Somos unos cachondos / Dionisio Sánchez


Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano

 

     Queridos amigos, compañeros y camaradas:

    Hay cosas que sólo pueden suceder en Zaragoza o…..en ningún sitio.

    Probablemente en alguna antigua glaciación ocurrieron en esta zona del Valle del Ebro que hoy ocupamos fenómenos extraordinarios que nos dejaron una inercia especial a sufrir estos avatares que, de vez en cuando, nos convierten en una población casi mágica. Eso, sin duda, hay que estudiarlo y ahí está nuestra Universidad para ponerse manos a la obra.

    El extraordinario fenómeno ocurrió en el Hospital de Nuestra señora de Gracia (conocido popularmente como “el Provincial”) donde el pasado 18 de Marzo el Gobierno de Aragón inauguró una larga reforma habida en él de casi cinco años de duración. Todos los asistentes al esperado evento, medios de comunicación comprendidos, pudieron meterse un pincho de tortilla y una cañita, recorrer sus instalaciones e, incluso, admirarse de lo extraordinariamente dotado que estaba el susodicho hospital, quirófanos incluídos. Pero…. Aconteció el encantamiento

   A los pocos minutos de terminado el acto político, como si del camarote de los hermanos Marx se tratara, unos diligentes operarios comenzaron a desmontar el holograma que con tanto orgullo habían admirado los asistentes. Allí no quedó ni un miserable bisturí para pelar una naranja. Todo desapareció y…. ¡a otra cosa, mariposa¡

   En dicha reforma cuentan ahora que se han invertido (aunque a la vista del numerito a lo David Copperfield ya nadie se lo cree) 24 millones de euros; también dicen ¡ja! que habrá una Unidad de Cuidados Intensivos (de la señorita Pepis, suponemos) y una Unidad de Reanimación Post Anestésica (a base de botellas de anís del Mono, se comenta) con capacidad para 11 bolingas….Pero lo cierto y verdad es que todo ha desaparecido.

    Unos dicen que el material está guardado en los almacenes secretos del hospital y otros que vino una nave del espacio y abdujo los materiales hospitalarios junto a dos técnicos especializados, por lo que la policía deduce que los quirófanos se han montado en la nave espacial y que será muy difícil recobrarlos…. En cuanto a los técnicos es probable que una vez que realizaran su labor en el OVNI, fueran tirados al espacio….

    De nuevo y tras este acontecimiento, Zaragoza vuelve a ocupar un brillante lugar en todos los medios humorísticos del mundo sin necesidad de haber ganado capitalidad cultural alguna. Solo nos falta –y esta vez hay que hacerlo seriamente- averiguar que ocurrió en la glaciación de la que hablábamos al principio para poder prevenir que no vuelvan a suceder estos acontecimientos, ( ya que están ocurriendo magias de de esta índole cada vez con más frecuencia: el Ebro navegable, una Expo Internacional sin internacionales, el Zaragoza en Primera con equipo de regional, el tranvía por la Gran Vía), y dejar de ser por un rato –si es posible- el hazmerreir del resto de España.

    Porque otra cosa es que esas ideas mágicas fueran de Madrí (ya que nos podríamos rebelar contra el entramado circense) pero que se nos ocurran a nosotros solos….tiene huevos la cosa ¡Anda tú que la Consejera de Sanidad no tendría una plaza segura en la carpa de los Hermanos Tonetti si volvieran a la arena! Y lo más cachondo es que le preguntan los periodistas a la ministrilla por el empandullo y contesta toda ofendida: ”Dimitir yo, ¿por qué? ¡Pero chicos que pasa! O sea que viene un OVNI, me desmonta un Hospital y yo ¿voy a tener que dimitir? ¡Estáis mal del bolo, chavales!” Y se quedó tan ancha como larga.

   A caballo ¡Yihíiiii! ¡Salud!

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