Bolivia: La luz sobre la oscuridad

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Por José Juan Esteban Loring

     La historia que voy a contar es una historia que cualquiera podríamos haber visto en una película o leído en un cuento, pero, sin embargo, en este caso es una historia que he vivido de cerca. Era un viernes 15 de Mayo de 2015 en Cochabamba (Bolivia). Son las 8:30 de la noche en la parroquia del Padre José, (donde yo estoy viviendo actualmente).
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José Juan Estéban Loring
Corresponsal del Pollo Urbano en Bolivia

 Están disfrutando de una agradable cena, el padre José y unos amigos suyos, Carla y Ramiro; un matrimonio de médicos psicólogos de entre 30 y 40 años que se conocieron en la facultad.

    Suena el timbre y a los dos minutos sube Carlos, el conserje de la parroquia y un poco extrañado  explica al padre que en la puerta hay una maleta pero que no hay nadie en la puerta. Nuestros tres amigos no le toman muy en cuenta puesto que Carlos el conserje tiende a bromear. A los 5 minutos vuelve a sonar el timbre y  esta vez sí baja el padre a abrir la puerta para ver quién es….

    Ya es domingo Leslie y yo estamos en en una comida popular de colegio que se hace para recaudar fondos, cuando aparecen Carla y Ramiro que nos saludan. Hacía días que no nos veíamos.

      Carla en sus brazos lleva un bebe recién nacido, yo le pregunto: ¿Y ese bebe? Carla me responde: es nuestro. Y yo me pregunto a mis adentros: ¿habrá estado embarazada todo este tiempo y no me he dado cuenta? Le pregunto: ¿Me lo estás diciendo en serio? Y entonces es cuando Carla y Ramiro ante nuestro asombro nos cuentan la historia….

   Nueve de la noche, viernes 15 de mayo de 2015; han llamado al timbre, el Padre José baja a abrir la puerta para ver quién es. Abre la puerta, hace un frio helador y no hay nadie, salvo una maleta cerrada en el suelo. La maleta parece que se mueve.

    Cuando el Padre sube al comedor con la maleta Carla y Ramiro extrañados preguntan: ¿Qué ocurre? El Padre José, pálido como el yeso responde: Han dejado un bebe  en la puerta; el bebe tenía un día de vida.

     Carla y Ramiro nos explican que no eran capaces de llevarlo a un orfanato, ya que allí le puede esperar  una vida nada buena y que se lo van a quedar y van a tramitar todos los papeles de la adopción.

    Hay veces en la vida que el destino te sorprende y no te queda otra que fluir con él y ponerle buena cara, y como dice Leslie: “esa bendición del destino no podía haber caído en mejores manos: una pareja de buenísimas personas que son pura bondad y que ven las circunstancias como son, un milagro del destino”.

   Aquí os dejo esta historia que nos enseña que la vida puede convertir situaciones desagradables y feas en anécdotas maravillosas.

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