Proyecto Crisálida: Un mundo mejor es posible, aunque sea en el culo del mundo

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Por Mario Sasot (Camporrells. Alta Litera)

      Hablar durante más de cinco horas seguidas con Jacinto Marqués, presidente de la Fundación ” Crisálida” de Camporrells, en el ojo del  huracán del obrador «Atenea», una atalaya desde donde se divisa la inmensa sierra que hermana la Alta Litera y la Ribagorza, en medio del trajín… 

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Mario Sasot
https://masdebringue.wordpress.com/

…de sus «familiares-empleados» preparando el horno, removiendo la masa, atendiendo a los clientes es entrar en un mundo diferente, como una galaxia extraña incrustada a escasos kilómetros del mundo real, donde reina la calma, la solidaridad, el trato cercano y amable, sin hipocresías ni melindrosa dulzura impostada ni afán de adoctrinamiento.

     La Fundación Crisálida, creada por Marqués el año 2009 para buscar salidas laborales y vitales dignas a un grupo de jóvenes disminuidos psíquicos de su entorno, tiene desde hace algo más de un año, en los bajos de su residencia habitual, una panadería que da trabajo y alegría de vivir a cinco personas de la zona con diversos grados de discapacidad psíquica y a dos adultos: el mismo Jacinto y su hermana Lucía, madre de Cristina, una de las jóvenes empleadas en el horno de pan.

   Además de ellos tres, están en nómina de este Centro Especial de Empleo Aleix y Martí, de los que Jacinto tiene su tutela legal tras haber sido su padre de acogida desde varios años atrás;  Iris, la novia de Aleix, y David, que vive con su familia en el poblado vecino de Natxà y que cada día se desplaza a Camporrells en bicicleta. Salvo Cristina, de 21 años, los demás jóvenes tienen 22.

     Mucho antes de despuntar el alba, sobre las dos de la mañana, por rigurosos turnos, dos de ellos se levantan con alguno de los dos adultos, Jacinto o María,  para hacer la primera masa de pan y encender el horno. Además del pan fabrican unas riquísimas tortas (coques), tartaletas de manzana  o de pera y panetones .

    Estos productos son vendidos a los vecinos del pueblo y visitantes en el mismo local. Pero también hacen entregas a domicilio a vecinos que no pueden desplazarse y repartos en furgoneta a empresas solidarias con el proyecto de pueblos como Binéfar, Monzón, Mollerusa, Tamarite, etc.

     Los repartos del pan en la misma localidad corren a cargo de los mismos jóvenes reposteros, que también hacen cafés y atienden a los clientes en la barra instalada en el mismo despacho de pan. Los repartos “exteriores”  los  realiza cada día Jacinto con su furgoneta.  Lucía, la hermana de Jacinto se encarga más de controlar  la elaboración del producto: el punto de la masa, la cocción en el horno, etc.

    Cada unos de estos jóvenes cobra  el salario mínimo interprofesional. En virtud de la legislación  existente en Aragón para los Centros Especiales de Empleo, la DGA se hace cargo de la mitad del sueldo de los empleados discapacitados. Lucía y Jacinto que hacen a la vez de gerentes, jefes de personal  y de monitores de los clavales cobran su sueldo “íntegra y directamente de la caja registradora, de las ventas de los productos.   

    “Nuestro proyecto no es replicable porque nace en un lugar concreto; un pueblo pequeño, en un medio familiar especial y un entorno social muy determinado. Es un modelo de vida integral e integrador: con el trabajo de la panadería tienen algo básico: autonomía y autoestima, porque ganan un sueldo y pueden disponer de él, administrarse. Viviendo en la casa con todos, en el mismo pueblo y comarca donde trabajan, se sienten integrados, conocidos y reconocidos. Nuestro próximo proyecto es construir cuatro casas, más arriba de donde está el actual edificio de la residencia y el horno,  donde ellos podrán hacer una vida independiente.”- explica   Jacinto.

Empresas solidarias

     El proyecto Crisálida, y más recientemente el Obrador Atenea, gracias al entusiasmo, la transparencia  y la confianza que inspira Jacinto, su fundador, ha concitado un sinfín de gestos de solidaridad por parte de muchas empresas del entorno geográfico catalanoaragonés en el que está inserto Camporrells. El mismo Jacinto nos lo explica: ”Un buen día, Francesc Sales, propietario de la empresa  de ascensores Sales nos ofreció donarnos una finca de siete hectáreas de olivos en Alcoletge, con los que pensamos iniciar un proyecto de fabricación de aceite con una gran cercanía y trato directo con el usuario (empresas o particulares) que compre nuestro producto.  La empresa Fribín, de Binéfar, nos ha donado 12000 euros y vende en su tienda del matadero  nuestros panetones,  y va incluirlos en el aguinaldo de Navidad  que da a todos sus trabajadores”.  Otro particular,  Santiago Fumat Zaragoza, nos quiere regalar otra finca..  También mantenemos relaciones de colaboración y apoyo mutuos con la cooperativa de Vallbona  de les Monges,   que produce  vino y aceite, comercializa el “Vi de les oliveres”,  y cuenta con numerosos  disminuidos psíquicos en su plantilla.  Recientemente, Isabel Martínez, propietaria de una óptica en Vielha, nos revisó y graduó la vista a los siete componentes de la empresa  y nos ha construido gafas, todo ello gratis, a todos los que las necesitábamos”.

     Isabel, que llegó al obrador de la Fundación a entregar las gafas a los chicos (y a Jacinto, unas para leer de cerca) la misma mañana que este periodista estaba realizando este reportaje, comentó que “hacía tiempo que tenía en mente colaborar con Crisálida y al final pensé que, mejor que donar una cantidad de dinero, era hacer lo que yo sabía hacer, que son gafas, como ellos hacen pan”.

Ocio y cultura, la tercera pata del proyecto.

    Pero el proyecto de Jacinto, va más allá, mucho más allá de los maravillosos límites de Camporrells y de conseguir un medio de vida justo y digno para su “troupe”. Como puede comprobarse en su biografía, de  la que hablaremos más tarde,  la mirada de este ingeniero industrial solidario no tiene límites y se dirige y se fija en todo lo bello y solidario que ocurre en el mundo. Y por otro lado uno de sus objetivos y el de la fundación es que los muchachos que se integren en Crisálida tengan contacto con el mundo del arte y de la cultura y disfruten con actividades creativas.  

     Por eso una de sus primeras iniciativas, en 2010, al año de crearse la Fundación,   fue traer a Camporrels a Víctor Manuel, totalmente gratis a cantar la canción “ Sólo pienso en ti”, inspirada en un caso real de amor entre dos personas disminuidas psíquicas, en un acto al que asistieron 1200 personas. “Con la sorpresa de que, cuando la estaba cantando, subieron al escenario, cogidos de la mano Mari Luz y Antonio, los jóvenes amantes de un centro de discapacitados de Cabra (Córdoba) a los que en su momento se negó a casar el arzobispo de Granada, cuya historia inspiró la canción. Nunca vi llorar de emoción a tanta gente a la vez como en ese momento.” – cuenta Jacinto.

     “Las mil mariposas de las que habla la canción fueron dibujadas y numeradas en una tela de 40 metros de longitud y luego repartidas entre diferentes centros de personas con discapacidad”

     Ese mismo año se hacía entrega de los Premios Literarios de la Fundación Crisálida, en el que participan personas con discapacidad y escritores profesionales o especialistas cuyas historias tratan  sobre estos temas. Para presentar el proyecto, en 2009, vino Enrique Martínez, líder del grupo musical Fundación Toni Manero. El libro que recogía las obras premiadas  fue publicado por la editorial Milenio con prólogo de Víctor Manuel.    

    Otro proyecto cultural interesante fue la elaboración de un gran mural al pie del edificio de la Fundación, realizado por los chicos de Crisálida con participación de numerosos artistas de la zona. En la fiesta de su inauguración vinieron los Comediants, que crearon una  perfomance  para la ocasión.

    Desde 2012, los miembros de la Fundación realizan andando, en verano, el Camino de Santiago, “en el que hemos encontrado a gentes y grupos maravillosos, con los que mantenemos una relación de amistad y compartimos proyectos”.

   2014 ha sido especialmente fructífero en actividades y proyectos externos para Crisálida y sus integrantes.

    El 6 de Junio fueron a Sarajevo, donde fueron recibidos por autoridades y entidades cívicas del lugar, en los actos conmemorativos de los 20 años de la Fundación  del ex general bosnio de origen serbio Jovan  Divjac,  después de  haber visto por televisión, la impresionante imagen, el 6 de abril de 2012,  de las  11.541 sillas rojas que recordaban a cada una de la víctimas del asedio de Sarajevo por las tropas serbias 20 años atrás.

     Previamente a la visita a Sarajevo, en julio de 2013, celebraron un acto de homenaje a esta ciudad mártir con la participación de una joven violinista bosnia residente en Barcelona, “en recuerdo del cellista que estuvo tocando día a día durante los meses que duró el sitio”, y el arquero olímpico del 92, Antonio Rebollo..

    El dos de noviembre de 2014, hace tan solo un mes, vinieron a la Fundación Crisálida de Camporrells, el ex general Otelo Saraiva de Carvalho y una bailarina  de Mozambique, que actualmente trabaja en la embajada de este país en Madrid, en los actos de celebración del cuadragésimo aniversario de la Revolución de los Claveles portuguesa. Los claveles que se repartieron ese día llegaron, posteriormente a la catedral de Santiago, en último “camino” hecho por los jóvenes crisálidosds y sus monitores recientemente.  

Una vida abierta, de corazón, al mundo 

    La biografía de Jacinto Marqués Mancho (Camporrells, 1966)  sorprende y seduce por la rectitud de su trayectoria pese a lo alambicado y sinuoso de  su movilidad geográfica.

    Estudió hasta 5º de EGB en su pueblo y realizó el bachillerato en Tamarite y Lleida. Se trasladó a Barcelona donde inició los estudios de Ingeniería Industrial en la Escuela Industrial de la calle Urgel, pero los interrumpió para ponerse a trabajar.

    En 1992 se fue a Bolivia desde donde realizó viajes por otros países de Sudamérica, trabajando con ONGs como Intermón OXFAM.

    Un año más tarde, en 1993, se marcha a vivir a Mozambique donde permanece cuatro años. Los dos primeros trabaja en la capital, en un centro que acogía a 180 “meninos da rua” (niños abandonados) y los otros dos en Chicualacuala, en la frontera con Zimbawe , colaborando con Médicos sin Fronteras en tareas logísticas.

    En 1997, sale de África y salta a Asia,  concretamente a Antapur (India) para trabajar con la Fundación Vicente Ferrer. “Allí me hubiera quedado a vivir para siempre si no hubiera contraído una grave enfermedad que me obligó a volver a casa”.- confiesa.

    En 1998 regresa definitivamente a España, donde termina sus estudios de ingeniería, encuentra trabajo como profesor en el colegio La Salle de Mollerusa residiendo en Camporrells. El año 2000 realiza una visita a Nicaragua  donde conoce personalmente a Ernesto cardenal, que “refuerza mis convicciones cristianas en lo espiritual y socialistas en lo social en la línea del fallecido ex dirigente del PSUC Alfonso Carlos Comín”.

    En 2013, cuando el proyecto del obrador Atenea reclama su dedicación exclusiva,  pide la excedencia de su puesto de trabajo.

    Entre los proyectos más inmediatas que bullen en su cabeza está el ampliar las plazas de la residencia Crisálida a 10 o 12 jóvenes, la construcción de las cuatro casas para jóvenes o parejas de discapacitados independientes y crear un “bosque encantado” con intervenciones artísticas en el bosque de coníferas que se hallan en los terrenos de la Fundación.    

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