Con motivo de “Le mois extraordinaire de Handicap” del 1 al 30 de noviembre de 2013 organizado por la Merie de Paris, se promovió a lo largo y ancho de la ciudad toda una serie de actos y jornadas, con la intención según anuncian en la presentación del folleto, de asistir y participar a más de los 200 acciones preparadas para tal vez así cuestionar nuestra mirada sobre la discapacidad.
Marina Hernando
Corresponsal del Pollo Urbano en París
SCHWARZ. Nunca había pintado a nadie con una expresión facial tan cambiante. Casi ni soy capaz de fijar un solo rasgo. SCHÖN. ¿Le parece haber reflejado eso en el cuadro?
Frank Wedekind, Lulú, El espíritu de la tierra, 1895
Nos invitan a “escuchar a nuestra curiosidad” acercándonos a los espectáculos, exposiciones, recursos e instituciones abiertas, dispuestos todos como una ocasión de conocer más de cerca la discapacidad. El GEM La Maison de la Vague, participó en dicho mes extraordinario con su jornada de puertas abiertas el día 27 de noviembre, de la que se deprendió una perspectiva basada sin lugar a dudas en la capacidad y el gusto por la cotidianidad.
Los GEM (Groupe d’entraide mutuelle) son un tipo de dispositivo establecido a partir de la Ley del 11 de febrero 2005 francesa, relativa a la igualdad de derechos de oportunidades y participación de los ciudadanos en la sociedad. Los GEM, lugares de encuentro enfocados especialmente a población relacionada con la Salud Mental, sin tratarse de una institución ni sanitaria ni medico-social (de hecho es totalmente independiente de éstas) son en cambio un recurso propuesto para compartir proyectos y combatir el aislamiento al que en ocasiones nos vemos arrojados, mediante la convivialidad del devenir, la colaboración y la materialización de inquietudes en la medida de lo posible. En el GEM La Maison de la Vague (http://lavagalam.com/), GEM en el que me encuentro desarrollando una Ayudnatía Grundtvig, cada cual se presenta como lo que quiere y por lo que hace, con el común denominador de la identidad del “gémeur”. La Vague se propuso para este mes extraordinario el propósito de abrir sus puertas bajo el tema del retrato. Con este motivo, el GEM en su totalidad viene trabajado y recopilando desde septiembre y en diferentes formatos, todo lo que sobre el retrato pudiera surgir. Así, el miércoles 27 de noviembre a partir de las 18:00 horas y hasta las 21:00 de la noche, nos encontramos de puertas adentro en el número 32 rue des Couronnes del distrito 20 parisino con una pequeña pero intensa exposición de pintura, collage, fotografía, y máscaras, así como con la proyección en bucle del video “Videmomatón”, un fotomatón-polaroid en el que quedar representado por los siglos, y una corta representación de teatro experimental “La Machine à Portraiter” (La máquina de retratear, valga el neologismo)en torno al mismo tema, desarrollada en una suerte de escenario improvisado por el naciente grupo teatral.
Un escaparate particularmente preparado para la ocasión, integrado por una magnífica selección de libros (además del GEM, la Asociación de la Vague à l’Âme lleva adelante un proyecto bouquinerie-galerie) entre los que encontramos libros-rareza de Artaud o Zürn, catálogos de exosiciones de Nannetti y Aloïse, entre muchos otros ejemplares para pararse a echar un vistazo. Con dicho recibimiento a la entrada y Frederic R., como oficial Maestro de Ceremonias, quedó inaugurada la jornada de puertas abiertas, acompañada de las clásicas aceitunas y cacahuetes en un caluroso ambiente. En la colección antropológica de las paredes encontramos el fotomontaje de Benoît P., quien mediante la pura combinatoria de diversos rostros de otros “gémeurs” fabricó una cara nueva y desconocida en la que todo el mundo se recreaba buscándose y reconociéndose parte del producto resultante. Alzando la vista “Portrait d’une femme africaine” de Hawa. T., que fácilmente viene a evocar algún personaje de las novelas de Raimond Roussel, y toda una serie de diferentes disciplinas pictóricas representadas por Jorge DC., Christophe M., Jean Marc P., Delphine, Nicole M., Isabel, Erik, y Patrick, todos ellos aficionados al pincel. Se incluía también una selección de máscaras fabricadas en algunos momentos repentinos surgidos en el GEM en los que aprovechamos para trabajar sobre los volúmenes del rostro. La fotografías en color, todas ellas fruto de la caza de gestos cotidianos en el GEM, a cargo de Christophe M.
Micrófono en mano, algunos se animan a “leer retratos”, textos escritos ex profeso para la ocasión, tres clásicos de la lectura a viva voz en el GEM: Bouthala K., Shalia A., y Benoît. Tras la intervención, un llamamiento general invita a visitar la sala del subsuelo, donde está preparado el “Videomatón” en bucle para poder disfrutar de su proyección hasta la saciedad: en la película los rostros se confunden acelerados unos con otros como si docenas de personas se hubieran metido al mismo tiempo en el fotomatón de la estación de metro Couronnes a ritmo de Wim Mertens. Mientras tanto, Julien instala súbitamente un fotomatón-polaroid portátil, donde todo el que lo desee queda retratado en blanco y negro o sepias como si de actores del viejo cine se tratase, y cuyos frutos acaban coleccionados y colocados formando parte de la misma exposición. Mientras esto sucede en el subterráneo, la planta calle se despeja de manera que el novel grupo de teatro de investigación del GEM va alojando su atrezo, maquillaje y escenografía con bolsas de basura, recortes de periódico, extrañas luminiscencias y ruidos electrónicos para llevar a cabo su primer experimento en público “La Machine à Portraiter”, fruto de la práctica los domingos por la tarde. En ella cada uno de los 6 actores (investigadores que también son escenógrafos e iluminadores) es parte de la máquina, y cada parte de la máquina es capaz de generar un trozo de rostro de una fotografía anónima escogida al azar por alguien del público. Sirviéndose de su gesto y declamación como herramienta como ya lo hicieran Cangiullo, Balla y Marinetti con sus poemas verbolibristas, la máquina de “retratear” fabrica la “gestografía” de la fotografía de un anónimo, reobjetivando lo objetivo, para el deleite del público. Para completar el proceso se pone en marcha una orquesta rostro, que pone fin al espectáculo. “C’est théâtre futuriste!” comenta Jocelyn, y si bien no nos encontrábamos en el ningún Cabaret Sprovieri de Roma o Nápoles, sino en la Maison de la Vague de París, anacrónicamente hablando podría haberse tratado de drama de máquinas desarrollado a lo largo del segundo periodo futurista. Estreno en cambio sin lluvia de vegetales como la acontecida en el Teatro Verdi de Florencia en 1913.
Para terminar la soiré algunas bromas en torno al micrófono, y canciones de Christophe M., ”Je ne sais pas qui je suis” aunque sin él, cantada de memoria por los gémeurs y acompañada a la guitarra por Arlindo DS, en esta ocasión, pues ciertamente fue una velada con un gran número de bajas involuntarias. Terminamos, recogemos, comentamos y nos despedimos de la jornada de puertas abiertas que daba cuenta de una síntesis a modo de ejemplo del devenir en el GEM, un despliegue del trabajo común bien hecho. Tomamos el metro satisfechos.