Por Jesús Sainz
Tres informes aparecidos este año y publicados por instituciones prestigiosas indican que nuestra Sanidad Pública empeora.
La revista médica The Lancet, la más prestigiosa del mundo junto al NEJM, ha publicado en 2018 su clasificación anual de la calidad de la atención médica en 195 naciones.
Jesús Sainz Maza
Científico y Coordinador de la Sección
España ha caído de la posición 10 a la 19 en sólo un año. Los datos que se computan son los del 2016, lo cual sugiere que, si la sanidad española ha seguido esta tendencia, nuestra posición hoy es más baja.
Los países que encabezan la lista son: Islandia, Noruega, Holanda, Luxemburgo y Australia. Dentro de Europa, España (19) se encuentra por detrás de países como Italia (9) y Andorra (10), aunque supera a Francia (20), Grecia (24) y Portugal (32).
En dicho estudio participaron más de 800 especialistas de diversas instituciones de todo el mundo. La investigación midió la calidad del sistema sanitario de 195 naciones comparando datos de 32 enfermedades que no deberían causar la muerte con una atención médica adecuada, como por ejemplo la tuberculosis, el tétano, la epilepsia, diversos tipos de cáncer incluyendo el de mama, y la diabetes. La metodología consistió en dar puntuaciones de 0 a 10 a la atención proporcionada por cada país para cada una de dichas causas de muerte. En el caso de España, la peor puntuación la fue atención al cáncer de piel, con 57 puntos sobre 100, seguido de cáncer de cérvix con 60 puntos; Sin embargo, el tétanos, la diabetes, la apendicitis o las hernias obtuvieron la máxima puntuación, 100 puntos.
Se analizaron también diferencias de atención en las diferentes regiones de cada país. En China y en la India se observaron grandes diferencias por regiones. En China, las puntuaciones variaban de 91.5 en Beijing a 48.0 en el Tíbet. Japón fue el país con menos disparidad de calidad entre las diferentes regiones (4.8 puntos)
La calidad de la atención médica tiende a correlacionarse con el gasto, pero esta correlación es muy heterogénea, con grandes diferencias entre países en la eficiencia del gasto sanitario para producir una mejor calidad de la atención. Es decir, que no necesariamente más gasto equivale a mejor atención médica. La gestión del dinero es también un factor importante
El segundo estudio, que utiliza datos más recientes (año 2017), sitúa a España en una posición relativamente peor (ya que es 18 sobre solamente 34 países). Es el último estudio publicado por la Unión Europea sobre Atención Sanitaria (EU healthcare review). En dicho estudio España se sitúa en la posición 18 de los 34 países europeos analizados. Los mejores países son Holanda, Suiza, Dinamarca, Noruega y Luxemburgo. El peor Rumanía. España se sitúa por detrás de países como Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y la República Checa.
Éste estudio tiene en cuenta la eficiencia del gasto sanitario. En ésta categoría, eficiencia del gasto, España se sitúa entre los peores países. En eficiencia en la utilización del dinero (gasto/calidad) cae a la posición 27 de 34. Es decir, las Comunidades Autónomas españolas en su conjunto no son eficientes en el uso del dinero que dedican a la atención sanitaria. Los países más eficientes son Macedonia, Albania y Montenegro. Los países menos eficientes son Grecia, Bulgaria y Rumania.
El informe de la UE razona que la salud es una industria de “procesamiento”. En dicho tipo de industrias es esencial que el proceso no se interrumpa para que el coste sea bajo. Por eso cuando la industria se fragmenta causa mayores gastos. Justamente lo que ha pasado en España al haberse concedido la gestión de la Sanidad Pública a las Comunidades Autónomas. Por otra parte, el informe razona que largas listas de espera encarecen el proceso en lugar de abaratarlo. Las largas listas de espera son uno de los mayores problemas sanitarios en España, sino el mayor.
Un comentario dedicado a España dice: “Muy descentralizada regionalmente. La asistencia sanitaria española parece depender demasiado de la atención privada…. La encuesta de la Organización de Pacientes del 2017 da una mala opinión sobre la accesibilidad al sistema.” Añade que tanto España como Italia tienen grandes variaciones regionales en calidad.
En atención dental España se sitúa en la posición 23 de 34, y el informe indica que el porcentaje de gasto dedicado es bajo. En lo que se refiere a la necesidad de pagar sobornos a los médicos, España se sitúa en una buena posición 10 de 34, es decir no parece ser necesario el hacer pagos a escondidas. Ésta es una de las pocas categorías en las que el informe no indica la necesidad de mejoras. Sin embargo, en “infecciones adquiridas en hospitales” (España es calificada con rojo indicando pésima atención).
En conjunto, España tiene las siguientes calificaciones según categoría: “derechos de los pacientes e información” (3 sub-categorías son buenas, 5 deficientes y 2 pésimas); En “Accesibilidad o tiempos de espera” España se encuentra entre los peores países (3 sub-categorías deficientes y 3 pésimas); En “Resultados o supervivencia y muertes” (2 sub-categorías buenas, 5 deficientes y 1 pésima); En “Variedad y facilidad de acceso a los servicios” (2 sub-categorías buenas y 6 deficientes); En “Prevención” (4 sub-categorías buenas y 3 deficientes); y, finalmente, en “Fármacos” (3 sub-categorías son buenas, 2 deficientes y 1 pésima).
El tercer estudio confirma el empeoramiento de nuestra Sanidad Pública. El informe publicado en el 2018 por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), concluye que los servicios sanitarios de las CCAAs han empeorado respecto al informe anterior publicado el 2017. El informe se ha realizado analizando los siguientes criterios: financiación, recursos y funcionamiento; política farmacéutica; valoración de los ciudadanos; listas de espera y privatización sanitaria. Se realiza con datos de 2016 y 2017 y solo algunos de 2018.
Éste informe, como todos los de la FADSP, da puntuaciones relativas, comparando entre las distintas CCAAs para evaluar su posición relativa. Es decir, que la mejora de una Autonomía en la clasificación no indica que la atención sanitaria haya mejorado. Independientemente de las puntuaciones, el informe considera que la Sanidad Pública española ha empeorado en su conjunto.
Los datos indican una enorme variabilidad en la calidad de la atención médica según el lugar de España en el que se viva: Las valoraciones fluctúan entre 53 y 94 puntos.
Según el informe de la FADSP las mejores atenciones médicas se dan en:
- País Vasco: 94
- Navarra: 83
- Aragón: 80
- Castilla y León: 80
Y las peores atenciones médicas se dan en:
- Cataluña: 65
- Valencia: 63
- Canarias: 53
Las Autonomías que empeoraron en la clasificación son (Galicia y Cantabria -tres posiciones- y Asturias y Murcia -una posición).
Canarias y Valencia permanecen en los 2 últimos puestos durante los 9 últimos años y Valencia es la última en 11 de los 15 años analizados por la FADSP.
Teniendo en cuenta las conclusiones de los tres informes citados, la gestión Autonómica de la Sanidad, no sólo es un sistema ineficiente para la gestión del gasto, sino que genera desigualdad entre los ciudadanos.
En conclusión, la Sanidad Pública española empeora. Los problemas más graves son la ineficiencia en el gasto, la desigualdad de calidad según la región, la tasa elevada de infecciones hospitalarias y las largas listas de espera. Se dice que una “justicia lenta no es justicia”, lo mismo se puede decir de una sanidad con listas de espera de 6 meses, un año e incluso más. Una sanidad lenta no es sanidad. Las razones más importantes del deterioro de nuestra sanidad son la mala gestión del dinero dedicado a ella (estamos entre los países europeos que peor gestionan el gasto) y la fragmentación del servicio en 17 CCAAs, aunque no podemos olvidar la influencia negativa de la disminución del gasto en sanidad.
Para acceder a los informes completos utilizar los siguientes enlaces:
https://www.thelancet.com/action/showFullTextImages?pii=S0140-6736%2818%2930994-2
http://isanidad.com/wp-content/uploads/2018/09/INFORME-2018.septiembre-converted.pdf