grandes profesionales y que han hecho posible que estemos donde estamos. 

Somos patronos de la fundación del Hidrógeno y socios fundadores del Cluster de la energía de Aragón. Colaboramos y estamos implicados con patrocinios en el deporte aragonés tales como el Volei Teruel, el club de futbol Ejea, el balonmano “Colores”, y ayudamos a alguna organización de carácter social. Queremos tener cada vez más presencia e implicación en el tejido empresarial y social aragonés.

    Entendemos la comercialización eléctrica sobre una base de transparencia y planteando una alianza con nuestros clientes. Dentro de nuestra humilde capacidad tratamos de hacer toda la pedagogía posible para tener unos clientes formados y unos canales honestos donde no se busque sólo el beneficio económico a corto plazo.

    Puede parecer un poco ingenuo, pero creo que esto trae mejores resultados a largo plazo. El mercado está muy agitado, el tamaño de Syder es muy pequeño y por lo tanto somos muy vulnerables. Sólo una diferenciación en el trato y en todas nuestras prácticas nos puede llevar a mantenernos. Somos una comercializadora con una rotación de clientes mucho más baja que la competencia. Seguro que en algún caso nos habremos equivocado y algún cliente estará descontento. Pero no es la primera vez que me cuentan canales de la competencia que no pelean por conseguir clientes de Syder porque, en general, están muy satisfechos con nosotros.

   Por otro lado, debemos ser capaces de acceder a nuestra propia energía y tener posibilidad de competir con las grandes compañías que tienen todo el ciclo desde que se genera la energía hasta que se factura al cliente. Este año 2020 volvemos a crecer y eso nos permitirá arrancar con los planes para tener generación propia y proponer a nuestros clientes instalaciones de autoconsumo.

    Yo espero que nuestros lectores  hayan tenido una buena travesía y que al descender a tierra firme tengan mucho más claro este mundo que nos hace usuarios “presos” de las diferentes fuentes  energéticas y que hayan concluido, al menos,  que una buena elección de la correspondiente comercializadora nos puede suponer un ahorro importante. Lo que dado los tiempos que corren no es “moco de pavo”. ¡Hasta la próxima, amigos!