Los deportes de riesgo y las mujeres


Por Don Quiterio

  A que mola el título. Pero no crean. Esto no va de lo que ustedes, malévolos lectores, están intuyendo. Dios me libre, que el patio no está para bromas.

    Les voy a hablar de dos muestras de cine que se han celebrado recientemente en Huesca: la de deportes de riesgo y la de cine realizado por mujeres. ¿Decepcionados? Tal vez, pero tiempo habrá, que diría el profeta… Acaso necesitamos audiencia. Es parte de la condición humana. Vivimos en la sociedad del espectáculo: como si no comportara peligro vivir responsablemente. A veces, solo a veces, priorizamos el exhibicionismo sobre la inteligencia.

  Una de las realizadoras de la muestra de cine femenino me dijo que le gustaba nadar en el mar, pero nada de deportes de riesgo. “Soy muy atrevida en la vida”, me confiesa, “pero tengo vértigo, claustrofobia”… Una muestra que propone de todo: películas arriesgadas, exhibicionistas, inteligentes, convencionales, buenas y malas. Ya se sabe que en cine no hay temas buenos ni malos sino bien o mal tratados. En el certamen ha habido de todo, como en botica: cortos, largos y documentales. A ver si alcanzamos de una vez la igualdad entre hombres y mujeres, o entre mujeres y hombres, y nos dedicamos, por fin, a la igualdad entre las personas. Pero vayamos por el principio.

  El Tour Mundial del Banff Mountain Film Festival Spain arrancó en Huesca su tercera edición, bajo la dirección de Jesús Bosque, con proyecciones cinematográficas, exposiciones, competiciones deportivas, la visita del reputado escalador belga Nicolas Favresse y la instalación de un rocódromo infantil para el uso y disfrute de los más pequeños (y pequeñas, que no quiero líos)  La cita, que giró en torno al mejor cine de montaña, aventura y deporte extremo, continuó con su apuesta por visibilizar a la mujer en las actividades deportivas de riesgo, un ámbito en el que acostumbra a estar relegada a un segundo plano. Tras la capital oscense, el festival viajó a Benasque, Boltaña, Barbastro y Jaca. El cine dio el pistoletazo de salida con el largometraje documental ‘Sherpa’, que muestra la historia de esta comunidad del Everest en su reclamación territorial de la montaña Chomolungma. A este filme se sumaron trece más, casi todos cortometrajes documentales de reciente producción, de distintas nacionalidades (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, China, Canadá) y de temáticas sobre escalada, esquí, patinaje o buceo, entre otras disciplinas.

  La muestra de cine realizado por mujeres llegó a Huesca, en su decimoctava edición, con un cartel realizado por la ilustradora oscense Mamen Moreu, que dibuja a las pioneras Alice Guy y Dorothy Arzner en blanco sobre un fondo amarillo y los créditos en rojo. Se vieron películas de Agurtzane Intxaurraga (‘Teresa y Tim’), Carla Simón (‘Verano 1993’), Louise Archambault (‘Gabrielle’), Michèle Massé (‘Las ventanas abiertas’), Naomi Kawase (‘Hacia la luz’), Cheryl Dunye (‘The watermelon woman’), Remedios Álvarez (‘Alalá’), Sally Potter (‘La fiesta’), Raquel Larrosa (‘Skeikima’), María Victoria Menis (‘Mi histeria en el cine’), Elba Mairal (‘Desencuentro’), Lucía Forner (‘Marta’), Mireia Noguera (‘Centrifugado’), Candice Vallantin (‘Monday’), Victoria Bermejo (‘Volver a casa con cincuenta años’), Lone Scherfug (‘Su mejor historia’), Vanessa Redgrave (‘El dolor del mar’), Agnès Varda (‘Caras y lugares’) o Doris Dörrie (‘Recuerdos desde Fukushima’).

  ¡Menudo tostón de reseña! A que molaba más el título…

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