Parodia (políticamente incorrecta) de la entrevista a “Toñín” García Gómez / Pepe Bermejo

José Luis Bermejo Latre
Profesor de Derecho de la Universidad de Zaragoza

    La entrevista al nuevo decano de Derecho de la Universidad de Zaragoza fue publicada en Heraldo de Aragón el 21 de mayo de 2022.

Antes de nada, enhorabuena por su elección como nuevo decano.

Gracias.

Fue reñida.

    La tradición en esta Facultad de Derecho es que las elecciones a decano siempre son ajustadas.

Parodia: <<Solo aparentemente, porque desde el decanato activamos los resortes disponibles y logramos que un bloque de representantes de alumnos me otorgara su voto, como solemos hacer. Hay ofertas personales apetitosas para ellos y, en el fondo, les da igual quién acabe siendo decano: muchos de ellos dejarán la facultad dentro de un par de meses, ya graduados.>>

Estudió en ella, ¿se imaginó que pudiera llegar a decano?

   No. Mi vocación era ser profesor universitario. El devenir por la facultad te va llevando. He sido muchos cargos dentro de la Universidad de Zaragoza; los últimos 14 años he estado dedicado a la gestión y más a fondo en la Secretaría General, donde estuve 8 años como vicesecretario general siendo rector Manuel López.

Parodia: <<Sí, ocupo cargos de gestión universitaria desde hace ya catorce años. Últimamente había sido jefe de estudios y estaba claro que sucedería al decano cesante. De mi grupo de la facultad era el siguiente en promocionar, ya me tocaba.>>

¿Qué necesita la Facultad de Derecho en los próximos años?

    Estamos en un momento de cambio. Tenemos un problema inminente con el máster de abogacía y procura; hay que reorientarlo hacia esas dos profesiones. Otro es el tema de la eficiencia y la crisis energética. La Universidad tiene un problema grave para cubrir el coste de la energía.

Parodia: <<Fundamentalmente, dinero para iluminar suficientemente y climatizar adecuadamente la facultad. Hay restricciones de energía y desde rectorado se amagó con implantar una drástica reducción de horarios lectivos, eliminando el de tarde>>.

Eso conlleva planificar nuevos horarios el próximo curso, ¿no?

    Esta Facultad tiene una vida de tarde muy importante y es muy conveniente mantenerla. Por ello voy a apostar, siempre desde la lealtad institucional entendiendo que tenemos que hacer lo que esté en nuestra mano para buscar ese ahorro energético.

Parodia: <<Nos opondremos a la reducción de horarios institucional y formalmente, pero no me veo instigando a una movilización del profesorado para lograr que se mantenga el statu quo actual. En todo caso, no depende de nosotros>>.

¿Algún problema más?

    Sí, otros dos importantes. Uno de espacios. Estamos impartiendo muchas titulaciones y formación permanente y eso hace que tengamos problemas de aulas. Y uno de los temas más graves con los que se enfrenta la facultad -que no es exclusivo de Derecho- es el envejecimiento del profesorado permanente. En nuestra plantilla más del 50% tiene más de 55 años; eso significa que en la foto de la facultad dentro de 15 años estaremos prácticamente todos jubilados. No hay un relevo generacional. Si no ponemos freno a este asunto dentro de 15 o 20 años en Derecho darán clase los asociados, es decir, profesionales: vendrán los jueces, fiscales, notarios…

Parodia: <<Sí, hay varios importantes: la falta de relevo generacional para mantener un profesorado profesional, estable, motivado y versátil; la rigidez y obsolescencia del plan de estudios de nuestra titulación “estrella” (el grado en Derecho) y la insuficiencia de medios para generar e impartir nuevas titulaciones (sobre todo másteres y diplomas de especialización), el inmovilismo de los profesores en lo que a métodos y técnicas docentes se refiere, el absentismo y la apatía generalizada de los estudiantes respecto a las clases, la falta de destinos para la asignatura de Practicum, la reducción de la facultad a un centro de estudio de los profesores y de impartición de clases… >>.

¿Y cómo solucionarlo?

   Es un problema de política nacional. Tienen que ser Educación, comunidades y Estado central los que hagan una carrera universitaria atractiva. Es muy larga y llena de trabas. En Derecho, el 8% son profesores en formación.

Parodia: <<La falta de relevo generacional es comprensible e inasequible para nosotros, solo podemos hacer proselitismo. El plan de estudios del grado en Derecho, para ir dando entrada a nuevas materias y salida a otras clásicas pero claudicantes o minoritarias, sí nos compete, pero no sucederá. Como tampoco se implantarán nuevas titulaciones (cuesta mucho programarlas y ya he dicho que no hay recursos ni ganas), ni se acometerán nuevos métodos y técnicas docentes (no se valora bajo ningún concepto). Habría que hacer cambios audaces e imaginativos en los horarios y en la organización de las asignaturas y la selección de los estudiantes sobre la base de sus intereses y capacidades, inculcándoles una cultura de estudio en grupos y de asistencia a juicios, de colaboración con los profesores en tareas investigadoras a su alcance… es extremadamente incómodo y, por eso, inviable>>.

¿Qué impronta quiere dejar como decano?

     Me gustaría conseguir una facultad unida, cuyas decisiones cuenten con el máximo respaldo posible, abierta a la ciudad y a la sociedad aragonesa. Creo que lo está, pero que se abra más a su entorno. Queremos empezar un ciclo que vamos a llamar diálogos de la facultad. En la oferta de grados y postgrados, mejorar lo que tenemos. ¿Cómo? En el grado en Derecho, estamos buscando avanzar hacia alguna otra doble titulación.

Parodia: <<Ninguna en particular, acaso que no se estropee nada de manera irremediable. Un sucesor que pertenezca a mi grupo: eso sí debería dejar>>.

Está facultad siempre ha estado bien valorada.

    Creo que sigue siéndolo por su profesorado y por la experiencia que hemos tenido en formar a alumnos en proyectos de juristas.

Parodia: <<Según a quién se pregunte y por qué conceptos. En una ciudad conservadora, las opiniones suelen ser conservadoras. Hay mucha ignorancia y complacencia, mucha inercia y, sobre todo, mucha indiferencia. Como la facultad siempre ha estado bien valorada, siempre seguirá estándolo. Total, esa valoración no se asienta en datos sino en percepciones no cuestionadas. Las demás facultades españolas también están bien valoradas, en estos mismos términos.>>

Es la ciudad en la que más opositores aprueban para judicaturas.

   Eso lo seguimos manteniendo. Zaragoza sigue siendo una facultad de opositores. Los que ocupan los más altos cargos en jueces y magistrados en Aragón son alumnos que han salido de aquí, que se han tenido que ir fuera en su primer destino, pero luego vuelven a su tierra. De esos hay muchos.

Parodia: <<Sí, nunca ha habido muchas más salidas profesionales. Hay cerca de cuatro mil abogados censados solo en Zaragoza… somos una ciudad/comunidad de opositores, de aspirantes a funcionarios. En todo caso, el mérito de quienes aprueban esas u otras oposiciones es solo de ellos, porque en la facultad solo reciben una primera instrucción general que les sirve de poco para el proceso selectivo, donde ni siquiera se tienen en cuenta sus expedientes académicos.>>

¿Qué es para usted la docencia?

    Primero es mi vocación y luego la razón de ser de la universidad. Si no hubiera estudiantes seríamos centros de investigación.

Parodia: <<Un modo de ganarme la vida y un pretexto para acudir todos los días a la facultad.>>

¿Cómo son los alumnos que se incorporan a la Universidad?

     Los estudiantes de Derecho, como está ocurriendo con otras titulaciones, cada año entran con una mayor nota de corte. Quizá en general están mucho más preparados en el empleo de nuevas tecnologías e idiomas, pero en otros conocimientos y competencias (oratoria, ortografía, redacción de textos…) echo de menos alguna formación más clásica.

Parodia: <<Suelen ser jóvenes desorientados, discretos, con una formación desigual y algo escasa. Pocos saben en qué consisten las profesiónes jurídicas, salvo quienes tienen antecedentes familiares. Pocos tienen una vocación definida, y quienes sí la profesan, suelen dedicarla a la función pública. Pero no nos engañemos, el mérito de quienes aprueban las oposiciones es solo de ellos, porque en la facultad solo reciben una primera instrucción general que les sirve de poco para el proceso selectivo, donde ni siquiera se tienen en cuenta sus expedientes académicos>>

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