Recogiendo  leña de la chopera

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Por Marisa Clarisa.

    La leña de los  chopos no es la más deseable para alimentar los hogares pero al ser tan alta la producción obtenida simplemente con la limpieza de una chopera, hace que sea muy útil en las instalaciones del Instituto y que por tanto haya que proceder a recogerla

   En cualquuier caso, cual sea la madera a la que se tiene acceso, tiene que estar bien seca; la madera húmeda calienta muchísimo menos, porque gran parte de la energía se emplea en evaporar el agua que contiene; la albura ( así se domina la madera nueva que está justo debajo de la corteza) puede llegar a contener hasta un 75% de agua. Además, la madera mojada desprende mucho humo y pocas llamas, ensuciando así tanto el hogar como el cristal y la chimenea. En general hay que contar con un mínimo de dos años de secado.

   Ese es exactamente el tiempo que han cumplido al aire los troncos apilados en la chopera del ISSIPU y por ello, aprovechando un escampado en un día de intensas lluvias, se procedió a cargar unos cuantos pequeños remolques para ir rellenando una de las  leñeras del Instituto.

    La experiencia ha llevado a los miembros del ISSIPU a calcular el grado de sequedad de los troncos sopesándolos; cuando más secos estén, menos pesarán, y el sonido al golpear un contra otro será más claro.

    Finalmente vamos a exponer aquí los comportamiento de las diferentes leñas obtenidas de los siguientes árboles

Los resinosos.

  Desprenden mucho calor( pino, abeto), pero se consumen con rapidez; proyectan las brasas y las resinas que contienen ensucian las chimeneas; evite su utilización.

El haya, el fresno.

   Son leñas más recomendables; de secado rápido y de fácil obtención. Hay que guardarlas bajo algún abrigo inmediatamente después de secadas y rajadas, porque se pudren muy pronto y pierden su poder calorífico. Son fáciles deprender y ofrecen lumbres dinámicas y de llamas muy luminosas.

El roble

   Es un excelente combustible, pero, al contrario que las demás maderas, tiene que estar sin cubrir dos años para que la lluvia arrastre y elimine los taninos que contiene; después, se coloca bajo algún tipo de abrigo otro año o dos antes de utilizarla. Arden con demasiada rapidez las ramitas pequeñas.

El carpe, el cerezo silvestre, los frutales.

Excelentes combustibles, pero raros; producen llamas hermosas, tranquilas y buenas brasas; ideales para barbacoas y para su utilización en la modalidad de fuego continuo.

El abedul, el tilo, los chopos, y álamos, la robinia o falsa acacia y la acacia.

  Son árboles muy frondosos y de madera tierna; producen llamas bellas y armoniosas, pero vivas y pocas brasas. Arden rápidamente y lo mejor es utilizarlas para avivar el fuego.

Fuente: http://www.churrasquino.es

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