A modo de balance del 2015 / Gonzalo del Campo

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Por Gonzalo del Campo

Esta es la recta final,

descomunal esperpento,

de la actual legislatura

que ha ido siempre en aumento.

Ha llegado a ser un circo

de tamaño gigantesco

donde todos actuamos

con ganas o sin quererlo.

Sería largo glosar

tantos acontecimientos

que en estos últimos años

nos han ido sucediendo.

 

Otra vez las votaciones

nos reclaman el derecho

que todos los ciudadanos

de vez en cuando ejercemos.

Cuatro años han pasado

que me han parecido eternos,

más un mes, exactamente,

desde que están los peperos.

Nos han dejado a su paso

hazañas para el recuerdo

que por más años que pasen

sin duda, no olvidaremos.

Sanidad y Educación

fueron su crimen primero

pues les dieron cuchilladas

igual que los navajeros

que manejan la herramienta

rajando a diestro y siniestro

sin pararse a comprobar

si el herido ya está muerto.

Actuaron con la saña

propia de unos carniceros

que despiezan el ganado

dejando apenas los huesos.

Eran solo avanzadilla

de lo que ha de venir luego

si no paramos los pies

a estos y demás rateros

que el TISA y el Teteype

quieren en vena meternos.

 

A un mes de las elecciones

solo importa el postureo

salir en televisión

es lo vital y primero.

Quedar bien en las encuestas

es ganar parte del “cielo”

donde solo caben cuatro

que se reparten el juego

con apoyo de los medios

que ayudan al compadreo

para que el bipartidismo

no deje paso a algo nuevo.

 

Rajoy juega al escondite

cada vez que hay un debate,

dice que emplea su tiempo

en cosas más importantes

como comentar el fútbol

un domingo por la tarde

mientras propina a su hijo

collejas edificantes

para que aprenda muy pronto

que mentir es todo un arte

y uno se ha de reprimir

para ir siempre por delante,

adulando si es preciso

a quien ha de apadrinarle.

 

¿Qué prefiere don Mariano?

Que le entrevisten aparte

y que nadie le pregunte

algo de lo que no sabe

o que no se lo haya escrito

un amanuense fiable.

A él le gusta lo de siempre,

conversación agradable,

en el sofá de Bertín

que resulta confortable

aunque no pueda fumar

delante del respetable;

estar con Pedro Piqueras

en formato presentable

sentado, de vis a vis,

y no con tres aspirantes,

de pie y unas cuantas horas,

teniendo que contestarles

sin que los malditos tics

sus mentiras le delaten.

Echa de menos el plasma

donde nadie le rebate,

pero al estar en campaña

no puede dar tanto el cante

y seguir con sus manías

sería todo un dislate.

Una charla con Pedrito

será su mayor desgaste

porque eso del “y tú más”

es lo que mejor se sabe

y es su arma preferida

para ese contrincante

que nos dará un recital

de las mismas vacuidades

que vienen sonando a hueco

desde aquel primer instante

en el que fue el elegido

para ponerse al volante

de un partido socialista

con ñapas por todas partes.

También irá con la Campos

a dar su mejor imagen

de hombre cercano y normal

buen marido y mejor padre

y no le preguntará

por lo que pasa en la calle,

la pobreza y los desahucios

la corrupción y el desmadre

de la Gurtel y los sobres,

por Bárcenas su compadre,

por su puesto en Santa Pola,

por el gasto que se hace

en armamento exportable

a los países amigos

con dictaduras fiables.

Tampoco preguntarán

por los miles de emigrantes

que abandonan el país

y dejan de ser votantes

porque darían su voto

seguro, a los contrincantes

y no se lo ponen fácil

para mejor castigarles.

No dirán ni mú del IBI,

de que la Iglesia no pague

por esos miles de inmuebles

que le llovieron del aire.

 

Desde un rincón de Doñana

Rajoy escucha el debate

al que ha enviado a Soraya

para que hable de su parte

y así poder disfrutar

sin nada que le atragante

la paella de Marbella

que es lo más importante.

Además de cobardica

demuestra ser miserable,

cuando muestra su desprecio

por los demás aspirantes

y sigue como si nada

tratando de subnormales

a todos los ciudadanos

adeptos y no votantes.

A esto habría que añadir

sus palabras al alcalde

con frases incoherentes

que no las entiende nadie

y cualquiera pensaría

que las dijera un orate.

También intentar mentir

lo creo un gran disparate

para intentar retener

un puñado de votantes,

aunque decir la verdad

no es lo más importante

para quien lo de engañar

siempre ha sido una constante,

aunque se trate esta vez

de noticias que se saben

y es imposible esconder

incluso a los ignorantes,

pues ha sido un atentado

a manos de talibanes.

Murieron dos españoles

según noticias veraces

y Rajoy adelantó

informaciones mendaces

diciendo que era un herido

por daños colaterales.

Con lo contento que estaba

con sus planes estelares

de reducir los impuestos

a quien no se jubilase.

Vaya cantidad de votos

iba Rajoy a sacarse

con los de su propio gremio

y con otros similares

que tan solo se jubilan

cuando llega el jaque mate.

 

 

 

¿Y qué hay de todo el equipo

que comenzó la andadura

aquel veinte de noviembre

de nueva legislatura?

 

Algunos ya se han marchado

a puestos de más altura,

como el ministro Cañete

experto en agricultura,

hoy en día Comisario

sin necesidad de urnas.

De manera digital

le aconteció la fortuna

de recalar en Bruselas

donde la vida no es dura

y seguirá alimentando

su bien ganada gordura

y haciendo buenos negocios

desde su actual tesitura.

 

Wert, refugiado en París

muy lejos de la amargura

de habitar “Dans les banlieus”

pues fue toda una figura,

al lado de su mujer,

de fidelidad perruna

al proyecto de Mariano

de acabar con la Cultura

a base de acuchillarla

con saña más que tozuda.

 

También la Mato se fue

dejando tras si la duda

si era una tonta del bote

o su cara era más dura

que pedernal de granito

de recias arquitecturas

lo mismo que otros colegas

de la misma catadura.

 

¿Qué ha sido de Gallardón

y su rutilante estrella

de ministro poderoso

de justicia, con cartera?

No se sabe de seguro

con suficiente certeza

si seguirá en el Consejo

que salió de la chistera

de doña Esperanza Aguirre

la ocurrente presidenta,

pues prometió la Cifuentes

acabar con la prebenda

de ocho mil quinientos euros

con que Gallardón se queda

junto a otros cuantos vivales

que ejercen de consejeros.

De lo que dijo la Cifu

no hay nada por el momento

y creo que no lo habrá

por mil años que esperemos

pues no hay apenas promesa

que no se la lleve el viento

si se promete en campaña

donde casi todo es cuento.

 

En las últimas semanas

de Montoro nadie sabe,

está fuera de campaña

por ser poco presentable,

mejor es que salga Hernando

diciendo barbaridades

o, si no, Pablo Casado

que miente sin inmutarse,

eso sí con cartelitos

como si estuviera en clase,

todos bien plastificados

que resultan más fiables,

aunque con ellos defienda

a una banda de rufianes.

La Cospe está congelada

para que no se desgaste

pues es la mejor tijera

que ayuda a Rajoy, el sastre,

a recortar los servicios

y explicar lo inexplicable,

dando por bueno a su jefe

aunque sea abominable

su manera de afrontar

todo lo que es importante

salvo el asunto del fútbol

que domina como nadie

y eso de fumarse un puro

que es cosa muy relajante

y le hace afrontar las cosas

con reposado talante.

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