Por José Luis Solanilla
Fotografías: Rafael Esteban
El pasado 9 de Octubre tuvo lugar en El Condumio, una gran taberna situada en la plaza de Santa Cruz de Zaragoza, un singular duelo entre dos productos magníficos de la huerta aragonesa.
Memos puesto a ‘reñir’ nada menos que un tomate rosa de Barbastro contra un tomate corporales de Daroca. El primero de mi huerta y el otro del cultivo del amigo Rafa Esteban, colaborador habitual del Pollo Urbano.
Habíamos decidido celebrar la cata comparativa a la vista de las continuas y permanentes muestras de exaltación que hacíamos uno y otro de sus respectivos productos hortícolas. Al final, el corporales ha gustado más a algunos de los presentes por su dulzor, aunque otros hemos decidido que la acidez y textura del rosa de Barbastro eran incomparables. De todas formas, creo que esa ha sido la conclusión: que son dos tomates tan ricos que cada uno tiene su sitio en la cocina regional e incluso nacional.
Y lo mejor de todo es que Carlos Sánchez, propietario del Condumio, haciendo gala de su gran amabilidad y profesionalidad, ha completado el festín con una degustación de sendas conservas de pimientos y alcachofas asadas que José y Presentación, dos amantes de los productos de toda la vida, hacen de forma totalmente artesanal en Alacón. Para rematar, hemos regado todo con un vino de garnachas viejas que elaboran los susodichos, también en Alacón, vino de quitarse el sombrero, dicho sea de paso. Hasta el espectacular vinagre con que hemos apañado la cebolla traída por Rafa desde Daroca viene de la citada localidad.
Aparte de esas conservas, en El Condumio tienen una completa carta de especialidades con la que arrancar el vermut o comer, merendar o cenar a base de raciones con estos productos y otros procedentes de Extremadura, tierra natal de Carlos. Muy recomendable esta taberna del centro histórico de Zaragoza, a pocos metros de la plaza del Pilar y muy cerca también del Tubo.