El sumiller del restaurante Gente Rara, Félix Artigas, ofrece un sugerente recorrido desde los aperitivos a los dulces.


Por Perico Liso

    El restaurante Gente Rara se acaba de subir al carro de los restaurantes aragoneses con estrella Michelin. Todavía no luce en el establecimiento, pero sí en la sonrisa de sus trabajadores.

   Uno de ellos, el sumiller Félix Artigas, es el responsable de maridar los menús gastronómicos. Hace poco más de dos años, cuando Gente Rara abrió sus puertas, ofrecía 40 vinos. Hoy, esa cifra ha crecido hasta las 450 referencias.

     Félix no tiene inconveniente en poner su conocimiento al servicio del que, a su juicio, podría ser un buen maridaje para estas Navidades. «Hay muchas posibilidades, desde los entrantes hasta el último detalle dulce«. Además, recorriendo Aragón y viajando por España y algún otro país.

     Cava o champán es su elección para los aperitivos. «Si es una mesa variada empezaría con un espumoso sin azúcar residual, un brut nature, para limpiar el paladar; algo versátil y que acompañe muchos productos». En concreto, sugiere tres opciones: la bodega Agustí Torelló Roca, un champán de Ayala, o Manelmía, de la bodega Bal Minuta de Biescas.

     Para el marisco aconseja cambiar al blanco y viajar a Galicia buscando un vino con acidez pero con algo de complejidad. De la Ribeira Sacra se queda con Lapola, «que tiene un ensamblaje perfecto de las variedades albariño, godello y doña blanca con unos meses de barrica». Al margen de los blancos, «una alternativa interesante es Pinot Noir Rosado 2021 de Viñas del Vero».

     Para el momento de transición del consomé o de una sopa también tiene opciones. De hecho, asegura que «son platos donde el vino puede ser protagonista aportando interesantes matices».

Félix viaja a Valdejalón, a Bodegas Frontonio del master of wine Fernando Mora. Se fija en el blanco Frontonio 2020, pero una propuesta más económica y fácil de encontrar es Microscópico Macabeo 2021. «Aporta sensaciones interesantes sin estar por encima de una receta como el consomé; al no tener mucho cuerpo, apetece seguir probando otros vinos más intensos».

Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/gastronomia

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