Por Don Quiterio
Con la proyección del documental ‘Chavela’ (2017), un estupendo retrato de la carismática cantante dirigido al alimón por Daresha Kyi y Catherine Gund, y coproducido entre Estados Unidos, México y España, dio comienzo la muestra de cine en femenino organizada en Zaragoza, en su vigésima edición.
Veinte años, pues, para una propuesta de discursos diferentes y alternativos, que remueve, en palabras de Siri Hustvedt, “lo que hay en nuestras propias mazmorras, el fangoso, aromático, sádico y sensible sótano de los sueños y las fantasías que formar parte de cada vida”. Se programaron cuarenta filmes llegados de todas nacionalidades (Australia, Francia, Israel, Brasil, Inglaterra, Suecia, Canadá o Turquía) y las realizadoras Chelo Álvarez-Stehle, Olivia Ford y Maria Beatty visitaron la Inmortal para presentar respectivamente ‘Sands of silence’ (2016), en torno a los supervivientes del tráfico sexual; ‘Borders and promises’ (2017), la historia de tres artistas del mundo árabe marginadas por el patriarcado, y ‘Fuck them all’ (2017), una deconstrucción íntima que explora las sexualidades. La sección aragonesa estuvo representada por los cortometrajes ‘Como cada noche’ (2009), de Belén de Miguel; ‘Némesis’ (2017), de Isabel Mateo Monente, y ‘Skeikima’ (2016), de Raquel Larrosa. Además, la actriz Fiorella Faltoyano y la escritora Marta Sanz protagonizaron una sesión en la que hablaron sobre el destape en el cine de los años de la transición y en la que se proyectó ‘Los años desnudos’ (2008), de Dunia Ayaso y Félix Sabroso.
‘Los hombres de verdad no lloran’, del oscense Lucas Castán, arrasó en el festival de Fuentes d Ebro, en su vigesimosegunda edición, pues se llevó los premios a mejor dirección y guion (del propio realizador), actor protagonista (Alfonso Lara), producción (Filmdonut), fotografía (Daniel Vergara) y hasta el galardón del público. Se trata de un drama con ecos autobiográficos del propio director que habla de un padre, un hijo y el hockey sobre hielo como pasión, con el trasfondo de una dura realidad que deben afrontar. Resto de premiados: Gabriel Lechón por su documental sobre Paco Martínez Soria ‘El precio de la risa’, Nuria Rubió por su ópera prima ‘Cuando Lucas encontró a Eva’, Carmen Barrantes por su interpretación en ‘Acogida’, Gala Gracia por el montaje de ‘El color de la sed’ y Leo Dolgan al mejor sonido por este mismo trabajo. El corto ‘Le chat doré’, de Natalia Moreno, se llevó los premios al mejor vestuario (Felype de Lima), maquillaje (Yurena Villa), música original (Ara Malikian) y al conjunto de actores masculinos y femeninos. Y el videoclip ‘Resistiré’, de la fundación Juega Terapia, obtuvo el galardón ‘Valores humanos José Couso y Julio Parrado’. La homenajeada de este año fue la actriz Assumpta Serna, coordinadora de la fundación First Team, colaboradora de la revista turolense de cine ‘Cabiria’ y que trabajara con Carlos Saura en ‘Dulces horas’ (1981) junto a Álvaro de Luna, quien también se acercó por el festival.
En Fraga se celebró el primer festival Halloween Filme, un concurso juvenil de cortometrajes en el que chavales entre diez y dieciséis se convirtieron en realizadores cinematográficos. La capital bajocinqueña fue la protagonista del rodaje, pues cinco grupos de jóvenes salieron por la mañana a grabar con sus móviles o cámaras de vídeo por las calles del centro histórico. Luego, al mediodía, comieron todos juntos en el bar Euterpe, uno de los organizadores, y dedicaron la tarde al montaje y a la posproducción de sus cortos. Por la noche se proyectaron los cinco trabajos. El ganador fue ‘Patinando entre monstruos’, de Iziar Pascual, Víctor Plana y Aitor Rivas; el segundo premio se lo llevó ‘Halloween’, de Paula e Inés, y el del público fue para ‘La invasión zombie’, recibiendo una mención especial ‘Shadow’. Este certamen parte de una de las actividades que ha emprendido el grupo de teatro Génesis y la asociación fragatina Amics del cine.
Alcañiz acogió la decimoquinta edición del festival de cortos Las Ranetas, organizado por la asociación cultural bajoaragonesa, que se realizó simultáneamente con la quinta edición de las jornadas sobre series de televisión. Se presentaron trabajos de Miguel Berzal de Miguel (‘Nomeolvides’), Javier Macipe (‘Un minutito’), David Vega (‘La caja de tu vida’), Marcus Hanisch (‘Love me’), Raúl Sánchez (‘Alma’), José Yebes (’11.66’), Juan de Dios Garduño (‘Fe’), José Antonio Campos (‘Tres gramos de fe’), Marta González (‘Mai’) y Verónica Porteiro (‘Una solución de última generación’). De forma paralela, Las Ranetas también organizó su tercer certamen internacional de experiencias y trabajos artísticos realizados virtualmente, con la novedad de la realidad aumentada, en un trabajo que trajo desde Australia a Sutu, quien con otros diseñadores de todo el mundo presentaron una serie de obras pictóricas que cobran vida a través de una aplicación en un teléfono móvil. Se seleccionaron piezas como la producción china ‘The dream collector’, la inglesa ‘The turning forest’ o la española ‘Salva el tiempo’. Y en la exposición de arte en realidad virtual aparecieron artistas de la talla de la japonesa Tamiko Thiel, que ha colaborado con Steven Spielberg, el holandés Rein Bijlsma o el ilustrador para National Geographic Jeremy Collins.
Si Ainzón celebró su decimocuarta edición del festival de cine de animación, Daroca hizo lo propio con el de las prisiones, que aterrizó en la ciudad histórica y el centro penitenciario darocense un año más, siendo homenajeado el actor Jorge Sanz. También se celebró el festival de cine de temática rural de Urrea de Gaén, con José Ángel Guimerá como uno de sus responsables, en su quinta edición, con trece trabajos procedentes de seis países (España, Argelia, Francia, Chile, Colombia e Italia) y realizaciones a cargo de David Vázquez, Helena Salguero, Pablo Adiego, Lara Tejeda, Cristina Besnard, Matteo Gallo, Juan Antonio Moreno, Gala Gracia, Javier Yáñez, Raúl Sánchez, Ignacio Ruiz, Antoine de Bujadoux e Irene Garcés. Un certamen, en fin, dedicado a la despoblación o la soledad, pero también al apego a la tierra y al paisaje. El objetivo de este concurso siempre ha sido ver cómo es el mundo rural en cada país.
La decimoprimera edición de la muestra audiovisual Proyectaragón, con Vicky Calavia al frente, inició su recorrido en septiembre con un homenaje al realizador Juan José Bigas Luna y el corto documental ‘Helena Santolaya, en medio del pasillo’ (2017), creado por Rubén Vicente y Carlos Grassa Toro. En los sucesivos meses se han ido programando trabajos de Eduardo de la Cruz, Emilio Casanova, Salvador Simó, Natalia Moreno o Javier Macipe. Ya entrado en 2018, Proyectaragón termina su andadura con una serie de obras realizadas por alumnos de talleres de cine de los centros aragoneses de formación, una jornada dedicada al primer rally cinematográfico ‘Desafío Buñuel’ y una sesión de cortos de ficción, videoclips, piezas de animación o de creación de reciente producción, compuesta por ‘La casa abandonada’, de Germán Roda; ‘El morico’, de Jorge Aparicio; ‘Vergüenza’, de Miguel Casanova; ‘Acogida’, de Gaizka Urresti, y ‘Casa Ena’, de Orencio Boix.
Los jóvenes binefarenses Marc Santisteve y Alejandro Ibarz obtuvieron el primer premio del segundo concurso de cortos contra el machismo, en categoría para menores de dieciocho años, entregado en la casa consistorial de Binéfar. El primer premio fue para la asociación Pigall, de Lérida, con la obra ‘Con suelo’, una denuncia de la dramáticas cifras que arroja el maltrato a las mujeres. El segundo premio fue para el zaragozano Guillermo Borao con ‘Una historia convencional’. También hubo una mención para un corto de Berta Parra.
Jesús Bosque es el responsable de la muestra de realizadores oscenses y en esta vigesimocuarta edición convocó piezas del propio Bosque (‘Perro Perdido’, ‘Alzhéimer Huesca’), José Antonio Fortuño (‘Lo sagrado y lo profano’), Laura Torrijos (‘Homo 35’), Claudi López (‘Una ventana con cortinas’), Eugenio Monesma (‘El rito de los herniados’), Carlota Martínez Pereda (‘Las rubias’), Javier Vispe (‘A liga de segundo’, ‘Esnavesando per internet’), Eduardo de la Cruz (‘Escartín, el susurro de las piedras’, en colaboración con Amalia Sesma), Maxi Campo (‘Amazonas y Guadiana’), José Alberto Andrés Lacasta (‘Epílogo por la muerte de un fauno’), Orencio Boix (‘La casa Ena’), Lucas Castán (‘Los hombres de verdad no lloran’), Lorenzo Sanjuán (‘El canto imperceptible’) y Marisa Tajada (‘Juego sin red’),
El festival de cine de Zaragoza, en su vigesimosegunda edición, que por primera vez dedicó un recuerdo especial a las personas vinculadas con el sector audiovisual español fallecidas en el último año, inició su andadura este pasado veintitrés de noviembre, con la dirección de José Luis Anchelergues y el cartel ‘Cola de león’ diseñado por el burgalés Enrique Díaz. Fueron homenajeados Carlos Saura, Álvaro de Luna y, a título póstumo, Terele Pávez. Igualmente, hubo premios para el cómico Jorge Asín (apoyo al cortometraje), los realizadores Eduardo Casanova y Zoe Berriatúa (del corto al largo), el productor Félix Zapatero y el diseñador gráfico Iñaki Villuendas (oficios del cine) y la fundación Aisge (apoyo al audiovisual). Como aperitivo al certamen, se proyectó el largometraje de la escocesa Lynne Ramsay ‘En realidad, nunca estuve aquí’, en preestreno tras dejar un buen sabor de boca en el festival de Cannes, un thriller lleno de sangre y semen, de asfalto y asco en su radical transgresión, brutal en su ataque suicida contra el infierno que rodea a unos personajes siempre movidos por el filo de la navaja, todo un triunfo del estilo como creador de contenido, complejidad y sutileza. Los galardones a las películas en concurso, bien, gracias.