Por D.S.
Los meses de Diciembre y Enero son propios para realizar los necesarios mantenimientos de los vallados de las fincas donde el Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) en Hinojosa del Campo Soria trata de reforestar a pesar de las múltiples dificultades. Y, cómo no, tiempo de plantación de bellotas.
Este año, por razones desconocidas, los vecinos de las fincas han ocasionado abundantes destrozos en las vallas ganaderas que protegen los cultivos de animales salvajes y, sobre todo, del ganado ovino. Las roturas son generalizadas en las esquinas de los campos, donde con sus grandes tractores y aperos, se ven obligados a maniobrar, obviando que estas vallas no son un capricho de los silvicultores sino una reglamentación legal, por lo que los responsables del Instituto ya han cursado los correspondientes informes para evitar que cada año, haya que destinar un tiempo precioso a la reparación de los cercados que sería evitable, simplemente, poniendo más atención y dominando los aparejos que cada agricultor se ve obligado a llevar para realizar sus tareas.
Y es ahora, cuando el tempero ablanda la tierra, cuando se pueden realizar estas tareas de reparación, afilando los troncos de madera de castaño que han sido tirados para, de ese modo y mediante un buen mazo de hierro, volverlos a introducir en su lugar. También, a su vez, hay que soltar las grapas de acero que sujetan los nervios de alambre de la valla y volverlos a colocar en el lugar adecuado. También este año se ha procedido a pintar dichas esquinas con colores bien visibles para llamar atención de los vecinos cuando está trabajando.
Y entre arreglo y arreglo, y a medida que van llegando las bellotas que este año se han conseguido de Vizcaya, de Cáceres y de la propia Soria, se va procediendo a plantarlas (siguiendo un plan para calcular la mejor adecuación de cada variedad de carrasca) para de este modo corregir las marras habidas y que el pasado año, con la singular sequía padecida en la zona, fueron innumerables. Tal vez la más singular fue la muerte definitiva de 300 carrascas que hace tres años se plantaron provenientes de vivero y criadas en alveolo. La conclusión no deja lugar a dudas. Los planteros de vivero no son aconsejables si en el terreno a introducir no se goza de un sistema de riego autónomo. Por ello, en tierra de secano, el mejor resultado obtenido, sin lugar a dudas, ha sido el plantar la bellota directamente con las variables que se quieran: aguada, semi-germinada en arena, etc. A finales de 2013 ya tendremos conclusiones fidedignas sobre el resultado en el campo de la aplicación de esas variables a las diferentes bellotas.
Y cómo es habitual, en cada punto de plantación, se introducen tres bellotas a unos cuatro dedos de profundidad, se tapa, se riega y se coloca un testigo de bambú de Daroca que se pinta y que nos dirá con sus primer color el año de plantación. Por ejemplo, este año se empleó el negro. Si nace en primavera, se añadirá al testigo, por arriba, el color rojo para el primer año.
Y a partir de ahora, a preparar el cultivador y el rotovator para mantener a raya las malas hierbas ¡Hasta el próximo número pollero, amigos!