Nueva Edad Media


Por Fernando S. Salinero

¿Vamos hacia una nueva Edad Media empresarial? Todo parece indicar que en el panorama empresarial van a quedar únicamente las grandes corporaciones: bancos y multinacionales, que apesebran a los políticos…..

¿Vamos hacia una nueva edad media empresarial?

Todo parece indicar que en el panorama empresarial van a quedar únicamente las grandes corporaciones: bancos y multinacionales, que apesebran a los políticos con las migajas de sus cuentas de resultados, para que hagan leyes a su medida, y éstos colaboran en destruir sistemáticamente a toda pequeña empresa que se ponga por delante. Quieren fabricar siervos mal pagados y, lo peor es que lo están consiguiendo.

Se están dando órdenes sistemáticas de endurecer las inspecciones de todo género (algo que todo el mundo está viendo), se inventan nuevas obligaciones legales (insostenibles para las pymes y autónomos), lo que va a terminar por tumbar a las pocas que van quedando en pie, mientras que se mira para otro lado respecto a las grandes empresas o se las cubre de ayudas.

¿Puede haber algo más inmoral que enriquecer al rico a costa de sangrar al pobre?

? Los bancos se llevan ayudas de miles de millones. Si quiebra Manolo el pescadero, ¡que se joda, no haber sido autónomo!

? Que quiebra una empresa de autopistas, hay dinero para rescatarla. Que quiebra Paco, el del taller, ¡Que se joda! ¡No pensaría que iba a sobrevivir en el siglo XXI!

? Que las televisiones autonómicas pierden miles de millones con sus programas de lavado de cerebro y aborregamiento de la gente, ¡No hay problema! Que hay que bajar sueldos y pensiones… ¡Esos abuelos que jueguen a las cartas en vez de ir por ahí a gastar! ;-(

Nuevos señores feudales

Es el mundo que están fabricando los grandes nuevos señores feudales. Y no protestes que ya se hacen leyes para multar millonariamente a la gente que proteste. Sometimiento tras sometimiento.

La edad media fue una época oscura donde cuatro, vivían como reyes, y el resto miserablemente, mendigando la posibilidad de ganarse un trozo de pan. Es a lo que vamos.

? Primero nos volvieron consumistas exacerbados, como sociedad.

? Luego nos enseñaron a endeudarnos para mantenerlo,

? y ahora con nuestras deudas en sus manos, nos aprietan la correa que nos convierte en siervos.

Es el viejo truco de dar droga gratis al principio hasta que se genera el vicio, y luego a prostituirte o a robar para pagarla.

Y todavía hay presuntos “progres” que claman por mayor endeudamiento, quizá haciendo el juego a quien les paga. Cuanta más deuda tenga el país, más difícil será salir del pozo. La deuda no sólo no es la solución, sino que es buena parte del problema.

Es imposible cambiarlo porque las leyes que ellos dictan les protegen.

¿Hay alguna ley que apoye al pequeño, al autónomo, a las pymes?

Todo lo que se legisla se hace a favor del grande, y en esto no hay color político, porque todos obedecen a los mismos amos. Babean esperando la oportunidad de tener poder para así disfrutar de los ingresos que proporciona la corrupción. Se pelean por ocupar el puesto que les da la ocasión de convertirse en corruptos.

¿A alguien le parece normal, por ejemplo, que un bar tenga que pagar 30 € al mes a la SGAE por tener una televisión para que cuatro parásitos se forren?

stamos ingresando en el tiempo de las corporaciones feudales. Si les sirves podrás mal comer.

Y ¿qué hacemos las pymes?

Reírles las gracias.

Somos muchos y nos peleamos entre nosotros. Tenemos mucha más fuerza, pero sólo si nos unimos. Ya se encargan ellos de desunirnos. Su fuerza es nuestra desunión, que fomentan continuamente.

¿Por qué no nos unimos?

¿No creéis que tendrían infinitamente más fuerza miles de tiendas de electrodomésticos de nuestro país unidas que “MEDIA MAL”? Y dicen “yo no soy tonto”. Claro que no lo son, ¡los tontos somos nosotros! ¿Por qué no nos unimos? Y no hablo de quemar coches, ni romper farolas, sino de coordinarnos profesional y empresarialmente. Porque somos mediterráneos e individualistas, “desconfío de mi vecino, pero le hago la pelota a la GRAN empresona, a ver si me compra una gran distribuidora mi producción

“Entre todos matamos a nuestra sociedad, pero ella sola se murió”, dirán algunos. Si no superamos nuestro individualismo y aprendemos a unirnos para re-construir nuestro país, si no apartamos a los políticos de la posibilidad de que sigan arruinando nuestra vida, todos seremos culpables de dejarnos avasallar. Volveremos a ser vasallos de gente de la que no conoceremos su cara, sólo la limosna que nos darán a cambio de nuestra vida.

Estamos ante un juego desigual e injusto donde unos participan con las reglas y los árbitros a su favor y otros hacemos de esparrin y de palmeros. No somos conscientes de que el partido ya está decidido y nos empeñamos en jugarlo, porque los poderosos nos convencen que a cambio de una propinilla es posible que ganemos.

En la edad media eran los nobles y la iglesia, ahora las multinacionales, los bancos y la casta política. Los mismos perros con distintos collares.

Creo que es una época donde tenemos que luchar más quizá que en ninguna otra, porque en este juego nos va el futuro. Pero no en las barricadas, sino con la capacidad que tenemos, con nuestras habilidades profesionales, organizándonos de forma inteligente y racional, sin caer en las trampas de los manipuladores. Con coraje, pero con sensatez.

Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa

Tenemos que aprender a ver en el resto de los pequeños, a los aliados y superar la mirada miope del individualismo, que sólo conduce a hacérselo más fácil. Dejar de pelear por cosas absurdas y pensar que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Los que pretenden manipularnos insisten en que nos veamos como enemigos, como adversarios, como competencia, ocultando tras esas cortinas de humo sus tejemanejes. No se puede ser corrupto sin la colaboración y el silencio de mucha gente.

Hay que ser muy valiente para poder ser tan humilde, que busques unirte a tus semejantes sin que tu primer objetivo sea el lucro a corto plazo a costa de otro. La recompensa, curiosamente, es la prosperidad a medio plazo.

Cuidaos.

Fernando Sánchez Salinero

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