Inmunoterapia: la última arma contra el cáncer

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Por Jorge Moreno

    Tras décadas intentando que sea el propio sistema inmunitario el que luche contra los tumores, por fin hay fármacos y técnicas que lo consiguen. La ciencia lleva décadas probando estrategias para que las defensas del organismo luchen contra el cáncer igual que lo hacen contra las bacterias y los virus.

    Sin embargo eso que parece sencillo no lo es ¿Por qué? Porque las células cancerosas son células humanas que ,aunque se han vuelto malignas no son un invasor externo y porque los tumores producen sustancias que impiden que el sistema inmunitario lance sus ataques contra ellas. Eso les permite crecer y desarrollarse sin parar.

   Existen unos tipos de frenos que utilizan las células tumorales, son moléculas que evitan que el sistema de defensa del organismo sobreactúe, como ocurre en pacientes con enfermedades autoinmunes. Los tumores pisan esos frenos naturales y los usan en sus beneficio, para desarrollarse. La inmunoterapia actúa levantando el pie de esos frenos parta que las defensas ataquen el tumor.

   Esta funcionando en pacientes con tumores de pulmón y también en tumores de riñón, lamentablemente, no se ha demostrado su éxito en otros casos.

   Esta táctica la desarrollo el doctor Jim Allison, en el MD Anderson Cancer Center de Houston, fue el primero en comprobar que los tumores utilizan traicioneramente el propio sistema inmunitario para crecer.

    Los pacientes no todos responden igual porque los tumores utilizan no una, sino muchas señales, para esquivar al sistema inmunitario. De hecho, un mismo tipo de cáncer puede responder de forma diferente al mismo tratamiento en cada paciente. Habría que estudiar cada tumor individual y ver las particularidades genéticas de ese tumor concreto para tratarlo de forma personalizada.

   Por otra parte, varias compañías farmacéuticas están desarrollando vacunas a la medida del tumor de cada paciente. Esa estrategia, antes impensable por su coste, ahora es asequible. Tendremos las primeras en experimentación con pacientes a lo largo del próximo año.

    Actualmente se está estudiando fármacos de inmunoterapia para cánceres de cabeza y cuello, linfomas, cáncer de vejiga, hepatocarcinomas y tumores cerebrales.

   Se sigue utilizando cirugía, quimioterapia o radioterapia junto con la inmunoterapia.

    Los fármacos de inmunoterapia tienen efectos más suaves y son incluso más tolerables que la quimioterapia, en general pueden provocar reacciones leves autoinmunes(diarreas, erupciones cutáneas) fáciles de tratar con inmunosupresores tradicionales, como los corticoides.

   De momento, la inmunoterapia no soluciona todos los casos, por eso es importante conocer la respuesta de cada paciente al tratamiento. Y ahí entran los biomarcadores, que ayudan a determinar mutaciones y particularidades del tumor que influyen en esa respuesta.

   Un gran avance es la biopsia líquida. En vez de extraer tejido tumoral al paciente mediante cirugía, esta biopsia permite estudiar la naturaleza del tumor con una muestra de sangre. La oncología evoluciona por la suma de muchos pequeños pasos, que al final son un enorme avance.

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