Por Max Alonso
A principios de año apareció una noticia con mucha más importancia y transcendencia que la que se le prestó.
El instituto de Estudios Cabreirés, con la colaboración de la Diputación de León, ponía en marcha la propuesta del geoparque Teleno-Medulas para acometerlo en esta legislatura. Un viejo proyecto del IEC (Instituto de Estudios Cabreirés) que había lanzado la idea del geólogo Javier Lozano y que no alcanzó ningún respaldo de la administración provincial sino que vieron consignada la propuesta con la asignación de cien euros, que era peor que decir nanay. Lo decían con rechifla.
Ahora las cosas son diferentes. La Diputación se ha comprometido a atender la propuesta en los presupuestos de forma que se pueda redactar el proyecto y presentarlo a la UNESCO. El empeño del IEC de llevarlo adelante por parte de Iván Martínez Lobo, con la idea añadida de Roberto Matías, extiende la propuesta inicial a toda la zona de la minería aurífera romana del sureste de León, como debe ser. Se busca el desarrollo de todo el territorio a través del patrimonio tanto material como inmaterial, para, según Iván Martínez Lobo conseguir “la unión en torno al asunto y aglutinar el apoyo de instituciones, expertos, agentes sociales y económicos, ya que el desarrollo debe ser trasversal y de abajo arriba.” Alcanza a todo el territorio que alcanzaron los romanos con sus explotaciones auríferas, integrado por las zonas de Maragatería, Valdería, Valduerna, Cabrera y el Bierzo
Un geoparque es un territorio que cuenta con una red de lugares de importancia geológica, etnográfica, ecológica, histórica y cultural, entre otras cuestiones, en torno a las cuales se desarrolla una estrategia de desarrollo territorial sostenible apoyada en el marco de un programa europeo de promoción del desarrollo.
En palabras de Martínez Lobo, en su presentación en Astorga, se trata de una iniciativa que va a permitir poner en valor los recursos con los que cuentan las comarcas, para mostrar la riqueza cultural, geológica y medioambiental de nuestros pueblos. La iniciativa ha encontrado así su marco adecuado y su ámbito geográfico operativo y real. A la que desde ya se querrá sumar el Centro de Estudios Astorganos Marcelo Macías.
Los geoparque surgieron en 1999 al proponer la UNESCO la creación de un programa de geoparques, que los define como áreas que presentan rasgos geológicos de especial relevancia, rareza o belleza. Estos rasgos deben ser representativos de la historia geológica de un área particular y de los eventos y procesos que lo formaron.
En 2001 la UNESCO decidió “no perseguir el desarrollo de un programa de geoparque de la UNESCO, sino apoyar esfuerzos ad hoc con estados miembros.” La iniciativa de geoparques surgió realmente en el año 2000 cuando surgieron los cuatro primeros espacios naturales: La Reserva geológica de Alta Provenza, en Francia. El Museo de Historia Natural del Bosque Petrificado de Lesbos, en Grecia. El Geoparque Vulkaneifel, en Alemania y EL Parque Cultural del Maestrazgo, en España.
Surgió a continuación la Red Global de Geoparques, formada por 90 territorios localizados en 26 países, principalmente de Europa y Asia, en 2012. En la actualidad de 2018 en España hay 12 territorios con esta clasificación. Ahora estamos en la línea de salida. En donde y como debemos estar.
Fuente: http://astorgaredaccion.com/
