El Cambio Climático: Emergencia climática


Por Antonio Tausiet

     Las consecuencias negativas de la actividad humana sobre el clima terrestre y la biodiversidad han aumentado desde la revolución industrial, y se han acelerado desde el inicio del antropoceno.

    Hace 2,6 millones de años comenzó el actual período cuaternario, que se divide en pleistoceno (el paleolítico) y holoceno (desde el neolítico hasta el siglo XX). El antropoceno se propone como la época más reciente de la historia geológica de la Tierra.

    El estudio de los estratos terrestres halla a partir de 1950 sedimentos con elementos radiactivos fruto de los ensayos de bombas nucleares, residuos plásticos, hormigón, hollín de las centrales eléctricas y huesos de pollo, cuyo consumo se ha multiplicado. Desde entonces ha aumentado exponencialmente la población, y con ella las emisiones de dióxido de carbono, la subida del nivel del mar, la extinción masiva y la deforestación.

    En 2018 se propuso un plan mundial de descarbonización, con miras a frenar en 2030 sus efectos en el clima. Sin embargo, la temperatura global del planeta sigue aumentando, puesto que las medidas son insuficientes. Así, según las previsiones, ese año se alcanzará el punto de no retorno, a partir del cual no habrá ninguna solución. La ONU insta a todos los países a conseguir cero emisiones para 2050, año en que el planeta será inhabitable si no se alcanza ese compromiso.

     Estamos en un momento histórico de la humanidad. Si ya en la década de 1950 se empezó a hablar de calentamiento global, y luego se pasó a denominarlo cambio climático, hoy debemos pasar a decir claramente que se trata de una crisis o emergencia climática.

   El Parlamento Europeo, el del Reino Unido y el de España declararon en 2019 la emergencia climática. En 2020, el Gobierno de España hizo lo propio, y en 2021 se aprobó la Ley del cambio climático. Desde 2019, varios países se han unido a la declaración. Son discretos pasos adelante, que corren peligro de ser frenados si llegan al poder los partidos obtusamente negacionistas.

    Las personas que están leyendo este texto, y yo mismo que lo escribo, estamos siendo testigos de los cambios en el clima y el medio ambiente. Los efectos más evidentes son la contaminación, las temperaturas y tormentas extremas y la sequía. Pero también sabemos que se están fundiendo los casquetes polares y que ya desaparecen zonas costeras. Si vivimos unos años más, todo esto se incrementará a nuestros ojos. La siguiente generación sufrirá, casi sin ninguna duda, el principio del fin de la humanidad.

     El principal problema político, social y biológico en todos los rincones del globo es la emergencia climática. La desigualdad, el hambre, la falta de vivienda, educación y empleo, la guerra, la corrupción, la migración y todos los demás azotes de nuestra historia contemporánea no sólo quedan en un segundo plano ante la extinción, sino que se van a incrementar antes del colapso.

El blog del autor: https://tausiet.blogspot.com/

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