26-J

   La investidura fallida del aspirante socialista   y el fracaso de los partidos políticos para lograr un Gobierno tras las pasadas elecciones  del 20 de diciembre ha provocado, por primera vez en nuestra reciente historia democrática, la convocatoria de una nueva cita con las urnas.

   Todos hemos de ser capaces de reflexionar sobre este asunto pero, sobre todo, los viejos y nuevos  partidos políticos españoles porque ellos son, en definitiva, los responsables de no haber sabido cuajar una fórmula  de gobierno con nuestros votos.

   No es de recibo que las estructuras creadas para recoger las intenciones de los ciudadanos (los partidos políticos),  no sepan llegar a construir un gobierno que represente a la ciudadanía recogiendo el máximo de los interesas comunes. Algo, pues, tiene que cambiar.

   Efectivamente, como dice nuestro colaborador José Luis  Bermejo, tendremos que aprender a dejar los sentimientos en un armario y votar por aquellos que colmen nuestros intereses como ciudadanos.

     El anterior acto fallido nos ha de llevar a dar un paso adelante en materia de representación. No puede ser que los partidos se escuden en imposibilidades que solo les afectan a ellos. Nosotros, la ciudadanía ya cumplimos. Esperemos que ahora, en esta próxima vuelta, ellos hayan aprendido la lección y no nos vuelvan a poner en el disparadero. Tras el 26 J, será, exclusivamente, su turno.