El Pollo Urbano para el gigante y el enano / Dionisio Sánchez


Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
elpollo@elpollourbano.net

   Con motivo de la celebración del décimo aniversario de la revista “Crisis”¨me pidieron una colaboración para el número extraordinario que festejaría su décimo aniversario.

   Y aquí queda para todos nuestros lectores, el texto que les envié:

    La revista El Pollo Urbano había nacido en marzo  de 1977, pero en los años ochenta  le creció la cresta, el pelo, la barba e, incluso, las  tetas. Por eso, algunos malintencionados la llamaban La Polla –urbana, por supuesto-. Realmente, fueron unos años absolutamente plenos y desbordados de dinamismo cultural  en nuestra ciudad,  que abandonaba día a día el aspecto  de  pacata provinciana para ponerse a tope de todo lo que podía significar acción, modernidad  e , incluso,  en algunas actividades artísticas, pura  vanguardia.

     El Pollo nace contra el conservadurismo de los medios de entonces,  que a todas luces nos obviaban, y contra la posición estalinista de los escasos de nueva creación que se creían depositarios de las líneas maestras de la “cultura” que se debía hacer y que -de hecho- llegaron a imponer con el paso del tiempo.

    Pero en  el ínterin nos dio tiempo a disfrutar como  auténticos hijos de puta. Y como eran tiempos de asentamiento del sistema democrático, la autoridad aún no sabía bien cuál debía ser su actitud ante nuestras propuestas.  Ocasión que, evidentemente, aprovechábamos para pasarles  la lija por la boca.

     En las navidades del 82 nos tapiamos en la cueva de ensayo del grupo de teatro  Grifo en la calle de las Vírgenes para protestar por la política cultural del ayuntamiento de la ciudad. Ya no nos podían obviar porque El Pollo Urbano era nuestro vocero.  Una revista que se abría paso entre los movimientos más avanzados  de Madrid y Barcelona gracias a un nuevo estilo de venta y promoción que poníamos en marcha en las Ramblas de Barcelona y en el rastro de Madrid cada vez que salía un nuevo número, aunque en nuestra ciudad  algunos quiosqueros se negaran a venderla.

    Un ejemplo de la acción pollera: según las autoridades culturales de entonces, seducidas por los cantautores y la aburrida música de raíz, decidieron que el rock no existía. El Pollo inició un dossier  donde salían  grupos  urbanos zaragozanos hasta debajo de las piedras. Mientras, la izquierda en el poder, en un alarde de colaboracionismo, publicaba en sus medios los lugares donde los jóvenes nos poníamos como zorros de fumar y beber para dar pistas a la policía. La respuesta de los pollos fue tan intensa denunciando el hecho que prefirieron incorporarnos a su semanal  antes que mantenernos sueltos y sin bozal.

    Pasaba de todo y todo intenso y peleón. Éramos un colectivo que alrededor del Grifo aglutinaba todo tipo de personal: escritores, actores, pintores, músicos… y, por tanto, tocábamos todos los palos. En la radio, por ejemplo,  aterrizamos en Radio Heraldo, luego Radio Minuto y, finalmente, en Radio Ebro con un programa campeón que inició su trayectoria llamándose La Cafetera y acabó siendo gatera donde empezaron a asomar el morro aquellas personas y agrupaciones  que no tenían voz en la emisoras convencionales.  Pasado el tiempo, como es natural, pronto se olvidaron de quienes hicieron posible que debutaran. La memoria es muy floja, sobre todo cuando se alcanza el poder.

   Nos arruinamos tres veces con la revista y otras tantas buscamos la manera de que el Pollo, nuestro Pollo, no desapareciera. Así se convirtió en  Pollo-programa de mano, Pollo-póster en serigrafía, Pollo-dazibao  o  Pollo-cinta magnetofónica con locuciones teatrales incluidas. No podíamos dejarlo morir porque nos iba en ello nuestra propia supervivencia.

  Y como no se podía parar y nos sobraba energía a raudales, hasta creamos el primer grupo de punk-rock  de España llamado la Ladilla Urbana que hizo furor en la discoteca Liverpool y eso que no se llegó a grabar ningún disco.

     Finalmente, el éxito pollero (bueno, lo que los “otros” denominan éxito) llegó cuando nos subimos al enorme tren que era el Heraldo de Aragón el 4 de diciembre de 1988 de la mano de un visionario José Luis Trasobares. Y allí, acompañado de una gran orquesta y unos asombrados coros, El Pollo Urbano apareció como página dominical  y se consolidó hasta el 25 de octubre de 1992. Aquel  Pollo dominical constituye hoy en día, sin duda, la  mayor y más veraz fuente de información “complementaria” sobre lo que nos ocurrió a los aragoneses en ese periodo tan sui generis de nuestra existencia. Pollo sin trampa ni cartón, sin ningún tipo de censura, con innumerables colaboradores ocultos y con una visión satírica de la política aragonesa sin precedentes en nuestra bimilenaria historia.

    Pero los integrados en el aglutinante pollero  no dejaríamos acabar los 80 sin transformarnos adecuadamente en una suerte de productora  audiovisual para meter la nariz en la incipiente televisión regional con una serie de programas  extraordinariamente peculiares  e impregnados de fuertes dosis   de humor surrealista y baturro que se llamó El Tercer  Canal. Ante el éxito que cosechó el formato, el gran director que fue del Centro Regional de TVE en Aragón,  Max Alonso, nos animó y permitió que realizáramos la primera serie que pudieron ver los aragoneses y que ,¡cómo no!, giraba en torno a uno de los nuestros: Pedro Saputo.

   Los 80 en Zaralonia fueron nuestros y nos los bebimos hasta reventar. Llegaron los 90 y apareció internet y  entonces fue, cuando, de verdad, colocamos al Pollo en el mundo.

    Y hasta hoy que sigue piando a gritos consolidado y reconocido como un medio de vital importancia para comprender el devenir social y cultural de  nuestra comunidad y  -como siempre- terror  de tanto tonto como busca anidar en el entramado político aragonés.

El momento presente

    La revista está confeccionada sobre el proyecto WordPress (la última versión 3.8) y deriva de un proyecto anterior realizado con Joomla (versión 1.5.x.), el cual sustituía el modelo antiguo de la edición manual de los contenidos con la herramienta Dreamweaver y está gestionada por Neodoo.es

    La revista se compone de un sistema basado en WordPress en el que los editores pueden escribir sus contenidos en un entorno privado y posteriormente, lanzar esa edición en Internet para que los internautas puedan disponer del mismo.

    La arquitectura está montada con recursos en la nube tales como un servidor con 2Gb de RAM, 2 CPU’s, 80 Gb espacio en disco, 60Mbps de red pública, 120 Mbps de red interna, IP pública y copias de seguridad. De forma complementaria, la revista dispone de las correspondientes cuentas de correo para los integrantes del equipo.

    El motor del proyecto tiene una serie de personalizaciones, entre las cuales se incluyen una serie de extensiones (plugins) que van desde la gestión de banners hasta la incorporación a un  contexto de social media para que los internautas puedan divulgar  los artículos en  los entornos más conocidos (Facebook, Twitter, Google +, Picassa, LinkedIn, …), un sistema de votaciones, la posibilidad de publicar los artículos en las cuentas de Twitter y Facebook de la revista “El Pollo Urbano” desde la propia herramienta CMS de WordPress, un sistema de votaciones o un boletín de noticias en el que se envían notificaciones tanto a los suscriptores como a los internautas inscritos. Este sistema, por tanto,  está conectado a un servidor de correo  especialmente preparado para el envío de correos masivos (Elastice Mail).

    Además de la edición de contenidos del periódico, existen otras secciones en las que se trabaja con otro tipo de elementos multimedia, lo que implica disponer de los ordenadores y programas necesarios para ello: edición y maquetación de vídeos, conversión multimedia a formatos web (mp4, …), montaje de audios (con diferentes programas, entre ellos uno de éxito inusitado en Hispanoamérica denominado “El Rancho de Sánchez” incluido en el genérico  RadioPollo)  y sus correspondientes paso a formatos web (mp3, …)

    Dado el alto volumen de contenidos multimedia que realizamos, se utiliza un canal propio Pollotube,  dentro de Youtube  para difundirlos.

    Queridos lectores, feliz verano para todos. Salud!   

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