La Corte municipal / Dionisio Sánchez


Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
elpollo@elpollourbano.net

Queridos amigos, compañeros y camaradas:

Cuando aprietan los calores el cuerpo y el alma piden una pausa. Y más después de este singular invierno y  primavera que hemos pasado.

De repente, los ciudadanos de a pie nos hemos visto protagonistas del rebufo que han generado unos señores a quienes no tenemos el gusto de conocer, que no tienen ni cara ni ojos pero que, según parece, son los que apañan nuestro día a día. No son, pues, las personas ni las siglas a quienes votamos los que cogen nuestras riendas –país por país-   para llevarnos a buen puerto, cual si fuéramos acémilas de carga atravesando las veredas de montaña, sino unos entes abstractos que,  al parecer , comen dinero y sudor humano sin importarles las circunstancias en las que se hallen los que son objeto de su voracidad energética.

Y  mientras eso ocurre en las alturas, en la sentina de nuestra nave baturra municipal, se sigue cociendo la arbitrariedad, la mentira y las poses del “progresismo burlesque” que mantiene la “zurda” a la izquierda de la oficial socialista. El caso de Zaragoza, sin duda, es de libro. Un referente único en España de  actuación absolutista  en pleno siglo XXI sin que exista –de momento- rey en el ayuntamiento zaragozano ni nobleza cortesana –aparentemente- que lo sustente.

El semi-rey Belloch, paracaidista enviado al dulce destierro  de la   gusanera tras su maloliente gestión en los ministerios de Justicia e Interior del gobierno del capitán Kan (1) le fue cogiendo gusto a una ciudad que cuando llegó se  le quedaba pequeña y provinciana. Desde que aterrizó, teniendo como manager a Jerónimo Blasco y como inspirador orgánico  primero al derrotado socialista Comín y posteriormente cedido al fontanero experto en espías  Sr. Gimeno, su reinado ha ido fortaleciéndose día a día ante la pasividad del aparato socialista, dominado entonces por Marcelino Iglesias que prefería la “pax romana” a la limpieza ideológica  que le proponía la ortodoxia socialista zaragozana. El trío perfecto plantó cara al aparato y venció en todas sus batallas haciéndose un hueco a día de hoy imposible de destruir aunque fuera bombardeado con la “partícula de Dios”. Máxime cuando la pasada derrota socialista impide a Rubalcaba dedicarse a minucias de provincias y siendo el semi-rey, mal que bien, el único alcalde “socialista” de una  ciudad representativa en España. Sabedores del  estado del paño, la Orquesta de la Gravera actúa con un desparpajo tal que don Jerónimo, sin ir más lejos,  está dejando pequeño al mismísimo Conde Duque de Olivares. Hila a su capricho decisiones millonarias  y pronto lo hemos de ver paseando en bici, con manto de armiño y repartiendo a los fieles billetes de 500€. Y no hemos de  perder de vista –en este sentido-  las acciones de don Fernando quien, porque le sale de sus iniciales convicciones revolucionarias , le firma de puño y letra a su señora un suculento contrato de más de 60.000 euros para que se divierta manejando fondos publicitarios –curiosamente- en una única dirección mediática.

Pero la descarada actuación de la monarquía municipal no se podría explicar sin analizar las actuaciones de los representantes  de unos pueblos conversos que ponen sus armas al servicio de esta monarquía circense siguiendo la vieja norma del derecho germánico  y actualizando sus relaciones de clientela, séquito y vasallaje, a cambio de nóminas y gasolina. Esta monarquía bufa se autodenomina  “Gobierno Progresista”. Ponen cara de furor rojo y apalancan la mano para trastear bicocas. Y vuelven a sonreír. Es lo que tiene la democracia: que es muy divertida para los que están en la Corte.

 

En fin, amigos y camaradas, que nadie les amargue el verano. Tiempo maravilloso para cargar las pilas, leer, coger color y mandar el móvil a cascala. ¡Felices vacaciones y viva España! ¡A caballo! ¡Yihiiii! Salud!

 

(1)»Soy el capitán Khan, su hombre está en Laos». El hombre era el prófugo Luis Roldán, de 51 años, y el destinatario del mensaje, el comisario Juan Antonio González, jefe de la Brigada Judicial de Madrid. Todo parecía muy fácil. Pero el comisario González creía estar viviendo un sueño entre vapores de opio desde que el 18 de febrero salió de Madrid acompañado de Maximiliano García Cantos, jefe de cooperación internacional de la policía.Los dos sospecharon que les estaban tomando el pelo hasta que el capitán Khan golpeó la puerta del cuarto de baño de la habitación 610 de la zona internacional del aeropuerto de Bangkok (Tailandia) y… apareció Roldán. Con gabardina y dos pesados maletines”.

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