¿Dónde están los renegados? / Sergio Campos

Por Sergio Campos

     Los testimonios anticomunistas surgidos al terminar la segunda guerra mundial consiguieron crear una literatura emocionante y potente musculatura narrativa.

     Sus autores habían sido comunistas y su experiencia derivó en una honda decepción que los convirtió en renegados. Renegados, en su gran mayoría, del comunismo y no de la izquierda, por mucho que se empeñaran los soviéticos en caricaturizarlos como agentes emboscados del fascismo. La apostasía de estos hombres fue la munición con la que cargaron el arma de las letras, un arma absolutamente inocua que jamás impidió el prestigio que el comunismo acumuló desde sus inicios entre el mundo político e intelectual de izquierdas, como demostró Christian Jelen en un extraordinario libro, La ceguera voluntaria. Quizá el éxito político de su labor fue inapreciable para sus coetáneos, pero desde el punto de vista intelectual su legado se nos antoja como un verdadero tesoro.

   Yo no veo hoy renegados del comunismo. En los últimos años, numerosas personas se han convertido en marionetas y voceros de un partido leninista que ha alcanzado el poder en España. Con una estrategia muy esencial, primitiva y en absoluto sofisticada, y quizá por eso eficaz, el partido Podemos, ahora Unidas Podemos tras la conglomeración con otras bandas, entre ellas el Partido Comunista de España, cuyo secretario general goza retratándose haciendo propaganda del régimen liberticida y criminal de la RDA, ha pastoreado un rebaño que se ha impuesto en las redes sociales con sus consignas antidemocráticas.

    Ni las purgas dentro del partido, ni la deriva de sus mentiras en mantras obscenos y ridículos, ni la exhibición de su líder practicando el modo de vida que sigue criticando en los demás, han logrado que se alce una sola voz en contra. Ni un solo renegado de Podemos, que los hay, ha escrito una sola línea que merezca la pena contra la idiotez que ha movido a millones de personas durante estos años. Ni una sola línea. Nada. Cero. Al revés: los desencantados callan ante los desmanes y aún se atreven a ocultar su decepción bajo los espesos balidos contra el que todavía siguen señalando como enemigo. Iglesias les parecerá autoritario, Errejón la eterna promesa embotada en la probeta de los laboratorios leninistas del partido, Monedero un cantamañanas y a Echenique le perdonaremos su rencoroso fanatismo porque va motorizado, pero por el santísimo amor de Stalincristo, que nadie nos confunda con un pepero o un ciudadanista. ¿Que Karmenski solo quiere trabajar si tiene el poder? Llamemos «carapolla» a Almeida. ¿Que se ha hecho un llamamiento criminal a manifestarse el 8M? Hagamos chistecillos sobre la infección de Ortega Smith.

     Incluso de la escoria independentista catalana han surgido voces secuestradas que han escapado de la sinrazón. Hay irresponsabilidad intelectual en la masa que está tomando conciencia de su condición rebañega. Sacudirse el yugo nunca es fácil, como tampoco lo es adecuar la mente a la realidad tras varios años de ensueños creados y dirigidos por un tercero. Pero hace falta algo que vista el desencanto con los ropajes de la dignidad: se trata del valor. Sí, hay mucho cobarde suelto.

   ¿Habrá un cambio tras la crisis de la pandemia y la horrible gestión manipuladora de Unidas Podemos? Mi vaticinio es que sí, pero para peor. La exposición de sus carencias éticas y prácticas generará una reacción virulenta cuyo fin será no solo taparlas sino expelerlas hacia el enemigo. Nos espera una espesa lluvia de mierda en los próximos meses.

El blog del autor: http://labibliotecafantasma.es/cartadebatalla/

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