El Cambio Climático (2). Una vez que sabes. El colapso es inevitable


Por Antonio Tausiet

     Datos tomados del documental francés Una vez que sabes (2020), de Emmanuel Cappellin, que muy bien pueden servir de segunda parte de mis notas anteriores sobre El cambio climático.

    Si seguimos ignorando los límites, asumiendo un crecimiento continuo, sobrepasaremos esos límites y colapsaremos:

    ¿Cómo puede organizarse la sociedad global para proporcionar una vida justa, pacífica, equitativa y decente para la gente? Hace cuarenta años, teóricamente era posible frenar las cosas y llegar a un equilibrio. Ahora, eso ya no es posible. Estamos entrando en un período de declive incontrolado.

    Dennis Meadows, coautor del libro Los límites del crecimiento (1972).

     Ese libro es el inspirador del documental, y de sus participantes: Jean-Marc Jancovici (ingeniero activista contra el cambio climático), Pablo Servigne (ecologista de la colapsología), Richard Heinberg (estudioso del agotamiento del petróleo), Saleemul Huq (científico que fue director del Centro Internacional para el Cambio Climático) y Susanne Moser científica del cambio climático y su cambio social).

   La curva de recursos naturales desciende, mientras que las de la economía y la población aumentan. El colapso llegará en esta primera mitad del siglo XXI. No hemos hecho absolutamente nada para evitarlo. El crecimiento desaparecerá. El cuerno de la abundancia se secará. No habrá espacio suficiente para todos.

   Y la tragedia no termina ahí. En nuestra caída, nos estamos llevando el clima con nosotros. Al extraer lo que queda de los combustibles fósiles para intentar posponer la escasez, estamos poniendo en marcha el colapso climático. El crecimiento exponencial ha provocado una contaminación exponencial. Esta conlleva una caída de rendimientos agrícolas, y el colapso de la población mundial.

    Más del 20% de las emisiones del planeta proceden de centrales de carbón. Todas deben cerrarse en 35 años y ser sustituidas por energías limpias. Lo mismo con el resto de combustibles fósiles. Vivimos en un planeta finito. El resultado del actual crecimiento será una auténtica tragedia humana.

    El cambio climático, unido al agotamiento de los recursos, la extinción de las especies y el aumento de la población en 80 millones de personas al año, hacen que el colapso sea inevitable e indiscutible, aunque la gente sigue ajena al debate. La cuestión es cómo vamos a lidiar con el problema.

   No se trata de reactivar la economía después de épocas cíclicas de crisis. Se trata de hallar formas nuevas de resolver los problemas humanos básicos, en el contexto de una economía en contracción. Estamos en un momento crucial en el que abundan los síntomas de colapso ambiental, social, financiero, y hay que ayudar a la sociedad a adaptarse a los límites básicos.

    Se debe encontrar un punto de inflexión emocional humano para que cada individuo se dé cuenta de lo que significa el cambio climático para él. Mientras, ya existen científicos de la adaptación climática y se observa que los países pobres ya están sufriendo los efectos del cambio, y los ricos vendrán después. Serán nuestros hijos los que los sufran. Las olas migratorias de los refugiados son las mayores que ha experimentado nuestra especie. India ha construido un muro con Bangladés para contener a los refugiados climáticos por el aumento de los ciclones. Las islas del Pacífico están desapareciendo.

    En la cumbre de París de 2015, todos los países acordaron reducir sus emisiones. Sin embargo, no lo han hecho: han aumentado.

    El cambio climático va a ir derribando pilares de nuestra sociedad: producción, propiedad, soberanía estatal. Ahora ya no es la transición energética lo que necesitamos, sino la amputación energética, que por supuesto, no se va a producir. Por más que vayan en aumento los grupos de desobediencia civil contra el cambio climático, que se oponen a las grandes empresas y a los gobiernos. [Un buen ejemplo: Sopas y pegamento].

  Conceptos como biorregión, soberanía alimentaria, descenso energético, racionamiento equitativo y adaptación profunda están tomando auge como solución social a la inacción de los responsables.

    Biorregión: lugar geográfico regido por premisas democráticas y ecológicas, cuya jurisdicción local toma las decisiones económicas.

    Soberanía alimentaria: derecho de los pueblos a definir sus políticas acerca del consumo sostenible y de cercanía.

   Descenso energético: estrategia de reducción del consumo de energía para salvar el planeta.

  Racionamiento equitativo: propuesta ética de distribución igualitaria de los recursos escasos.

   Adaptación profunda: estrategia global de transformación social para afrontar las consecuencias del colapso global.

   [Nota final: Hay consenso científico sobre el cambio climático, en la atribución del calentamiento global a la actividad humana y en que las acciones individuales y políticas pueden mitigar el impacto. Sin embargo, aún no hay consenso social sobre si la humanidad tiene que dar pasos drásticos para evitarlo.]

El blog del autor: http://tausiet.blogspot.com/

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