Las claves de la nueva factura de la luz: ¿qué es lo que cambia desde el 1 de junio?


Por EC/Agencias

     Desde el mes de junio se aplican tramos horarios de consumo y se facturará todo exceso de potencia consumida respecto a la contratada de los consumidores domésticos de baja potenciaEstas son las horas más caras y más baratas para el consumo

     Desde el 1 de junio de 2021, «para incentivar el consumo en los momentos en que las redes están menos congestionadas», entra en vigor una nueva estructura de la factura de la luz basada en la discriminación horaria y en dar un mayor peso al término variable de la factura, el que depende del consumo de energía, frente al fijo, que hace referencia a la potencia contratada. Estos cambios se introducen en el mes de junio y se aplicarán a todos los consumidores domésticos, con independencia de si se acogen a la tarifa eléctrica regulada por el Gobierno a través del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) o si se encuentran en el mercado libre, ya que los comercializadores deben adaptar el precio del contrato para incorporar la diferencia de costes regulados, según informa la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En sintonía con lo que manifiestan desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las modificaciones de la tarifa eléctrica permitirán ahorrar en función de la eficiencia de su consumo, ya que señalan que se fomentará «el ahorro energético, la eficiencia, el autoconsumo y el despliegue del vehículo eléctrico». Los ajustes en el recibo de la luz —entre los que destaca el que se separará en la factura la potencia contratada de la potencia demandada y se facturará «todo el exceso de potencia respecto de la contratada», tal y como indica la CNMC en una nota aclaratoria de la nueva factura de la luz— vienen motivados por el Real Decreto 148/2021, de 9 de marzo, por el que se establece la metodología de cálculo de los cargos de sistema eléctrico, disponible para su consulta en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

      El gran cambio en la factura de la luz radica en que los tradicionales peajes de acceso, que retribuían los costes regulados del sistema eléctrico y llevaban congelados desde 2018, pasarán a «ser sustituidos por dos nuevos conceptos», de acuerdo con lo que explican desde el departamento liderado por la ministra Teresa Ribera. Se trata de los peajes de transporte y distribución, que fija la CNMC, y los cargos del sistema eléctrico que establece el Ministerio para la Transición Ecológica, «cuya recaudación se destina a financiar costes del sistema como el del régimen retributivo especial de las energías renovables, de la cogeneración y de la generación con residuos (RECORE), la cobertura del déficit de años anteriores o la compensación del 50% del sobrecoste de la generación en los territorios no peninsulares».

 

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      Con la combinación de estos nuevos peajes, que se establecieron a principios de 2020 y definieron las temporadas eléctricas y los distintos periodos de discriminación horaria, y la metodología de cargos ideada por el Gobierno se hace efectiva en la factura de la luz la división de las horas del día en tramos de consumo más caros, bautizados como horas puntas, y tramos de consumo más baratos por estar las redes menos saturadas, explican desde el ministerio, que se conocen ahora como horas valle. Mientras que los peajes de acceso a la red de transporte y distribución tendrán un peso aproximado del 20% en la factura eléctrica, según destaca la CNMC —a 23 de marzo de 2021, se recogió en el BOE una disposición de la CNMC en la que se establecen los precios de los términos de potencia y de energía activa que serán de aplicación a partir del día 1 de junio, así como los términos por exceso de potencia y coeficientes de discriminación de los mismos—; en la ‘parte regulada’ del precio de la luz, es decir, la determinada por los cargos y en la que se incluyen también cargos por capacidad, se dará «un mayor componente variable» que hará que el coste dependa en mayor medida de la energía consumida, «lo que fomenta la eficiencia energética al permitir que las medidas de ahorro tengan un mayor impacto en el recibo del usuario», en sintonía con lo que defiende el ministerio de Teresa Ribera. En esa parte del recibo, para los consumidores de baja tensión con «menos de 15 kilovatios de potencia contratada», se especifica en la metodología de cálculo de los cargos del sistema eléctrico, el término variable calculado en función del consumo pasará a pesar un 75% —frente al 60% actual—, a la par que se reduce el peso del término fijo calculado en función de la potencia contratada, que pasará del 40 al 25%. «Para el resto de los consumidores, el 40% de los cargos se recuperará a través del término fijo y el 60%, a través del término variable», se explica también en el Real Decreto. Así, se propone un diseño «binomial» para los cargos, en el que se considera «más adecuado dotar de un mayor peso al componente variable con el objetivo de favorecer la eficiencia energética, el autoconsumo o el despliegue de la infraestructura de recarga rápida de vehículos eléctricos». En esta coyuntura, las empresas comercializadoras tendrán la obligación de informar a los consumidores de los nuevos precios.

Horas más caras (y baratas) para los consumidores

        Todos los consumidores de baja tensión, lo que incluye hogares y pymes, pasarán a tener discriminación horaria en lo que se refiere al consumo de la luz, que estará dividida en tres periodos: horario punta, «en el que el coste de los peajes y los cargos será más alto», de acuerdo con lo que explican desde el Ministerio para la Transición Ecológica; horario llano, «con un coste intermedio»; y tarifa valle, «la más barata de las tres». Estos tramos se han definido teniendo en cuenta «el perfil de demanda actual», pero serán revisados «periódicamente» con el fin de tener en cuenta la producción renovable.

     El suministro del consumidor doméstico se controlará mediante el Interruptor de Control de Potencia (IPC). En este sentido, «cuando el consumidor de baja tensión con potencia contratada igual o inferior a 15 kW demande una potencia superior a la que tiene contratada, se producirá un corte del suministro», explican desde la CNMC. En el caso de no contar con ICP, el control de potencia se realizará a través de maxímetro y se facturarán los excesos de potencia, cuyo precio se publicará anualmente en una resolución de costes. Antes de que se regulen los nuevos precios, sin embargo, habrá un periodo transitorio para facilitar la adaptación de los consumidores durante el año vigente y el año que viene, 2022. Entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 2021, se mantendrá el precio vigente de exceso de potencia; mientras que en 2022, se trasladará el 50% del incremento de precios que resulte de aplicar la metodología. La metodología para el cálculo de los peajes de transporte y distribución de electricidad no modifica la tipología de los contratos y establece «únicamente» recargos que se deben aplicar a los contratos de duración «inferior a un año». Para poder tener un margen con el que adaptar su consumo de energía, los consumidores domésticos podrán contratar dos potencias diferentes: una para los periodos punta y llano y otra para el valle. «De este modo, aquellos consumidores que tengan unas necesidades de potencia más elevadas en periodo valle, como los usuarios de vehículo eléctrico que deseen cargar su coche o moto por la noche en su domicilio, podrán beneficiarse de contratar una potencia superior y mantener su potencia habitual en los tramos punta y llano, evitando pagar el sobrecoste de esa potencia extra durante todas las horas del día», ponen como ejemplo desde el departamento. Si el consumidor no solicita doble potencia en un periodo concreto se le aplicará, de manera automática, la potencia actual contratada en ambos periodos, según detalla el Ministerio para la Transición Ecológica.

     La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia permite a los consumidores modificar, a partir del mismo 1 de junio, las potencias contratadas por periodo. Esta adaptación a la nueva estructura no tendrá ningún coste para el usuario hasta el 31 de mayo de 2022, con la excepción de aquellos consumidores domésticos que necesiten de una actuación manual en su contador o, para el resto de consumidores, si se supera la máxima de las potencias que el consumidor tuviera contratada con anterioridad al 1 de junio. Tal y como viene detallado en la Circular 3/2020, de 15 de enero, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y concreta también el ministerio en una nota de prensa, a partir del 1 de junio todos los consumidores pagarán un precio diferente en función del horario de consumo. La discriminación horaria se regulará con los siguientes tramos, que marcarán las horas más caras y baratas de consumo:

Horario punta, el más caro: comprende, de lunes a viernes, entre las 10:00 y las 14:00 horas y las 18:00 y las 22:00 horas. En Ceuta y Melilla, el horario es de 11:00 a 15:00 y de 19:00 a 23:00 horas, ya que el inicio de cada franja se retrasa una hora.

Horario llano, con un coste «intermedio»: comprende, de lunes a viernes, entre las 8:00 y las 10:00 horas de la mañana, las 14:00 y las 18:00 horas de la tarde y las 22:00 y las 24:00 horas de la noche. En las ciudades autónomas, este horario comprende las siguientes franjas: de 8:00 a 11:00; de 15:00 a 19:00 y de 23:00 a 24:00 horas.

Horario valle, el más barato: comprende, de lunes a viernes, entre las 24:00 horas y las 8:00 de la mañana y todas las horas de los fines de semana y festivos

       Con el nuevo sistema tarifario ya en vigor, el consumidor deberá «reaccionar» y aquel que «pueda, se moleste, se interese y tenga capacidad para gestionar cuándo pone la lavadora o el horno», desviando su consumo a las horas más baratas, ahorrará en su factura de la luz, según han manifestado a Efe fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, que han reconocido que esto será «a largo plazo». Estos cambios beneficiarán a los usuarios acogidos al PVPC, según el departamento que gestiona la ministra Ribera, a los que sus comercializadores de referencia deberán aplicar de inmediato los nuevos precios por horario establecido, en sintonía con lo que explica la CNMC sobre cómo va a cambiar el precio del suministro. En el caso de los consumidores que se encuentren en el mercado libre, el comercializador deberá elegir entre adaptar el precio del contrato a los nuevos periodos de energía y potencia o mantener los tramos de precios que tuviera acordado previamente en su contrato «trasladando al precio la diferencia de costes que resultaría para su perfil de consumo». En cualquier caso, las compañías tienen el deber de informar a los consumidores con la suficiente antelación.

    Con este cambio en la factura de la luz se busca incentivar el trasvase de consumo eléctrico desde las horas de máxima demanda, el llamado horario punta, a otras en las que las redes de transporte y distribución están menos saturadas, lo que reducirá la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones en dichas infraestructuras y, a su vez, reducirá futuras facturas.

Fuente:https://www.elconfidencial.com/economia/2021-05-30/cambios-nueva-factura-luz-1-junio-horas-baratas_3067559/

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