Por Manuel Medrano
El 24 de abril se inauguró esta exposición en la Galería Cristina Marín (c/ Manuela Sancho nº 11, de Zaragoza), que se pudo visitar hasta el 28 de mayo.
Javier Alonso Márquez (Zaragoza, 1967) quiso ser escultor desde su infancia, durante la cual creaba sus propios mundos con plastilina (por cierto, como el que escribe).
Ahora, con una trayectoria consolidada, disfruta con su trabajo, haciendo realidad sueños estéticos pero con su propia técnica y estilo. Ha protagonizado exposiciones individuales desde 1997 y participado en colectivas desde 1998, con potente presencia en la ciudad de Zaragoza y otras localidades aragonesas, habiendo recibido muy buenas críticas realizadas por especialistas en varios medios de comunicación.
Tiene también obra pública en Madrid, Zaragoza y Huesca.
Alonso Márquez trabaja el hierro, el acero, el bronce y el cobre, destacando en su estilo las figuras filiformes, a veces sobre fondos pictóricos, con personajes frecuentemente en movimiento e incluso organizando escenas.
La conexión estética y compositiva con Alberto Giacometti y con algunos escultores impresionistas es evidente, y se ha señalado en varias ocasiones comentando su trabajo. Como en las obras de Giacometti, veréis aquí reflejados la soledad y el aislamiento del hombre.
Ahora nos presenta en las dos salas de la galería más de 30 creaciones, que no les dejarán indiferentes.
