Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
dionisio@elpollourbano.net
Aragón es tierra de milagros y no pequeños. Quizá el hasta ahora más conocido por todos los españoles sea el de Calanda que, en esencia, consistió en que la Virgen del Pilar le amañó una pierna perdida a Miguel Juan Pellicer, un humilde labrador zaragozano…. ¡Jodo petaca, qué milagro!
Imagínense ustedes que llega el tal Miguel Juan, allá a finales de Julio de 1637, y que mientras cabalgaba a lomos de unas mulas que tiraban de un carro de trigo que llevaba a Castellón de la Plana, los animales se alteran, el carro hace un extraño, se cae nuestro hombre y con tan mala suerte que lo hace entre los animales y el carro le pasa por encima de la pierna, con lo que el destrozo fue extraordinario: su extremidad se fue a cascarla, necrosada e inútil . El mozo vuelve a Zaragoza para el Pilar y su primera visita es para rezarle a la Virgen. Más tarde ingresa en el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia donde le amputan el miembro estéril. Luego de la operación , nuestro hombre hubo de recurrir a la limosna a las puertas del templo donde, por cierto, se ungía gratis con aceite de las lamparillas el muñón de su pierna para aliviar el dolor.
Y así “anduvo” hasta que un 29 de Marzo de 1640 de su yacija salió una fragancia y olor suave a perfume celestial que despertó a su madre y al acercarse, admirada, vio que a su hijo le había nacido una pata nueva y negra donde antes solo existía la nada ¡Oh, milagro!… ¡Jodo petaca, qué milagro!
Bueno, pues casi similar a este famosísimo prodigio del siglo XVII, a día de hoy podemos aportar otro, no menos increíble, y que ha sucedido en la persona del destacado pro-socialista y, según la maravilla que relataré, perenne director de la Televisión Autonómica Aragonesa, don Pepe Quílez.
Este hombre que se inicia, alcachofa en mano, en la Cope zaragozana y llega a ser corresponsal del Diario del Alto Aragón, inicia su meteórica carrera alunizando en el Centro Regional de Televisión Española en Aragón como Jefe de Informativos para más tarde, ser su director. Y de ahí, a la gloria Marcelina en el Emporio televisivo autonómico.
Durante su mandato, la televisión autonómica no ha dejado de ser un agujero negro económico sin ningún interés televisivo y ,por supuesto, alejadísima de ser un elemento potenciador del “tejido audiovisual aragonés”, concepto éste, con el que se les llenaba la boca a nuestros políticos. Ni tejido, ni audiovisual ni aragonés. La televisión de Quílez no ha sido nada más que una máquina de repartir pasta a las grandes productoras nacionales (vinculadas al Psoe hacedoras de unos programas catetos e insufribles), y a las breves, poderosas y advenedizas locales trufadas en poderosas alianzas. Naturalmente habiendo, como no, excepciones dignas de todo elogio. Pocas, tan pocas que tal vez sean solo dos productoras las que han sido ungidas con los santos óleos del santo Quílez.
Nuestro hombre, todo sensibilidad hacia el marcelinato, sermoneaba sin pudor a todo aquel que se separaba una ápice de la ortodoxia sociata, que como todo el mundo sabe, consistía en que lo que no fuese halago y baboseo, era crítica demoniaca y por tanto, había que exudarla de la parrilla. Todo un censor, pues, al servicio de unos jefes que, por suerte para los aragoneses, tenían y tienen más sentido del humor que él mismo. Pero los censores son así: se adelantan a los hechos ¡por si acaso!
Bien, pues así las cosas, y habiéndose ganado Quílez -y bien ganado- un traslado a Madrid si Zapatero no hubiera sido el presidente más torpe de la Historia de España, amanece en Aragón el Partido Popular siendo Luisa Fernanda Rudi, su mujer y campeona en esta orilla del Ebro. Es decir tenemos a nuestra antigua alcaldesa, otrora presidenta de las Cortes Generales y luego diputada europea, al frente de la Diputación General de Aragón, teta madre de la Televisión Autonómica de Aragón ¡Chis póm!
Pues hete aquí que un Partido Popular que apuesta por mandar a cascarla las televisiones autonómicas, teniendo de vecinos a unos navarros que sin ella y sin articular melonadas parecidas, marcan la pauta de cómo no gastarse el dinero en gilipolleces, la Televisión autonómica aragonesa no solo se respeta sino que Quílez es renombrado su factótum. ¿Quién lo entiende? ¿Un socialista en la Corte audiovisual de la Reina Rudi? ¡Jodo petaca, qué milagro!
En la pasada fiesta de presentación de los candidatos del Par y el PP a las Cortes y al Senado celebrada en el hotel Doña Petronila de nuestra ciudad, me infle de preguntar a los grandes próceres que allí se dieron cita y nadie supo darme respuesta. El nombramiento de Quílez es un arcano indescifrable: un nuevo milagro sin duda que deja pequeño el de Miguel Pellicer y su pantorrilla negra pegada a una entrepierna blanca.
Muchas preguntas comenzaron a tomar cuerpo en el bar del hotel ante tamaño asunto: ¿El PP y el PSOE son lo mismo en Aragón? ¿En España también?
Mientras, Quílez intenta agraciarse con sus nuevos amos y lanza al ruedo melonadas como que la Televisión Autonómica de Aragón tiene un 13% de Share …..¡durante las Fiestas del Pilar! ¿Qué televisión del mundo entero va a estar interesada en transmitir 24 horas seguidas los trompicones unas vaquillas ridículas –excepto para los partícipes del entrañable espectáculo- o una Ofrenda de Flores de 18 horas de duración? Naturalmente, solo la nuestra y para que lo vean los abuelos que se han quedado en casa porque el resto de los aragoneses estábamos en la Plaza del Pilar o de huída pirenaica. Según la televisión de Quílez, unos 3 millones de aragoneses vimos la Ofrenda -y eso que según Jeromín de las Graveras participamos cinco millones en el paseíllo floral- aunque bien es verdad que solo somos un millón y poco más de habitantes en el ancho y largo Aragón. Pero los milagros, son los milagros: Así ocurrió con la afluencia a la Expo y nadie cuestionó el fenómeno.
El rey del mambo y adalid de la libertad de expresión (solamente en las mesas redondas donde se le invita) sigue sin enterarse que sus informativos sólo se ven en los pueblos, que es dónde los aragoneses tienen verdadera necesidad de afirmarse. Si se diera una vuelta por los bares de Zaragoza, comprobaría lo que verdaderamente ve la gente a la hora que desde la casa común de los monegros, minegros y pirinegros se emiten esos informativos edulcorados y cada día más cercanos al NO-DO de don Paquito Franco, el africano. Y por si fuera poco, amigos y camaradas, el prosociata valiente ha descubierto en su televisión ¡la jota! ¡Hay que joderse y qué baratos son los programas que le gustan a la mass media del desierto! ….Al principio de la tele, él pensaba como los organizadores de las Fiestas del Pilar, que lo jotero era cateto y había que desterrarlo. En las pasadas, el mayor éxito lo tuvo Bertín Osborne y Arévalo . Y eso que le siguen sin dejar el Teatro Principal a Marianico el Corto. Y ya puestos así…..¡para qué vamos a hablar de los éxitos inenarrables de la autonómica! …De esos debates gilipollas pero, eso sí, con unos participantes educados y con corbatas de animalicos….Y esos magazines y programas deportivos que huelen a rancio y apestan a amigotes que vienen de Madrid en el AVE a llevarse la pasta gansa y soltarnos unas peroratas demostrativa de su inteligencia adquirida osmóticamente por su vivir matritense….¡En fin, Serafín! Lo dicho. Hablaré con el Arzobispo para que me explique este milagro llamado Quílez.
¡A caballo! ¡Yihíiiiii! ¡Salud!