Las bebidas alcohólicas y el estado de ánimo


Por Jesús Sainz

     El consumo de alcohol es un problema de salud pública internacional con aproximadamente 3,3 millones de muertes y el 5,1% de la carga mundial de enfermedades y lesiones atribuibles al consumo de alcohol en 2014. Entender por qué las personas eligen…

…determinados tipos de bebidas y si diferentes bebidas provocan emociones diferentes puede ayudar a llevar a cabo intervenciones de salud pública más efectivas.

Jesús Saínz Maza
Científico y Coordinador de la Sección

    Es sabido que el consumo de alcohol está asociado con el estado de ánimo, y que las personas consumen alcohol para ayudar a regular las experiencias emocionales, reducir las emociones negativas y mejorar las emociones positivas (por ejemplo, aumento de los niveles de confianza). Históricamente, la capacidad del alcohol para reducir temporalmente las emociones negativas (y consecuentemente aumentar el placer y la relajación) ha sido considerada como la razón principal para el consumo. La mejora del estado de ánimo es la razón más común para beber, sin embargo, aunque el alcohol inicialmente puede inducir la estimulación, el consumo también se ha asociado con el desencadenamiento de emociones negativas, como la agresión y la depresión.

    Se ha prestado poca atención a las emociones inmediatas asociadas con el consumo de diferentes tipos de alcohol. Las diferencias potenciales en las consecuencias emocionales (tanto positivas como negativas) de beber diferentes tipos de alcohol (por ejemplo, bebidas espirituosas versus cerveza) y cómo las expectativas de las experiencias causadas por diferentes tipos de alcohol influyen en la elección de la bebida siguen siendo áreas relativamente inexploradas.

    Según un estudio publicado a principios de esta semana (20 de noviembre 2017) en la revista BMJ Open (http://bmjopen.bmj.com/content/7/10/e016089), las bebidas alcohólicas están asociadas con diferentes estados de ánimo y emociones que dependen del tipo de bebida. El análisis, que utilizó entrevistas realizadas a 30,000 personas en 21 países, encontró que mientras las bebidas con alto contenido en alcohol (coñac, whisky, etc.) tenían más probabilidades de generar sentimientos de confianza en sí mismo que la cerveza o el vino, pero que también estaban vinculadas a sentimientos de agresión en casi un tercio de los encuestados.

    Este estudio parece confirmar la percepción ampliamente difundida de que las diferentes bebidas producen diferentes respuestas emocionales. Es importante destacar que se basa en las respuestas de la encuesta, es decir, que nos informa de lo que los encuestados esperan de las bebidas, en lugar de los efectos fisiológicos reales.

    Para explorar los vínculos entre la preferencia del alcohol y la emoción, los investigadores en el Reino Unido hicieron uso de los datos recopilados en la Encuesta Mundial sobre Drogas, el cuestionario más grande del mundo sobre el consumo de drogas y alcohol en adultos. Mediante el uso de respuestas de personas entre 18 y 34 años, el equipo encontró que las emociones informadas variaban según el tipo de alcohol consumido, pero también variaban según el sexo y el nivel de dependencia del alcohol.

    En lo que se refieres al sexo, los hombres eran más propensos que las mujeres a asociar cualquier bebida alcohólica con sentimientos de agresión. Los bebedores crónicos o con dependencia del alcohol también asociaban los sentimientos agresivos con más frecuencia que los individuos con menor consumo de alcohol, y tenían cinco veces más probabilidades que los bebedores de menor consumo de sentirse estimulados energéticamente por el alcohol.

    Por otra parte, casi el 53 por ciento de los encuestados dijeron que el vino tinto les hace sentirse relajados, el 50 por ciento dijo lo mismo de la cerveza, y solo el 20 por ciento dijo que se sentía relajado cuando consumían bebidas espirituosas. Uno de los directores del estudio, afirma que debido a que no se estableció una relación de causalidad en el estudio, los resultados podrían explicarse por múltiples factores. Dado que los jóvenes a menudo beben bebidas espirituosas en una salida nocturna, mientras que el vino tiende a beberse más en casa, en la comida, dice. Las asociaciones proporcionadas por el estudio, podrían ser útiles para los investigadores que trabajan para abordar el uso indebido del alcohol. Este estudio resalta la importancia de comprender por qué las personas eligen tomar ciertas bebidas alcohólicas y qué efecto esperan que tengan estas bebidas.

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