La cuarentena (aragonesa) como género


Por Don Quiterio

   La pandemia y sus efectos sobre la población confinada centran las tramas de numerosos audiovisuales de reciente producción. Miedo, incertidumbre, desconcierto y la sensación de que el mundo, tal como lo conocíamos, se nos escapa como arena entre las manos.

 El mundo exterior, paralizado. Las calles vacías, poseídas por el tono fantasmagórico de las pesadillas. Los hospitales, sin dar abasto. Las ambulancias, con sus sirenas de muerte. Los médicos y sanitarios, arriesgando sus vidas en nombre de la profesionalidad. Los sufrientes, intentando detener su mal. Las residencias de ancianos, quizá el episodio más terrible y vergonzoso de todos. El ahogo y la angustia de los sepultureros. Y el doloroso estupor de familiares, buscando noticias infructuosamente de sus mayores en las puertas de las residencias. Un infierno inmanejable.

  Este bicho ha devorado las costumbres de nuestros afectos, el contacto, los hábitos que inventamos para celebrarnos. No hay nada peor que no poder tocarse y ya hace demasiado tiempo que un virus nos negó el derecho de hacerlo sin miedo. Los códigos todavía indescifrables de dolor que se han encriptado en la memoria colectiva de un mundo que ha sido, y continúa siendo, testigo involuntario de una inesperada pandemia no se resuelve con cifras, sino con imágenes. Para los más afortunados, la cuarentena supuso días de informarse constantemente sobre el exterior sin participar en él. La vida privada y la pública se alejaron dramáticamente. Un encierro que ha servido para contar historias realizadas por aragoneses o ambientadas en nuestro territorio.

  ‘Reset’ es un largometraje colectivo compuesto por siete episodios sobre cómo ha vivido la sociedad las consecuencias del coronavirus. Vicky Calavia (¿quién si no?) coordina el trabajo a partir de un proyecto de la televisión autonómica. Y Carlos Navarro se encarga de dar continuidad a unas piezas dirigidas, respectivamente, por Pablo Aragüés, Gaizka Urresti, Pilar Palomero, Nata Moreno, Javier Macipe, Alejandro Cortés e Ignacio Estaregui. Todos ellos, unos mejor que otros, muestran sus particulares puntos de vista sobre la pandemia, desde el drama a la comedia, el ensayo, el costumbrismo o la denuncia social, con el objetivo de dejar testimonio del impacto que ha dejado en la sociedad la enfermedad, el confinamiento y las heridas que aún dificultan la vuelta a la normalidad.

  Así, Aragüés aborda una historia de comunicación en incomunicación en ‘Runners’; Urresti convierte  su propia familia en protagonista de una historia titulada ‘Sitiados’; Palomero compone en ‘A un metro y medio’ un delicado análisis en blanco y negro sobre la distancia física que la pandemia nos ha obligado a mantener con extraños y con las personas a las que más queremos; Moreno habla del valor del trabajo tras el reencuentro de cuatro actores teatrales en ‘El espacio vacío’; Macipe lanza en ‘La tierra’ una invitación a la felicidad en el presente sin fiarlo todo a los grandes planes del futuro; Estaregui se acerca en ‘Astillas’ al dolor de la pérdida de un ser querido, el padre, del que ni siquiera se pudo despedir, y Cortés dirige ‘La nueva normalidad’, con guion de Álex Rodrigo, donde explora los peligros de los rebrotes de odio e intolerancia que han surgido en plena pandemia.

  ‘En casa’, por su parte, es una serie compuesta por cinco historias de ficción elaboradas en el contexto de la cuarentena. ¿Qué pasaría si tu novio te dejara la mañana en que decretan el confinamiento? ¿Es posible viajar en este contexto sin salir de una misma habitación? ¿Cómo sería vivir esta experiencia en una comuna con siete amigos? Estos serían algunos de los interrogantes de esta serie sobre el confinamiento y desde el confinamiento, siguiendo las más estrictas normas del estado de alarma (tan solo un móvil, algunos accesorios y en tiempo récord). Rodrigo Sorogoyen, Leticia Dolera, Carlos Marqués-Marcet, Elena Martín y la zaragozana Paula Ortiz crean, dirigen y, en algunos casos, protagonizan el trabajo.

  ‘Entre guisantes’ es un cortometraje ambientado en Jaca y dedicado a todos los niños, que se propone mejorar el mundo con diálogos entre generaciones. La trama gira en torno a una conversación que en un futuro lejano mantienen una abuela (Nuria Vicente) y su nieta (Alicia Climente), quienes recuerdan cómo la sociedad aumentó su concienciación medioambiental acerca de asuntos como el cambio climático, el uso de los recursos o el trato a los animales a raíz de la pandemia de la covid-19 y el confinamiento domiciliario. Con guion de Alicia Lafuente y dirección del jaqués Jorge Vivo, es un trabajo llevado a cabo por la comisión de medio ambiente del CEIP San Juan de la Peña. La idea surge a raíz de las imágenes de los animales recuperando las ciudades vacías.

  ‘Retry’ es un corto rodado en Nueva York por la zaragozana Marina Badía, una suerte de thriller sicológico protagonizado por Maite Uzal, un personaje que sufre tal falta de empatía por los otros que su propia realidad queda totalmente distorsionada. Cuando se tambalean los pilares de su vida, comienza ese horror íntimo empujado por la frustración, el miedo y la incertidumbre de hacia dónde dirigir su existencia. Junto a ella se encuentra un personaje infantil también en soledad entre sus juegos, interpretado por Ariela Rozental. Una pieza en la que la falta de control y de certeza son las bases del terror. El montaje corre a cargo de Olihane Abrisqueta.

  ‘No dejes de aplaudir’ es un spot del turolense Diego Herrero, quien trabaja desde 2013 con la selección española de fútbol, para la que lleva la creatividad y el diseño de publicidad. Se trata de un mensaje para concienciar a la población sobre la amenaza de la covid-19. Luis Enrique, técnico del equipo nacional, pone la voz en off en homenaje a los trabajadores y las personas mayores, como campaña de concienciación sobre el coronavirus. La idea es que los aplausos que llevaron a la selección a ganar un Mundial deben infundir ánimo a quienes combaten la pandemia.

  ‘Una noche en el cósmico’ es un spot de ficción interpretado por David Soláns e Irene Montalá, de la productora Youplanet de Barcelona, que dirigen al alimón el productor Luis de Val y el publicista turolense Diego Herrero (otra vez). Es una adaptación del relato homónimo de Javier Prieto de Paula, perteneciente a su antología ‘El fin del mundo’.

  ‘Infectats’ es un videoclip del grupo punk rock del Matarraña Los Draps. Se graba quince días después del estado de alarma en España y muestra el confinamiento de esta banda turolense. El rodaje se efectúa por separado en los hogares de los diez componentes, con un montaje en la casa de Valderrobres del vocalista, Álex Romero. Las imágenes reflejan el surrealismo de unos días en los que cada uno hace lo que puede para mantenerse entretenido. La idea de la canción llega a los pocos días de estar confinados, “cuando las paredes y el techo se empezaban a caer encima e íbamos sacando nuestras conclusiones”.

  ‘Nada que celebrar’ es un videoclip que dirige la altoaragonesa Ana Escario –junto a Adela Moreno- para el grupo El Verbo Odiado, con el que ya había trabajado anteriormente. Cada uno de los personajes están situados (o encerrados) en diferentes habitaciones de una casa abandonada, y se añade una escena en el jardín, donde la banda (con el cantante Jorge Pérez a la cabeza) y las actrices (Patricia Barreu, Malena Casado, Laura Laporta, Daniela Iron, Amparo Coiduras) se reúnen. Laura Escribano hace las funciones de directora de arte y estilismo.

  ‘Cielo o infierno’ es una serie de suspense realizada e interpretada por el zaragozano Ángel Lumbreras, las historia de un currante que sufre un accidente de tráfico y, de repente, se despierta en una realidad que no es la suya, por lo que su vida cambia radicalmente. Un trabajo enfocado y pensado totalmente para ser visto desde el teléfono móvil, con capítulos de entre cinco y diez minutos de duración.

  ‘El mundo en sus manos’, con el mismo título que el clásico de Raoul Walsh, es un divertido corto dirigido por Miguel Mulet que parodia a los líderes mundiales, desde Donald Trump hasta Pedro Sánchez, pasando por Macron, Merkel o Kim Jong-un. Coproducción entre Alcañiz, Manresa y la población estadounidense de St. Louis, este trabajo habla sobre la amenaza del coronavirus, liándose en una suerte de teléfono roto de imprevisibles consecuencias.

  ‘Diario de un zaragozano en cuarentena’ es una serie con episodios de un minuto con el fin de entretener e informar al espectador (aragonés) durante el confinamiento debido a la covid-19 (la enfermedad) y el coronavirus (el bicho que lo propaga). En el prólogo, estas palabras: “A principios de 2020, la noticia de un nuevo virus sorprendía a los ciudadanos. El coronavirus: una enfermedad sin cura que se propagaba rápidamente. Fueron muchos los que pensaron que nuestra cabezonería y rudeza servirían para acabar con ella. Pero se equivocaron. La fuerza del cierzo no era suficiente”.

  En ‘Confilmados’ se habla del tiempo a pesar de este tiempo pandémico. A veces, eso demanda una emoción de corte fino. Otras, ese temporal a contratiempo deviene una grieta donde el instante se convierte en una vieja letanía. Son familiares a los que les gusta las dualidades, pensar la imagen como un estado mental: un espacio sin bordes ni límites, como esa revolución en tierra de nadie donde soñar es lo mismo que ver y donde las verdades (o mentiras) se convierten en metáforas. Esto es lo que hace Jorge Dolz en sus pequeñas piezas del confinamiento, en su saber que la realidad es diferente de todo. Algunos de estos episodios son como una segunda piel, a modo de diario, aunque evocan lo intangible. El espacio, para Dolz, es ese quiebro que te lleva más allá, el plano (y la secuencia) de un hueco que se abre al pensamiento.Más información al respecto:https://instagram.com/confilmados?igshid=11h5m2faoazvp

  ‘Resistiré’ es un videoclip del himno del confinamiento realizado por un grupo de vecinos de Fonz en una versión libre del tema del Dúo Dinámico: le ponen música y una nueva letra en foncense (aragonés baixoribagorzano). Los intérpretes aparecen en sus domicilios con instrumentos, cantando, bailando y entonando una letra plagada de lugares comunes de Fonz y, sobre todo, llena de optimismo. El escritor Juan Carlos Marco se hace cargo de la letra, mientras que el músico Raúl García es el responsable del montaje sonoro. Mayte Fumaz se encarga del montaje final.

  Rodada en la localidad turolense de Ariño, ‘¡Ni te me acerques!’ es una comedia romántica y de intriga dirigida por Norberto Ramos del Val. Habla de la pandemia y del confinamiento sufrido en España durante tres meses, a partir de un guion del novelista Manu Riquelme, el periodista Iván Reguera y el propio realizador. Eduardo Ferrés –el Jim Carrey español- protagoniza la historia, en el papel de un joven y novato escritor madrileño en paro que consigue un empleo de guarda de hotel en el balneario del pueblo minero turolense. Y lo que iba a ser un trabajo sencillo de quince días se convierte en un surrealista encierro, viviendo algunas cosas casi paranormales. Todo eso hace que despierte, que espabile. Era como un robot que hacía todo lo que el mundo esperaba de él y, de repente, tiene que tomar el control. Rosalía Mira es la coprotagonista, una chica normal que ha vivido siempre en Ariño y está un poco cansada de la misma rutina de siempre. Ella se dedica a llevar la comida desde la tienda hasta las casas, en mitad del confinamiento. Hasta que un buen día conoce a ese joven e inexperto escritor y empieza un romance al estilo ‘femme fatale’. El reparto se completa con Emilio Buale y Rubén Hernández.

  La angustia traspasa la pantalla en unos artefactos que invitan a la reflexión crítica. Con Jorge Dolz, Pablo Aragüés, Gaizka Urresti, Pilar Palomero, Nata Moreno, Javier Macipe, Alejandro Cortés, Paula Ortiz, Jorge Vivo, Marina Badía, Diego Herrero, Ana Escario, Ángel Lumbreras e Ignacio Estaregui, entre otros, hay toda una escala de grises: si algunos, los que pretenden ser puro entretenimiento, optan por no mencionar la pandemia, otros la tocan solo por encima. Los que tienen aspiraciones más serias la incorporan en la trama o recrean aquella atmósfera asfixiante de quien contempla, inmóvil, cómo el mundo cambia radicalmente de un noticiario a otro.

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