Los Covidiotas / José Luís Llera

 
Por José  Luis Llera Gil

    Este nuevo adjetivo que sin duda será  incluido próximamente en el Diccionario de la Lengua Española y , por consiguiente, utilizado…

…con profusión, merece que excluya en este número  de mayo de EL POLLO URBANO un nuevo capítulo de mis vivencias lo cual espero poder hacer en una nueva oportunidad, con la anuencia del Director Dionisio Sánchez.

   Si tenemos ganas, que lo requiere, repasar las noticias reflejadas  cualquier día y medio de comunicación, veremos que no hablan casi nada más que de la pandemia que actualmente nos  asola,  en sus aspectos sanitarios y económicos,  argamasados con una sarta de mentiras que no sé cómo catalogar. Menudo chollo tienen estos medios ya que en caso contrario no sabrían de qué hablar.

   La palabra “covidiota”, título de mi artículo de hoy, se aplica a aquellos que hacen caso omiso a las directrices sanitarias dictadas por los “expertos” aun cuando aquellos no existan,  para paliar la pandemia.

   Voy a referirme ahora brevemente  a la vacuna Jonsson sin ninguna connotación política pues ya dije, en cierta ocasión al Director de EL POLLO URBANO que para hacerlo con éxito había, sin duda, muchas y mejores plumas que la mía,

   No obstante podría hacerlo  por mi historial, pues soy el primer ciudadano no médico que organizó en el mundo una campaña con duración de varios meses,  denominada TODOS CONTRA EL SIDA, encabezada por el descubridor del virus Dr. Luc Montagner, y con el Director del Instituto Pasteur de Paris, varios médicos especialistas de España y Francia, autoridades de Pau, colegas de mi Asociación Zaragoza Amigos, todos bajo la Presidencia de Honor de la Infanta Elena, y acontecido  hace 30 años. Tuve  también la satisfacción de encabezar una lista para el Gobierno de Aragón, la opción de  formar parte de otra para el Parlamento europeo, juntamente con el exministro Eduardo Punset, así como de crear un Partido Político registrado en Madrid,

   Por otra parte quiero destacar la serie de mentiras que se oyen y aplican en los medios de comunicación relacionadas con la pandemia.  No hay quien entienda  absolutamente nada. Te dicen unas frases favorables en cuanto a datos de contagio, ocupación de camas UCI, fallecimientos por el virus, número de vacunados, etc., e inmediatamente dicen lo contrario. Es una vergüenza. Por otra parte y aun cuando sea una coincidencia, hace una semana he buscado el nombre exacto de una nueva vacuna, para escribirlo correctamente, y no lo he encontrado en ninfún espacio informativo hasta  varias horas después.

   A quien corresponda he de decir que Aragón, por su proximidad con Cataluña,  está al borde de la mayoría en España de cifras de contagios y ya decía yo hace tiempo que debíamos  poner remedio a esta situación pues tenemos una frontera grandiosa y por consiguiente peligrosa con esa Comunidad Autónoma, mimada y apoyada en exceso.. Desafortunadamente al tener un Gobierno coincidente políticamente con el Central, se agrava más aún la situación ya que, casi siempre, nuestra Comunidad ha de dar cifras consensuadas. Tambien percibimos datos que no son veraces como “ HEMOS LOGRADO UN HITO MUY IMPORTANTE CUAL ES QUE EL NUMERO DE VACUNADOS SUPERA YA AL DE CONTAGIADOS”. Ja, ja ¡que risa¡.,Esto dudo sea verdad si bien he de destacar la gran labor organizativa del proceso de vacunación que es ejemplar y el trabajo realizado por el personal sanitario y otros.

   Voy ahora a sugerir algún aspecto  para que lo tengan en cuenta nuestros “expertos”:

   El tema de  economía no tiene ética alguna pues además lo he vivido en París. Por eso y por mi experiencia, quiero aplicarlas al tema de las vacunas en España.

   La venta de estos productos es normalmente una lucha constante entre el fabricante y el comprador. Los primeros no quieren perder sus amplios ingresos y los segundos disponer del número suficiente de éstas para sus asuntos y mantenimiento del poder. Cómo es sabido el precio de las vacunas era alrededor  de 11 euros y la última que ha salido al mercado ascendía acerca de 20.

  Estas  nuevas vacunas hacen que otras hayan perdido actualidad o quedar algo obsoletas, por lo que sus fabricantes, sin ética alguna,  han de retrasar la salida de sus laboratorios, negociar el  precio de las nuevas y potenciar de algún otro modo sus ventas. La denominada Janssen es un claro ejemplo no por parte de sus creadores, sino por parte de sus compradores. No siempre se tienen en cuenta las ventajas médicas que ofrecen sino el precio.

    La U.E. está claro que ha fracasado estrepitosamente ya que los fabricantes no han cumplido hasta ahora con los plazos de entrega y los nuevos toman medidas que frenan las  firmadas en apoyo a sus ganancias económicas.

   Nuestro país va a enviar dentro de un breve plazo de tiempo a determinados países de hispanoamérica unos millones de vacunas, gratuitas, para la lucha contra esta pandemia. No está mal. Pero seguro que, como siempre, iràn a países amigotes de quienes los deciden sin tener en cuenta que la reducción del número y el cuándo se efectúe el envío va en  detrimento de muchos españoles que al carecer de ellas fallecen irremediablemente. Otro ejemplo  incalificable es el grupo de esquiladores de ganado ovino procedente de Uruguay que vinieron a trabajar a España con el coronavirus adquirido en su país y están alojados ahora en una Residencia Hotel pasando la cuarentena. De nuevo ASI CUALQUIERA.

    Aunque no se aprecie del todo, amable lector, he hecho verdaderos esfuerzos para que en mi artículo no se vieran implicados los políticos por las cusas que  he  explicado al comienzo. Tiempo tendremos de hacerlo pues entre los medios de comunicación y los políticos intervinientes en las elecciones de Madrid hay motivos suficientes para ser temas prioritarios.

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