En este capítulo nº 32, Sánchez nos comenta algunas interioridades de este formato televisivo que cultivó con fruicción desde los inicios de las Televisiones Locales en Aragón. Hoy nos habla de«La charrada», tertulia que compartía con el profesor Eduardo Jiménez Marqués
¿Quién fue Eduardo Jiménez marqués?
Nace una nueva sección en su recuerdo: la Hemeroteca Pollera
Reanudamos la edición del Pollo Urbano luego del largo verano con un sentido homenaje a nuestro amigo, camarada y responsable e inventor del Omnibús Social pollero, desgraciadamente fallecido la noche del 12 de Agosto de este 2015, Eduardo Jiménez Marqués. (Profesor en ESIC, Escuela Superior de Ingenieros Comerciales en Barcelona y luego en Zaragoza,
Y reunido el Consejo de Redacción decidimos que la mejor manera de homenajearlo sería estrenar la nueva sección que él había propuesto y que había sido objeto de frecuentes análisis y que ya teníamos casi a punto cuando ocurrió el fatal desenlace. Se trataba de crear una hemeroteca pollera donde poder ir recuperando para nuestros lectores viejas secciones, artículos y fotografías que desde 1995 fueron apareciendo en nuestra revista cuando gateábamos en internet y lo lanzábamos desde la vieja buahardilla de la Calle Alfonso de Zaragoza manejando programas como el Dreamweaver y el Joomla hasta que llegamos a trabajar con el generoso Word Press.
Durante prácticamente la total trayectoria internáutica del Pollo Urbano, tuvimos un compañero y amigo de excepción: el profesor Eduardo Jiménez Marqués. Generoso como pocos, la primigenia y escasa redacción enseguida abandonó la buhardilla porque nos prestó un “fenomenal agüjero” en las instalaciones de IMSO en la C/ Santa Cruz. De allí pasamos a compartir su apartamento de la calle Contamina donde, por cierto, nacieron todas las radios polleras bajo el asesoramiento del gran Fernando Berlín.
Y desde allí también surgieron los primeros cursos que impartimos acerca de ese novedoso medio en las instalaciones del edificio Arsenio Gimenez de la UGT. Después de Contamina ya pudimos volar solos pero, a la recíproca, en todas las redacciones polleras siempre tuvo Eduardo su mesa de trabajo y su ordenador correspondiente: en la calle Predicadores, en Dr. Palomar y en la sede del Canal 44 en Montañana….
Finalmente, hasta última hora, desde su casa de Utebo llevó puntualmente al día sus escritos y la responsabilidad de las secciones que tenía a su cargo, especialmente su singular creación: el Omnibus Social, hasta que la enfermedad le apuró el último suspiro.
Es por ello que esta nueva sección: la Hemeroteca pollera, nace como un sentido homenaje a su persona, a su amistad y a su profesionalidad. Y no hemos encontrado mejor manera de hacerlo que recuperando el primer “Omnibus”, la explicación de su nacimiento en el Pollo Urbano y su primer artículo como responsable de la sección.
Era el Pollo Urbano nº 11 (2ª Época) y correspondía a Enero del año 2.000.
El espacio era esponsorizado por su propia empresa: EMJM, Asesorés de Márketing y donde se manifestaba que en esa sección se iban a tratar ” temas económicos y sociales de actualidad, contando con un equipo de personas de campos tan variados como la consultoría, la docencia, la investigación, así como profesionales de la Sociología, el Marketing, la Psicología y la Economía”.
Y añadían:
“En esta sección vamos a tratar temas económicos y sociales de actualidad. Para ello se cuenta con un equipo de personas de campos tan variados como la consultoría, la docencia, la investigación, así como profesionales de la Sociología, el Marketing, la Psicología y la Economía.
Nuestro objetivo es el dotar a la Sociedad de un nuevo medio de expresión, en un campo tan dinámico como son los acontecimientos económicos y sociales sin trabas ni censuras de grupos de valoración.
Al realizar esta revista hemos tomado como soporte Internet ya que nos permite una mayor difusión mundial a unos costes muy reducidos, frente al medio prensa.
La revista OMNIBUS se configura como alternativa a las trabas y barreras con que se encuentran los profesionales y muy especialmente los investigadores sociales a la hora de publicar sus estudios.
Normalmente la calidad de las publicaciones son medidas de acuerdo con unos baremos atribuidos a revistas que cuentan con un comité editorial formado por especialistas de reconocido prestigio, los cuales garantizan un riguroso proceso de evaluación.
De todos es conocido que un buen investigador es aquel que es capaz de contribuir, con su trabajo, al progreso real del conocimiento. Este es el prototipo de persona que buscamos para que colabore con sus experiencias, investigaciones, comentarios etc. al desarrollo de este nuevo soporte de comunicación interdisciplinar”. (Continúa)
Publicado íntegro en: https://www.elpollourbano.es/videoteca/2015/09/52821/