Simones y amiguetes / Dionisio Sánchez

PDionisioRanchero
Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
elpollo@elpollourbano.net

Con motivo de la celebración de los  premios Simón (una falacia pueblerina y mimética del similar evento matritense a su vez copia provinciana de los admirados “oscar” imperiales )  nos tomábamos unas cañas unos ciudadanos  indeseables y yo mismo…

…mientras tratábamos de encontrarle sentido a una fiesta  que –absurdamente- celebra la inanición de nuestra inexistente cinematografía, también llamada “tejido” ( a veces industrial, a veces cuchipanda de aspirantes a la nada celulóidica) pero que conlleva –como debe  ser-  un gilipollesco balcón para que te miren los mismos que posan y que se llama photo-call y que no es nada más que un panel lleno de anuncios e iluminado para que una cuadrilla de catetos y catetas se paren en él luciendo vestidos  de misa de domingo de fiesta de pueblo y sonrisas agafotadas  como si estuvieran enfrente del ojo de la increíble cámara del  gran fotógrafo del Variety de Remolinos, y que no es otro que el modesto encargado del bar/garito  vintage “El imperdible”.

     Es difícil dar por buena tanta memez, máxime cuando la administración que se dora y se recrea con la “mise en scène”  apenas si pone el importe de un miserable bocadillo de chorizo en plenos sanfermines. Ya puede estar contenta la consejera Serrat de haber dado con un encantador de serpientes como es su brillante director general , Mr. Vadillo, que,sin poner una, se pasean por la city dando palmadas, comiendo gratis en los saraos y sobando micrófonos ajenos. En el ayuntamiento también  existe su  homólogo  y precursor, Mr. Vázquez, (pagano de la simonada  -con dineros ajenos, naturalmente- y veterano  dirigista cultural aunque ahora este pasando mucho miedo y no asome la jeta excepto lo imprescindible esperando ardientemente que se cierre el telón  del olvido público). Es difícil recordar a unos  pájaros  de estas características que haya sabido tan bien y tan pronto, encontrar el verdadero forro del artisteo local, el verdadero puntazo de la “independencia” del  artista  gusanero. Porque, amigos míos, da igual hablar de pintores que de cineastas, de escultores que de teatreros, de literatos  negros que de históricos de la puta blanca,  de tejido audiovisual  que de la artesanía de la rana. Aquí mueren a la zanahoria de los  Va-Va  hasta Daoiz y Velarde si hubieran nacido en Pastriz y se hubieran recriado en los alrededores del Pignatelli  ( o, en según qué casos,  a los pechos de Morenito de Maracay, que tampoco es manco, sobre todo soltando denarios  o capturando  influencias institucionales para con la empresa de la multinacional Duran&Duran & Mi Cuñada)

    Hemos hecho pues, al olor del manteo de los VaVa, la pijada de la fiesta de la música aragonesa (¿qué música?), la del teatro aragonés (¿qué teatro?), la del cine (¡horror, ¿qué cine?!) y solo nos falta que como en el chiste,  Quevedo -que está  defecando en la plaza escondido en su propia capa- se levante, mire al público de idiotas mirones  y diga sonriente mientras echa   las cuentas: “Bueno….pues así están las cosas: tanto, tanto y tanto y lo que sobra….¡para ustedes!” ¡Simplemente genial

     Y en toda esta farra huera  se hace muy cuesta arriba  escuchar quejarse (¡hasta en los periódicos!)  a los que han estado viviendo (y viven) de todas esas  infraestructuras culturales  inservibles y gestadas con el inocente y “obligado” arrope socialista (teatros sin público, salas de música  sin gente o  garitos de pufo y alcohol con la vitola de “clubs de cultura”) que ahora, con los del PP, no ven ni una pero ¡aún así! se arrastran ante los VaVas mendigando un poquito de grasa para tener la cara lavada de sus haciendas culturales muertas de asco… ¡Porca miseria!  Ya solo les falta a estos programadores del dinero ajeno que pidan su jubilación anticipada y bien dotada al grito de que: “¡con la derecha, no se pude hacer cultura, hostia!” ¡Qué  vergüenza de gestores! Y… ¡qué vergüenza de artistas!

      Con este ambiente creado indudablemente desde arriba, es muy difícil pensar en una Zaragoza activa, inquieta y rompedora con unos jóvenes artistas apuntando fuerte y lejos. Con esta miasma cultural, flotando cual  detritus  cagalero  en nuestras calles solo podemos aspirar a tener  abundantes dirigentes y comisarios culturales a cada paso, en cada barrio, en cada centro cívico, en cada asociación y en cada metro cuadrado de pavimento…Tal que si de Caracas habláramos . Pero artistas, nuestros artistas del futuro,  esos, estarán, de nuevo y como siempre, respirando con esfuerzo bajo los adoquines esperando que llegue el día en que,  el hambre   y el  hastío les haga reventar y tomar las calles y se decidan a fumigar hasta su  desaparición de la gusanera a los Vavas, a los gestores, a los dinamizadores  y a toda la demás ralea burócratica que nos está haciendo vivir esta filfa apestosa y aburrida a la que ellos mismos llaman cultura ¡Vaya mierda, señores! ¡A caballo! ¡Yihiiii! ¡Salud!

Artículos relacionados :