Más injertos de almendros bordes en “El Paguillo”


Por Marisa Clarisa

   En la finca “Paguillo” de Hinojosa del  Campo se procedió a realizar varios tipos de injerto para evaluar cuál de ellos es el más eficaz para transformar bastantes pies de almendras amargas, que existen en el fondo de la finca para proceder a transformarlos en almendros dulces.

    Las almendras amargas proceden de lo que los agricultores llaman “almendros bordes”, que crecen de vez en cuando en las plantaciones de almendros. Como los almendros, hoy en día, se cultivan por injerto, puede ocurrir que el crecimiento del árbol se produzca desde el pie en lugar de producirse desde el injerto; si el pie es un almendro silvestre,  como wes el caso de los que nos ocupan, el resultado es un almendro borde.

   La razón del por qué  los frutos de   los almendros silvestres son amargos, tiene su explicación en que la almendra es la semilla de planta y su amargor evita que se la coman y pueda, finalmente, germinar.

   Las almendras amargas contienen un compuesto llamado amigdalina que, al mezclarse con el agua de la saliva, se descompone en tres sustancias: glucosa, o sea, azúcar; benzaldehído, que es lo que da el sabor amargo a la almendra, y ácido cianhídrico o cianuro de hidrógeno, un veneno que inhibe la respiración celular. La amigdalina es la solución que ha encontrado la almendra para sobrevivir: un sabor amargo de advertencia combinado con un veneno mortal para eliminar a aquellos animales tan estúpidos como para no hacer caso del aviso.

   Para realizar los diferentes tipos de injerto hay que esperar a que sea la fecha apropiada, que suele ser  en Enero-Febrero por los sistemas de hendidura plena simple y doble y el sistema de Corona. En Julio-Agosto también pueden injertarse por el sistema de escudete, aunque las yemas no brotarán hasta la siguiente Primavera

    En general, para hacer un injerto en los cultivos herbáceos se corta un esqueje de la variedad de planta de la que se desea la producción final. Además, se necesita otra variedad de la que se corta la parte superior. Es muy importante que los tallos tengan el mismo grosor para que los vasos de conducción de los tallos queden perfectamente ajustados. Si se cortan ambos tallos bajo un ángulo de 60° se amplía la superficie de las heridas, creando más superficie de contacto en la unión. Se coloca un tallo encima del otro y con una cinta adhesiva se unen firmemente ambos extremos. Para mayor soporte se puede colocar un palito como tablilla.

    En esta ocasión se hicieron dos tipos de injertos clásicos: el de púa y el de corona y se realizó uno novedoso realizado con un taladro provisto de una broca multidiámetro.

   Para hacer un injerto de púa Lo mejor es utilizar un trozo de rama de un árbol que ya ha producido frutos. Esta rama debe tener como mínimo 2 ‘yemas’ (nudos donde crecen las hojas) como injerto. Lo mejor es que la planta esté en el periodo de reposo, es decir de noviembre a marzo, cuando las ramas (injertos) no tengan hojas.

   El patrón, que tiene que tener al menos 1 año, también debe estar en reposo. Corte la parte superior bajo un ángulo de 10°. Este ángulo es importante y evita que el agua de la lluvia quede estancada en la herida y cause podredumbre

    Para hacer un injerto en corona antes de nada, tenemos que considerar las herramientas a utilizar: navajamartillomasilla cicatrizantecinta para injertar (puede valernos cinta aislante, cinta de embalar o cinta americana).

  Luego, procedemos a renovar los cortes de las ramas. Esto resulta fundamental, ya que durante el tiempo de espera es probable que se hayan producido infecciones de hongos o el cambium se haya resecado/endurecido.

    Los cortes deben de ser lisos y perpendiculares al crecimiento de la rama.

    Los pasos a seguir son los siguientes:

1.- Hacemos una cuña en un lateral de la estaquilla.

2.- Realizamos un pequeño corte en el lateral opuesto, este corte tiene como finalidad facilitar la entrada de la estaca, evitando que se despelleje.

3.- Con la navaja realizamos una incisión entre el cambium y la madera.
     Los lectores pueden ves abundante muestra gráfica en otro artículo que ya hicimos para  esta sección:

https://www.elpollourbano.es/silvicultura/2016/02/injertos-en-los-almendros-bordes/

     Y la novedad en esta ocasión fueron  los injertos que se  hicieron con el taladro de broca multimétrica  y que, por cierto, tuvieron un éxito del 90 %.

  Aquí les mostramos la fuente que seguimos para aprender esta técnica tan novedosa: https://www.youtube.com/watch?v=z2XwvRKfHqA&list=RDCMUCbMemgU5FFI-XpG2qtcUVvw&index=1

  Enhorabuena a los técnicos del ISSIPU y esperemos que tras la floración de este año se pueda, en su momento, realizar una buena poda en los almendros que durante tanto tiempo estuvieron sin atender adecuadamente