Arte y masa crítica / Manuel Medrano


Por Manuel Medrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

    En sociología, masa crítica es el número mínimo de personas que son necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar, fenómeno que así adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer.

   De hecho, en algunos casos y dependiendo del espacio cultural y territorial de que se trate, con un pequeño número de personas es suficiente para que se genere esa masa crítica, mejor aún si todas dan lugar al proceso con acciones similares.

    Crear masa crítica en la producción artística es, hoy, más difícil que en otros tiempos, cuando los grupos de creadores (literarios, plásticos, teatrales, musicales, etc.) daban lugar a potentes movimientos. Ahora la atención de las gentes está más en otras cosas y, todo hay que decirlo, un excesivo individualismo impregna las actuaciones de ciertas personas, jóvenes en demasiadas ocasiones.

  Sin abordar el asunto comercial (galerías, ferias y otros actores), mucho más boyante en otras regiones que en Aragón, ni el de los grandes eventos como la Semana del Arte de Madrid, aquí tiran del carro y sostienen el pulso vital del arte personas que, poseyendo frecuentemente largas trayectorias, siguen al pie del cañón.

    Sin olvidar iniciativas constantes y vibrantes, como la de la Academia de las Artes del Folklore y la Jota de Aragón, presidida por mi buen amigo Carmelo Artiaga Mialdea, que ya lleva algunos años luchando por la regulación de la enseñanza de la jota y por conseguir que sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, voy a hacer mención de algunas de esas personas que “tiran del carro” en las Artes Plásticas, Visuales en general, y que producen masa crítica sostenida.

    Me dejaré personalidades de este ámbito pero, a efectos de muestra, valdrá lo que menciono a continuación. Ahí tenemos, sin ir más lejos, a Jesús Proaño Simón, María Jesús Escuer, los hermanos Lallana o Carmen Pemán, trabajando para continuar las pujantes actividades de la Asociación de Artistas Figurativos de Aragón (ADAFA, entidad declarada Zaragozana Ejemplar 2018), de lo cual doy fe y tengo magníficos testimonios. O los acuarelistas de la Agrupación de Acuarelistas de Aragón (AADA). O el Colectivo de Artistas Plásticos de la Margen Izquierda de Zaragoza (APMI), con José Enrique González a la cabeza, quien también es responsable de la Galería Virtual Artelibre y, desde hace algunos meses, director del Museo Europeo de Arte Moderno de Barcelona.

   Me dejo para el final a quienes conozco desde hace más tiempo, la Asociación de Artistas Plásticos Goya-Aragón (AAPGA, la segunda entidad de estas características más antigua de España), sostenida por la voluntad férrea de algunos de sus socios y, desde hace años, por la insustituible presidencia de Mariela García Vives. Ahí siguen al pie del cañón, exponiendo en la sala que gestiona la entidad y en otros lugares de Aragón, España y Europa, manteniendo viva una trayectoria de casi 45 años. Con momentos de mayor o menor pujanza, siempre ha tenido latido alegre y, hoy día, mantiene muy bien la llama de la creatividad.

    Cada una de las entidades mencionadas, ADAFA, AADA, APMI, la AAPGA, generan masa crítica por sí solas. Juntas, y con otras, suponen un activo primordial para las Artes en Aragón. Pese a que corren malos tiempos, ahí siguen, y nada indica que vayan a dejar de hacerlo sino todo lo contrario, pues continúan sumando apoyos.

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