Berlín, de ópera a opereta

Por Ruben Enciso


Berlín, de ópera a opereta (I).

Si según dicen París se merece una misa, Berlín se merece una ópera.

La ciudad más orgullosa del S. XIX es construida destruida y vuelta a construir en el S.XX. Lo que sucede en Berlín entre el 16 de abril y el 2 de mayo de 1945 es la tragedia jamás musicada

en ópera, una historia que ni siquiera Wagner se la pudo imaginar. Desde aquí Hitler desató un desastre que forma parte de la historia infernal, la muerte de entre cuarenta y setenta millones de personas. No hay acuerdo en las cifras pero es demasiado.

16 de abril de 1945.

En su orden del día Hitler proclama: «Si en el frente del Este cada soldado cumple con su obligación Berlín siempre será alemana, Viena volverá a ser alemana y Europa jamás será comunista».

21 de abril.

  • El grupo de ataque de las tropas soviéticas irrumpe por el norte.
  • Los altos funcionarios abandonan Berlín.
  • Se realiza el último bombardeo de la aviación estadounidense e inglesa, que ha lanzado sobre su población durante la guerra 45.517 toneladas entre bombas explosivas para romper tejados y después bombas de fósforo para llegar hasta los refugios.

2 de mayo

El comandante militar de la plaza capitula. Los soldados rusos montan guardia ante la puerta del bunker donde yacen calcinados despojos de Hitler y Eva Braun. Catorce años después de su inauguración es el fin del Tercer Reich, el imperio de los mil años partido por 100; y media Europa fue comunista.


 






2 La posguerra. La ciudad sitiada por cuatro potencias militares.

Constituido el gobierno de la Alemania Oriental lanzó inmediatamente un programa de vivienda popular en la zona comunista que actualmente los edificios rehabilitados se presentan con mucha dignidad gracias a la buena calidad constructiva. Esto presiona al gobierno de la Alemania Occidental que derrotada asumiendo la culpa, inicia consecuente en 1951 varios programas empezando por el principio. El debate teórico.

El debate gira entre la reconstrucción de cualquier edificio fiel al original dañado. O en nuevos edificios que adaptándose a las condiciones locales, trataban de emular estilos tradicionales. También se considera la propuesta de edificios totalmente nuevos con un estilo moderno.

En lo único que hubo consenso fue en que no se deseaba de ninguna manera para la obra nueva, las formas seudo-neoclásicas egipciacas que fueron el modelo oficial del nazismo.

Se piensa en la fiebre de construcciones actuales de Berlín como un novedoso escaparate de la arquitectura. Pero en Alemania siempre ha sido así.

Desde la visión monárquica y romántico-burguesa de Friedrich Schinkel, a los criterios igualitarios de la bauhaus.

En 1954 la República Federal funda la Sociedad Anónima de la Construcción, que fue encargada también de la reordenación de los terrenos en Berlín Oeste.

Los programas de actuación se materializaron en la construcción de barrios piloto realizados por arquitectos de renombre como Le Corbusier, que construyó en el bosque de Charlotenburg, otra Unité d’habitation similar a la de Marsella.

Las fachadas en retícula cuadrada están pintadas con criterios neoplasticistas (motivos geométricos) reforzando la doble altura de las viviendas, con unos colores muy bien templados. Los pasillos de cada planta interiores y oscuros como tubos facilitan el acceso a la luz de las viviendas. Actualmente hasta la basura diaria es de diseño. Pasen y vean.






3 Hansa Viertel.

El Distrito de Hansa se encuentra en la orilla oeste del parque Tiergarten, y con sus edificios se celebró en 1957 la muestra de arquitectura INTERBAU «Sobre la construcción». Apremiados por la competición con la Alemania comunista y también con afán propagandístico los presupuestos de la actuación fueron muy generosos siendo como eran construcciones para a la clase obrera. En Interbau se experimenta la construcción en seco con prefabricados de hormigón a fin de aumentar la capacidad constructiva.

¿Por qué emociona la buena arquitectura? Porque vive gente en ella.

El barrio se compone de un muestrario de autores internacionales. Alvar Aalto construye varios bloques neutros muy funcionales.

Un edificio espléndido de Oscar Niemeyer alzado sobre pilotes en uve, muestra unas barandillas de red que los vecinos muy refinados, han cerrado con lonas de colores para aumentar la privacidad. Está unido por un puente a una torre de escalera exterior que da a las últimas plantas.

Jacobsen es la simplicidad máxima con casas blancas de una sola altura en un volumen de cubo que recoge toda la vivienda casi oculta por la vegetación. El interior se abre con un gran ventanal al pequeño patio interno. La fachada, otra composición neoplasticista, es dividida en varios rectángulos de color con la puerta de garaje, muro ciego y puerta calle. Y como único ornamento, el número de la casa pintado sobre un plafón blanco de luz junto a la puerta rojo carruaje mate.

También construyen otros arquitectos alemanes como Gropius con un edificio de barandillas convexas de hormigón, cerrando en curva la planta hacia el sur. Justo al contrario de lo que resultaría un edificio más sostenible, ofrecer al sur la mayor superficie y disminuir superficie hacia el norte.

La pieza más elegante y mejor restaurada de todo el barrio es el edificio Eternithaus de Paul Baumgarten, que firma una iglesia católica no muy acertada pero muy copiada por el catolicismo postconciliar. También construye otros edificios en los alrededores de Kumfursterdam.

Con un exterior de bunker y un interior manierista y refinado es la iglesia evangélica de la zona, del arquitecto Ludwig Lemmer, quizá fuente de inspiración en la nueva iglesia construida recientemente en Zalfonada de Zaragoza.

Edward Ludwig, Günter Hönow, Johannes Krahn, W. Móllendor, S.Ruegenberg, que entre todos junto a Jacobsen, construyen una urbanización de casitas para clases populares variada y armoniosa.

Pasear por allí es adentrarse en la continuación de la vanguardia interrumpida por la guerra, cuando los arquitectos creían en la función, en la higiene mental y la igualdad social a través de la arquitectura.

Este barrio también es la alternativa democrática opuesta a las tartas del Potsdam monárquico y absolutista.

Fue un modelo urbanístico irrepetible por su calidad que en los años sesenta se extendió al resto del mundo, y una «versión» de ello es Balsas de Ebro Viejo en Zaragoza.

Actualmente lo que fue un programa de arquitectura popular barata con una conservación impecable, se ha convertido en objeto de deseo gracias a las firmas de los autores. El modelo urbanístico no funciona porque no genera ciudad, pero los edificios sí y además tienen unas vistas maravillosas a los árboles monumentales de Tiergarten.

Al otro lado del parque en el este, se debe entrar a la Biblioteca de Sharung aunque no se pueda visitar la Filarmónica.







 


 

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